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Este es un relato adaptado del relato de ‘’Metroid, Samus Zero’’, es decir, es casi el mismo relato (con algunos cambios). Hago esto para que leas el relato con la protagonista que más te guste.

En este relato Faye aún no conocía a los demás protagonistas de Cowboy Bebop, por lo que este relato se sitúa antes de la serie.

Nuestra cazarecompensas se encuentra en el espacio con su nave en busca de su siguiente objetivo pero repentinamente recibe un ataque sorpresa. Faye es muy talentosa y consigue esquivar la mayoría de misiles, pero algunos impactan en la nave, averiándola, por lo que decide realizar un aterrizaje de emergencia en el planeta más cercano.

El aterrizaje fue muy forzoso, la nave está en malas condiciones e impacta en el planeta con bastante fuerza. Aun así la piloto sale ilesa.

Tras aterrizar, Faye decide hacer un balance de los daños. Lo más preocupante era que el planeta no tenía una atmósfera respirable y la nave tenía grietas, por lo que el único oxígeno que podía respirar era el de su traje. Por otra parte, la nave no estaba totalmente rota, por lo que podía mandar un mensaje de auxilio, aunque no podía saber si tendría respuesta. Solo le quedaba esperar y explorar el planeta.

Tras un día completo en el planeta observó que era un planeta sin nada destacable, sin comida ni agua ni tampoco vida. Tampoco recibía respuesta de auxilio por lo que no tenía nada que hacer más que esperar. Ella tenía sed pero no era lo que más le preocupaba ya que le quedaban unas 20 horas de oxígeno. Ella confiaba en que la rescatasen por lo que no tenía miedo, pero era consciente de que podría ser de que no llegasen a tiempo.

Pasaron otras 16 horas y aunque intentaba arreglar la nave todo era en vano. Decidió quedarse sentada esperando para estar más tranquila y gastar menos oxígeno. Cada vez el aire de su traje era menos puro y su mente comenzaba a desvariar. Ella sabía que eso ocurriría ya que es una consecuencia de respirar menos aire del adecuado.

Otras 2 horas pasaron y Faye comenzaba a sentirse nerviosa, volvió a buscar por la nave algo que pudiese ayudarla pero no encontraba nada. Entre las piezas rotas encontró una especie de pistola láser que estaba rota por el impacto y no paraba de vibrar muy fuerte. En ese momento Faye tuvo una idea y comenzó a pensar que si iba a morir al menos podía darse placer con aquella pistola.

Normalmente Faye no hacía ese tipo de cosas y menos aún en un momento de emergencia, pero el oxigeno que quedaba en su casco era tan poco puro que comenzaba a perder la razón. La idea seguía rondando por su mente y entonces vio que el casco por primera vez le daba un aviso. ''Niveles críticos de oxígeno''.

Intento que aquello no le alterase y pensó que debía hacer algo para relajarse, la idea de masturbarse con aquella pistola cada vez cobraba más fuerza hasta que finalmente... se decidió.

Faye se sentó en el suelo y apoyó su espalda en la pared, abrió sus piernas y comenzó a tocar su vagina por encima del traje.

Aunque la ropa espacial de Faye parece robusta, es muy flexible y algunas zonas son especialmente sensibles, en este caso la zona de su vagina está hecha de forma que es muy cómoda y ligera, por lo que podía masturbarse bastante bien por encima del traje.

Faye comenzó a pasar sus dedos por su vagina e intentaba llegar al clítoris. Aunque comenzaba a darse placer, le frustraba no poder hacerlo totalmente desnuda. Seguía frotando cada vez con más intensidad la vagina, pero sabía que sin poder introducirse los dedos no podría llegar al clímax (y no podía quitarse el traje). Ella sabía que la única opción era aquella pistola que tenía cerca.

Cogió de nuevo lentamente la pistola, que seguía vibrando con mucha fuerza y se la acercó a su zona más intima. Decidió que sería el mango del arma la parte que haría contacto con el traje.

Cuando el mango tocó su vagina, Faye soltó una pequeña exhalación y separó rápidamente la pistola de su cuerpo. No esperaba que el contacto le diera tanto placer. Justo en ese momento el casco le dio un segundo aviso. ''Menos de una hora de oxígeno''.

Faye suspiró y decidió llegar hasta el final. Había podido comprobar que con esa arma podría llegar a correrse y eso decidió hacer. Volvió a llevar el mango a su vagina, esta vez apretó con menos fuerza, a veces separaba el arma para darse un respiro y otras lo frotaba por toda su vagina.

Toda aquella actividad aceleraba su respiración y eso no le convenía, pero poco le importaba. El placer cada vez era más intenso y ya comenzaba a apretar con fuerza el arma contra su vagina, buscando su clítoris y llegando la vibración hasta él.

No era la primera vez que ella se masturbaba pero esta ocasión era totalmente diferente. No era solo la situación, la falta de oxigeno añadía un punto de excitación extrema y extraña que no entendía pero que la estaba volviendo loca. Su respiración estaba demasiado acelerada y el orgasmo estaba cada vez más cerca. Faye se escurrió en el suelo y se tumbó, comenzó apretar muy fuerte la pistola contra su vagina y su cintura comenzaba a dar pequeños saltos.

El orgasmo estaba a punto de llegar. Faye daba bocanadas de aire muy fuerte y comenzaba a gemir, la falta de oxígeno hacía que perdiera parte del control de su cuerpo y entonces el momento llegó. Comenzó a correrse y a gemir de placer, su vagina comenzó a chorrear por todas partes y el traje se mojó por todos lados. Ella seguía apretando la pistola contra la vagina pero cuando comenzó el squirt sus manos comenzaron a temblar, la pistola se cayó y comenzó a temblar por el suelo sin poder controlarse, el placer era absoluto.

Tras unos segundos, intentó recobrar la compostura pero algo fallaba en su cuerpo, la falta de oxígeno. Intentaba dejar de temblar pero no podía. Aquello no era malo, no podía controlarse pero el orgasmo seguía, era algo mucho más intenso de lo habitual.

Pasó medio minuto de puro placer y entonces su mente comenzó a nublarse y desvanecerse. Era normal después de tanta falta de oxígeno. Comenzó a dejar de temblar y el orgasmo comenzaba a parar. Todo el suelo estaba mojado. Ella comenzaba a perder las fuerzas y a quedarse dormida.

Antes de perder la consciencia pudo ver como una nave de rescate estaba llegando en su ayuda.

FIN.

Ya sabéis, si queréis que continúe esta historia u otra déjamelo en los comentarios. Los miembros Galaxia y Universo tienen más poder para elegir que historias escribo.

También os agradeceré cualquier tipo de comentario que me dejéis. ¡Los leeré todos!


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