ELIAN III (Patreon)
Content
[ENG]
Collaborating with Elian has always been very motivational and inspiring. In general, whenever I think of a photo shoot the concept is what people want (for example, THEIR own space, THEIR clothes, THEIR ideas). But working with Elian invites me to create… An idea, a concept, or a mood. It forces me to use my imagination knowing that, whatever I bring to the table will be well received and the results will be amazing. This is because we understand each other, because of her look, her histrionic abilities to express herself very easily, and because she is an actress and a dancer she’s conscious of her body… Well, she’s an amazing person who’s very dedicated to everything. Even if it’s having to leave the photo shoot in an hour and a half or waking up at 5 a.m., Elian always delivers! And for the same reason, when we collaborated in this place when I thought about the main idea for the session, she was always present. And, because of that, I didn’t mind spending more money than expected. We even bought some outfits for the photos. And well, needless to say, the result is amazing! Almost 200 photos cause it was difficult to take out so many of them. I’m very happy with the results!
[ESP]
Hacer fotos con Elian siempre es motivador e inspirador. Por lo general, cuando pienso en hacer alguna sesión, trabajo con el concepto en base con lo que las personas cuentan (por ejemplo: SU espacio, SU ropa, SU idea), pero hacer fotos con Elian me invita a crear... una idea, un concepto, un mood. Me invita a meter imaginación con la confianza de que lo que proponga sé que se va a realizar de una manera chingona, ya sea porque nos entendemos muy bien, por su look, por sus habilidades histriónicas de pasar de una expresión a otra con total facilidad, o de saber que tiene muy buena consciencia corporal porque es actriz de teatro y baliarina… Bueno, es una persona increíble y a todo le pone empeño y dedicación, así haya que irnos hora y media fuera de la ciudad o levantarnos a las 5am, ¡Elian always delivers!
Y por lo mismo, cuando hicimos estas sesiones en este espacio la idea principal siempre fue con ella y por lo mismo no me dio codo invertirle al lugar e incluso compramos algunos outfits para las fotos. Y bueno, está de más decir que las fotos quedaron ¡hermosas! Son casi 200 fotos porque me costó un buen quitar tantas. ¡Quedé muy feliz con todo!
TESTIMONIALS
1- Something that made me begin to love my body was seeing it through dance. For example, I didn't like my legs, but since they were the ones that allowed me to jump, I began to grow fond of them. And that happened practically with my whole body. This became a feeling that, without dance I did not exist. It was what my body gave me, and suddenly, I hurt myself. I entered into a very big dilemma where I said: then, if according to me without dance I am not me, who am I now that I cannot dance? Little by little I understood that I am much more than my art. Yes, in all my art there is a part of me, but I am not just that, I am much more, and I cannot put that pressure on dance, making it responsible for my identity. It was one of the most important lessons that my injury left me: I will always be in my art, but I am much more than my art.
2- How complicated it is to have unconditional self-love. What does it depend on having self-love, or love for our body, for our essence? I lived through an injury that made me question everything. Seeing my body change, seeing it static and incapable of what I thought made me beautiful. I discovered that this dependency is dangerous, because everything is changing. We are changeable. Our bodies, our tastes, our environments, but I want to work so that self-love accompanies me in all those changes.
3- Making the decision to become an actress and dancer also meant removing hundreds of taboos I had about my body. How can I use my body as a work and creation tool if I don't feel it in complete freedom? Making the decision to embrace my body, my sensuality and sexuality, my autonomy, completely changed the way I lead my professional and personal life, and there is no turning back.
4- Oh, how long did I live really hating my freckles. I grew up hearing comments about how they made my face look dirty, that they looked like blemishes, that I would be pretty if I didn't have them. I remember that as a girl I said, very firmly, that as soon as I was an adult, I was going to remove them. I grew up, and I started to get a certain affection for my freckles. A little, but not enough. One day I uploaded a photo in which my freckles looked very prominent, and the feedback I received was completely unexpected for me. People comparing my freckles – something I hated for so long – with the most beautiful thing there is: the universe. They told me they were constellations, a night sky, galaxies. I cried. I would like to say that I alone managed to love my freckles, and that it was not from external approval, but it was through those comments that I decided that I would never hate my freckles again, because they are stardust, they are the art natural of my body.
5- Sometimes I get imposter syndrome, it's hard not to compare yourself. It's hard to believe it, it's hard to feel deserving. It's weird because I know I've worked really hard to be good at what I do. I train, I do my best, but, even so, I always feel that I lack something, and when someone else recognizes my effort, or I am in a project, or I find myself surrounded by other people who are dedicated to the same thing as me, I immediately feel I am small, feeling that I am not at their level yet. But how do I plan to be successful in the art world if I still feel like I don't deserve to be where I am? I don't know, I suppose it's something normal, that I'll work to resolve.
TESTIMONIOS
1- Algo que me hizo comenzar a amar mi cuerpo, fue verlo a través de la danza. Por ejemplo, no me gustaban mis piernas, pero como eran las que me permitían saltar, les empecé a agarrar cariño. y así prácticamente con todo mi cuerpo. Esto se convirtió en sentir que, sin danza yo no existía. Era lo que me daba mi cuerpo, y de pronto, me lastimé. Entré en un dilema muy grande donde decía: entonces, si según yo sin danza no soy, ¿quién soy ahora que no puedo bailar? Poco a poco entendí que soy mucho más que mi arte. Sí, en todo mi arte hay una parte de mí, pero yo no soy solamente eso, soy mucho más, y no puedo ponerle esa presión a la danza, responsabilizándola de mi identidad. Fue de las lecciones más importantes que me dejó mi lesión: en mi arte siempre estaré yo, pero yo soy mucho más que mi arte.
2-Qué complicado es tener amor propio incondicional. ¿De qué depende tener amor propio, o amor a nuestro cuerpo, a nuestra esencia? Viví una lesión que me hizo cuestionarlo todo. Ver a mi cuerpo cambiar, verlo estático e incapaz de lo que yo creía que me hacía hermosa. Descubrí que esa dependencia es peligrosa, pues todo es cambiante. Somos cambiantes. Nuestros cuerpos, nuestros gustos, nuestros entornos, pero quiero trabajar para que ese amor propio me acompañe en todos esos cambios.
3- Tomar la decisión de convertirme en actriz y bailarina también implicó eliminar cientos de tabúes que tenía sobre mi cuerpo. ¿Cómo puedo utilizar mi cuerpo como herramienta de trabajo y de creación si no lo siento en completa libertad? Tomar la decisión de abrazar mi cuerpo, mi sensualidad y sexualidad, mi autonomía, hizo que la manera en la que llevo mi vida profesional y personal, cambiara por completo, y ya no hay vuelta atrás.
4- Ay, cuánto tiempo viví realmente odiando mis pecas. Crecí escuchando comentarios sobre cómo hacían que mi cara se viera sucia, que parecían manchas, que sería bonita si no las tuviera. Recuerdo que de chica decía, con mucha firmeza, que en cuanto fuera adulta, me las iba a quitar. Crecí, y empecé a agarrarle cierto cariño a mis pequitas. Un poco, pero no lo suficiente. Un día subí una foto en la que mis pecas se veían muy resaltadas, y los comentarios que recibí fueron completamente inesperados para mí. Gente comparando mis pecas – algo que odié durante tanto tiempo – con lo más hermoso que existe: el universo. Me decían que eran constelaciones, un cielo de noche, galaxias. Lloré. Me gustaría decir que yo sola logré amar mis pecas, y que no fue a partir de una aprobación externa, pero sí fue a través de esos comentarios que decidí que jamás volvería a odiar a mis pecas, porque son polvo de estrellas, son el arte natural de mi cuerpo.
5- A veces me da el síndrome del impostor, es difícil no compararse. Es difícil creérsela, es difícil sentirse merecedora. Es raro porque sé que he trabajado mucho para ser buena en lo que hago. Me entreno, le echo ganas, pero, aun así, siempre siento que me falta, y cuando alguien más reconoce mi esfuerzo, o quedo en algún proyecto, o me encuentro rodeada de otras personas que se dedican a lo mismo que yo, inmediatamente me hago pequeña, sintiendo que todavía no estoy al nivel. Pero, ¿cómo planeo ser exitosa en el mundo del arte si sigo sintiendo que no merezco estar en donde estoy? No sé, supongo que es algo normal, que iré trabajando para ir soltando.