LOS VENENOS MÁS VENENOSOS (Patreon)

Siguiendo con mi misión de atormentar al mundo, he decidido hacer una lista de los 5 venenos más venenosos (me encanta decirlo así) del planeta, sooooo enjoy it:  

Toxina Botulínica.

Producida por Clostridium botulinum es la toxina más letal del planeta. Esta bacteria es anaerobia y ubicua, crece en los alimentos, sobre todo en conservas, mientras estos no estén en contacto con oxígeno. Son microorganismos capaces de realizar la fermentación, produciendo gas durante esta, por lo que si un envase estuviese contaminado, estaría hinchado.  

Es una neurotoxina de naturaleza proteica (vamos que es una proteína), con una toxicidad (DL50) de un nanogramo por Kg, por lo que basta con una dosis de 10-7 gramos para matar a alguien de 70 Kg. Provoca una parálisis nerviosa y muscular progresiva, ya que impide la liberación de acetilcolina (neurotransmisor), que acaba afectando a la función respiratoria.  

Una ínfima cantidad de dicha toxina está en el bótox, ya que este inhabilita la acción de ciertos músculos que si no causarían arrugas. Además, con dosis medidas muy cuidadosamente, esta toxina también se utiliza como antiespasmódico muscular o el estrabismo. 

Ricina.

Producida por Ricinus communis conocido comúnmente como ricino, esta planta sintetiza la toxina más letal producida por una eucariota y la segunda más venenosa de todos los seres vivos, se puede extraer de las semillas del ricino, encontrándose en los jardines de todo el mundo. Esta es de tipo proteico y actúa a nivel celular, inhibiendo la síntesis de proteínas.  

Su toxicidad (DL50) es de 1,20 miligramos si se ingiere y solo 500 microgramos si se inyecta o inhala. Los síntomas son diferentes dependiendo del tipo de exposición e incluyen: hemorragia intestinal, seguida de diarrea sanguinolenta, deshidratación, vómitos e hipotensión, produciendo una muerte poco agradable, con una agonía que puede durar hasta 10 días.  

Como se encuentra en todas partes, esta sustancia está muy ligada al mundo militar y criminal. Se desarrollo como arma biológica en la Primera Guerra Mundial, pero no se utilizó en esta. En la Segunda Guerra Mundial, EEUU diseñó bombas de racimo que liberaban ricina y se quisieron producir en masa, aunque no eran muy peligrosas, por lo que decidieron utilizar fosgeno, un gas venenoso.  

El asesinato con ricina más famoso fue el del disidente búlgaro Georgi Markov por parte de la KGB en 1978, que mientras esperaba un bus en Londres le dispararon al muslo derecho un pequeño perdigón de 1,52 mm empapado en ricina. Al poco tiempo comenzó a tener fiebre, lo ingresaron en el hospital y falleció a los 3 días. 

Batracotoxina.

Producida por algunas aves de Nueva Guinea y por la piel de las ranas colombianas del género Phyllobates. Es el veneno animal más potente que se ha descubierto, y consiste en un alcaloide neurotóxico que induce una despolarización muscular y nerviosa irreversible, impidiendo la transmisión del impulso nervioso hacia los músculos, provocando una hiperexcitabilidad de los tejidos cardíaco, nervioso y muscular, produciendo convulsiones, fibrilación, insuficiencia cardíaca, parálisis y muerte. Su toxicidad (DL50) es de 2 microgramos por Kg, por lo es tan letal que con solo 10 nanogramos de esta se puede matar a un ratón y para un humanito se necesitan entre 100y 200 microgramos.  

Las ranas criadas en cautividad no producen la toxina, por lo que esta no es producida por su metabolismo, si no que la obtienen por su dieta. Se he propuesto que el origen de la toxina son los escarabajos del género Choresine, que producen toxinas parecidas, aunque en menor concentración. Por lo que las aves y las ranas secuestran la toxina, metabolizan la batracotoxina (a la cual son inmunes), la concentran y la excretan por la piel.  

Los indígenas colombianos extraen el veneno de las ranas Phyllobates terribilis exponiéndolas al calor de una hoguera, lo cual hace que el veneno gotee de la piel del animal, para posteriormente untar con el sus flechas y dardos, por ello se conocen coloquialmente como ranas punta de flecha.  

Maitotoxina.

Producida por Gambierdiscus toxicus, un dinoflagelado. Estos son pequeños organismos acuáticos unicelulares que cuando se concentran en grandes cantidades en una masa de agua, tiñéndola de rojo, dando lugar a las conocidas mareas rojas, que producen intoxicaciones, tanto si bebes dicha agua como si consumes animales que viven en dicho hábitat, sobre todo los que se alimentan por filtración (almejas o mejillones), pues retienen a los dinoflagelados en su interior.  

La toxina se compone de 32 anillos de carbono, por lo que es una molécula grande y compleja. Provoca insuficiencia cardíaca y la muerte en poco tiempo, por inhalación, ingesta y contacto, siendo 2,5 nanogramos una cantidad suficiente para matar a un ratón, la dosis letal en humanitos es desconocida. 

Estricnina.

Producida por las semillas de Strychnos nux-vomica, un árbol conocido vulgarmente como nuez vómica que crece en el norte de Australia y en los bosques tropicales del sudeste asiático.  

Esta toxina es un alcaloide neurotóxico que ataca al sistema nervioso central, causa una contracción generalizada de la musculatura, pudiendo producir bradicardia, hipertensión, hiperreflexia, convulsiones que pueden durar hasta 3 horas y la muerte por asfixia por la contracción de los músculos del diafragma y del tórax. Su toxicidad (DL50) es de 1 miligramo por kilo de peso, por lo que se estima que la dosis letal para un ratón es de 25 microgramos y para los humanitos es de entre 50 y 100 mg.  

Esta sustancia se absorbe con rapidez a través del tracto gastrointestinal y de las mucosas, pero no por la piel. Una vez en el cuerpo, esta se distribuye rápidamente por los tejidos, metabolizándose en poco tiempo, eliminándose menos del 20% por la orina.