ELIAN (Patreon)

[ESP]
Trabajar con Elian siempre es increíble. Básicamente es un sueño hecho realidad. Algo que siempre les comparto es que amo trabajar con gente que hace arte, y Elian hace danza y teatro. Llevábamos varios meses con esta idea, buscando un espacio lo suficientemente amplio donde ella pudiera hacer danza, así que cuando encontré este espacio, le escribí para que por fin se armaran estas fotitos y neta ¡wow! Aparte de que es súper hermosa, se conoce súper bien, así que fue súper fácil trabajar con ella y tanto los outfits, como el lugar y la luz se prestaron para unas fotos increíbles.

[ENG]
Working with Elian is always amazing. It's basically a dream come true. Something I always share with you is that I love working with people who make art, and Elian does dance and theater. We had spent several months with this idea, looking for a space big enough where she could dance, so when I found this space, I wrote to her so that we could finally make these photos, and wow! Apart from the fact that she is super beautiful, she knows herself very well, so it was super easy to work with her and her outfits, as well as the place and the light, allowed us to make some incredible photos.

- POINT & SHOOT

TESTIMONIOS

1- Me tomó mucho tiempo escucharme a mí misma. Desde siempre he sabido que quiero ser artista, estar en escenarios, vivir de bailar, de actuar. Pero cuando crecí, lo tomé como sueños infantiles, y me lo negué una y otra y otra vez, yo solita. Pero la vida me siguió dando señales hasta que, por fin, entendí la importancia de escuchar mi intuición. La decisión de estar en una obra de teatro me llevó a conocer un mundo fuera de mi burbuja, que no solo me enseñó un nuevo entorno, sino que me enseñó un potencial interno que desconocía, me enseñó que he tenido razón todo este tiempo y que solo yo sé lo que es mejor para mí. Me enseñó la importancia de escucharme a mí misma.

2- Para ser una mejor versión de mí, siento que la clave es el cuestionamiento. He vivido parte de mi vida en automático, y ha sido la época en la que más vacía me he sentido. Entrar en este proceso mental de deconstrucción, en el que dejo de dar por hecho las cosas y me pregunto: ¿por qué pensé esto? ¿por qué sigo haciendo esto? ¿por qué decidí esto?, me ha hecho crecer exponencialmente. No ha sido fácil, pues he tenido que enfrentarme a cambios de ideas, a ruptura de mitos personales, a cuestionamientos de gente de confianza, pero creo que es mi responsabilidad hacerlo. Sin cuestionamiento, no hay crecimiento.

3- Siempre decía que no sabía si poner el hecho de que soy tan sensible y sentimental en la columna de virtudes o la de defectos. Normalmente la acababa poniendo en defectos. Decía: es que soy muy chillona. Me enojo muy fácil. Me lastiman fácil. Pero ya no está en mi lista de defectos. Ahora, más que nunca, está en la de virtudes. Ser tan sensible me permite hacer lo que todo artista añora: sentir. Sí, lo malo lo siento mucho, pero lo bueno lo siento más. Esta sensibilidad es lo que me ha guiado en el camino del arte, porque me deja entrar en contacto con quien soy en lo más profundo. He aprendido que esto es algo bastante más único de lo que creía, y me siento afortunadísima de poder tener esta gran cualidad.

4- No tires para abajo a otras mujeres. Unidas somos tan fuertes como podemos ser, y si nos ocupamos en juzgarnos las unas a las otras, solo estamos apoyando el sistema que ha hecho todo lo posible por hacernos menos, por controlarnos y por abusar de nosotras. La idea de que tienes que encontrar tu otra mitad es un invento. Tú eres tan completa como puedes ser. Si puedes encontrar a alguien que te complemente, y te acompañe, extraordinario. Pero no necesitas que absolutamente nadie te llene un hueco.

5- Alguna vez me preguntaron qué me hace mujer. Fue una pregunta que me cayó de sorpresa y que, aún después de haberla semi-contestado, me dejó pensando por días y días más. Muchas cosas me hacen mujer, incluyendo los estereotipos sociales implantados en mí desde que nací, así como, en mi caso, mi fisiología. Sin embargo, donde yo más me siento mujer, donde me siento en contacto con mi feminidad, con mi poder, con mi esencia más pura y cruda, es en la danza. Durante toda mi vida, las opiniones y palabras de los demás, así como quienes me han tocado sin permiso, han controlado mi cuerpo. Pero cuando bailo, mi cuerpo es más mío que nunca. Es cuando más me siento mujer porque tengo un control completo sobre quién soy. Yo elijo por mí. Mi cuerpo es mío, y de nadie más. Mis movimientos son míos, y de nadie más. Mi manera de pensar es mía, y de nadie más

6- El camino de amor propio ha sido largo y difícil. Desde que cumplí la edad de la auto consciencia y la comparación, he rechazado mis estrías, mi celulitis, mis piernas 'gordas', mis hip-dips, mis brazos flojos, mi espalda chueca. Me es fácil encontrarme defectos, y ¿cómo no?, si nos rodean los estereotipos y la falta de representación de cuerpos reales. Pero últimamente me he preguntado, ¿cómo odiar mis piernas si, aun con celulitis y estrías, son las que me permiten bailar? ¿cómo odiar mis brazos si, aún sin fortaleza, me permiten abrazar? ¿cómo odiar mi espalda chueca si, aún con su escoliosis, me permite mantener mi porte y la cabeza alta? Mi cuerpo es mi vehículo de movimiento, mi vehículo de expresión. ¿Para qué pierdo energía en odiarlo si me da tanto? Aparte, si algo he aprendido es que mi cuerpo me escucha. Desde que lo trato mejor, me trata mejor a mí de vuelta. Gracias por tanto, cuerpo.

7- Cuanto tiempo perdí viendo a otras mujeres como competencia. La necesidad de compararnos entre nosotras, de juzgar las decisiones ajenas, de opinar sobre sus cuerpos, sus pensamientos, sus acciones, es un método de control que disminuye nuestro poder. Hoy, con orgullo, puedo decir que poco a poco me he ido deconstruyendo. He entrado en contacto con la sororidad y el feminismo, que me han abierto los ojos y me han permitido ver muchísimo más amor, apoyo, fuerza y diversidad a mis alrededores, y no podría estar más agradecida. Entrar en un espacio, tanto interno como externo, de aceptación y apoyo me ha cambiado la vida, y no quiero regresar jamás. El feminismo es muchísimo más que solamente la lucha por la equidad de género, es un cambio de la formación social del término mujer, es un camino de aceptación, de control propio, de eliminación de odio. Ojalá todas puedan encontrar tanta tranquilidad aquí, como yo.

8- Entrar a la universidad cambió por completo mi manera de ver la vida. Nací, crecí y viví dentro de una comunidad pequeña, reservada, y cerrada. Por un miedo a la separación y a la asimilación, se ha creado una burbuja difícil de romper, repleta de apoyo y unión, pero también de una especificidad de ideologías, maneras de pensar, y reglas. Al entrar a la universidad mi visión se expandió panoramicamente. Conocí a gente increíble, nueva, original, quienes me han enseñado más sobre mí misma y mi entorno que nadie. Soy otra gracias a estas mujeres fuertes que me han guiado a pensar por mí misma, a romper implementaciones, a cuestionarme una y otra vez, a dejar de juzgar. Me da esperanza en la humanidad conocer a gente como ellas.

TESTIMONIALS

1- It took me a long time to listen to myself. I've always known that I wanted to be an artist, to be on stage, dance and act for a living. But when I grew up, I took it as childhood dreams, and I denied it to myself over and over and over again. But life kept giving me signs until, at last, I understood the importance of listening to my intuition. The decision to be in a play led me to know a world outside my bubble, which not only taught me a new environment, but also taught me an inner potential that I did not know, it taught me that I have been right all this time and that only I know what is best for me. It taught me the importance of listening to myself.

2- To be a better version of myself, I feel that the key is questioning. I have lived part of my life automatically, and it has been the time in which I have felt the emptiest. Entering this mental process of deconstruction, in which I stop taking things for granted and I ask myself: why did I think this? Why do I keep doing this? Why did I decide this? It has made me grow exponentially. It has not been easy, because I have had to face changes of ideas, the breaking of personal myths, questions from trusted people, but I think it is my responsibility to do so. Without questioning, there is no growth.

3-  I always said that I did not know whether to put the fact that I am so sensitive and sentimental in the column of virtues or the column of defects. She usually ended up putting it in flaws. I used to say: I am very loud. I get angry very easily. They hurt me easily. But that's not on my flaw list anymore. Now, more than ever, it is on the virtue side. Being so sensitive allows me to do what every artist longs for: feel. Yes, I feel the bad, but I feel the good even more. This sensitivity is what has guided me on the path of art, because it allows me to get in touch with who I am in the deepest part. I have learned that this is something much more unique than I thought, and I feel extremely fortunate to have this great quality.

4- Don't put down other women. United we are as strong as we can be, and if we are busy judging each other, we are only supporting the system that has done everything possible to make us less, to control us and to abuse us. The idea that you have to find your other half is a fabrication. You are as complete as you can be. If you can find someone who complements you, and accompanies you, extraordinary. But you don't need absolutely no one to fill a gap in you».

5- I was once asked what makes me a woman. It was a question that came as a surprise to me and that, even after having semi-answered it, left me thinking for days and days. Many hings make me a woman, including the social stereotypes implanted in me since I was born, as well as, in my case, my physiology. However, where I feel most like a woman, where I feel in contact with my femininity, with my power, with my purest and raw essence, is in dance. Throughout my life, the opinions and words of others, as well as those who have touched me without permission, have controlled my body. But when I dance, my body is more mine than ever. It's when I feel like a woman the most because I have complete control over who I am. I choose for myself. My body is mine, and nobody else's. My movements are mine, and nobody else's. My way of thinking is mine, and no one else's.

6- The path of self-love has been long and difficult. Since I reached the age of self-awareness and comparison, I have rejected my stretch marks, my cellulite, my 'fat' legs, my hip-dips, my flabby arms, my crooked back. It is easy for me to find myself defects, and how not to?, if we are surrounded by stereotypes and the lack of representation of real bodies. But lately I have asked myself, how can I hate my legs if, even with cellulite and stretch marks, they are the ones that allow me to dance? How can I hate my arms if, even without strength, they allow me to hug? How can I hate my crooked back if, even with its scoliosis, it allows me to keep my bearing and head high? My body is my vehicle of movement, my vehicle of expression. Why waste energy hating it if it gives me so much? Besides, if I have learned something, it is that my body listens to me. Since I treat it better, it treats me better back. Thanks for so much, body.

7- How much time did I waste watching other women as competition. The need to compare ourselves with each other, to judge the decisions of others, to give an opinion about their bodies, their thoughts, their actions, it’s a method of control that diminishes our power. Today, with pride, I can say that little by little I have been deconstructing myself. I have come into contact with sisterhood and feminism, which have opened my eyes and allowed me to see so much more love, support, strength and diversity in my surroundings, and I could not be more grateful. Entering a space, both internal and external, of acceptance and support has changed my life, and I never want to return. Feminism is much more than just the fight for gender equality, it is a change in the social formation of the term woman, it is a path of acceptance, of self-control, of elimination of hatred. Hopefully everyone can find as much tranquility here, as I do.

8-  Going to college completely changed my way of seeing life. I was born, raised, and lived within a small, quiet, and gated community. Due to a fear of separation and assimilation, a difficult bubble to break has been created, full of support and union, but also of a specificity of ideologies, ways of thinking, and rules. As I entered college, my vision expanded panoramically. I met amazing, new, original people who have taught me more about myself and my environment than anyone else. I am different thanks to these strong women who have guided me to think for myself, to break implementations, to question myself over and over again, to stop judging. It gives me hope in humanity to meet people like them.