Home Artists Posts Import Register

Content

Antes de comenzar os recuerdo rápidamente que si prefieres escuchar este relato (como si fuese un JOI) en vez de leer, simplemente pulsa aquí (he subido a la vez la versión escrita y la versión audio).

Lo que vas a leer a continuación es el capítulo 16 de mi próxima novela, una novela muy novedosa donde el protagonista (tu) recibirás instrucciones específicas para masturbarte. Para leer los capitulos anteriores puedes hacer click aquí.


CAPÍTULO 16 – Una nueva vida

Al volver al lugar de reunión observaste que faltaban bastantes personas y el ambiente era más distendido. Elpha se acercó a ti en cuanto te vio.

-La reunión ha terminado, me han encargado que te cuente lo que hemos hablado aquí mientras Larfu y tú no estabais. – Dijo Elpha mientras volvía a abrazarte.

Una chica joven se acercó a vosotros.

-Si me lo permitís, voy a llevaros a vuestros aposentos.

Una vez más, comenzasteis a moveros por el castillo. Esta vez el camino te era familiar, pues los aposentos estaban en el mismo lugar que la habitación en la que despertaste. A Larfu le dieron una habitación cercana y Elpha y tu decidisteis dormir en la misma.

-Mañana os traerán el desayuno aquí a primera hora, a partir de entonces tenéis libertad para moveros por la isla cuando queráis. La isla no es grande así que si alguien os necesita os encontrarán rápido. – Dijo la chica que os acompañaba. – Si no tenéis más preguntas, me retiraré.

-No necesitamos nada más, muchas gracias. - Dijo Elpha.

La chica se retiró y se hizo el silencio. Por fin, pudiste abrazarte a Elpha sin miedo a nada. Ninguno dijo nada, solo un abrazo largo y sincero, seguido de besos y lágrimas de emoción.

Tras un buen rato, os tumbasteis en la cama para hablar de todo lo que había pasado hasta ahora.

-¿Entonces… ha ido todo bien en la reunión en mi ausencia? – Le preguntaste a Elpha.

-Sí, todo bien. Eso sí, tengo que contarte la parte de la historia que todavía no conoces. ¿Quieres que te la cuente ahora o prefieres descansar?

-Quiero descansar, pero me muero de ganas por saber lo que habéis hablado así que cuéntame.

Te echaste en la cama de lado, mirando a Elpha, que también se tumbó junto a ti para hablarte.

-Ahora que los aliados de los humanos te han encontrado, el siguiente paso es encontrar a la bruja elegida. En una situación normal esto no sería lógico, puesto que la gran mayoría de las brujas viven en el territorio de las brujas y seguramente la bruja elegida esté a favor del plan de esclavizar a los humanos.

Elpha no dejaba de mirarte a los ojos mientras hablaba contigo y su cálida mano se encontró con la tuya mientras ella seguía hablando.

-Para colmo, nuestros aliados tienen la gema de los humanos para encontrar al humano elegido, pero no tienen la piedra de las brujas para encontrar a la bruja elegida, así que, en un principio, todo pinta fatal.

-No parece un buen plan entonces. – Le dijiste extrañado.

-Sin embargo, hay algo que nos hace pensar que la bruja elegida está de nuestra parte. Según las brujas infiltradas, la bruja elegida ha desaparecido y es posible que el motivo sea que haya huido porque se opone al plan de su propia gobernadora.

-¿En serio? Entonces… si la encontramos y ella está de nuestra parte… ¿podríamos pedir como deseo que las brujas olviden su plan si lo hago con ella?

-No es tan fácil porque, aunque las brujas han perdido el control de los elegidos, tienen absolutamente protegido y defendido el monte del destino, que es el único lugar donde los elegidos pueden pedir un deseo, pero bueno… si la encontrásemos, estaríamos un poco más cerca de salvar a los humanos.

Elpha parecía un poco preocupada mientras contaba la historia.

-¿Estás bien? – Le dijiste mientras ponías su pelo tras su oreja con la mano que tenías libre.

-¿Si ahora mismo pudieses hacer realidad cualquier deseo? ¿Qué es lo que pedirías?

La pregunta de Elpha podía parecer hipotética y fantasiosa, pero te miraba con decisión y preocupación.

-Pues… no me ha dado tiempo a pensarlo, pero creo que sí, la paz entre humanos y brujas me parece un buen deseo.

-¿Y hace unos días? ¿Cuándo todavía estabas esclavizado? ¿Cuándo todavía no sabías que podías pedir cualquier deseo? ¿Qué hubieses pedido?

Empezabas a entender mejor a Elpha. Hasta hace solo unas horas su deseo era encontrarte y el tuyo era encontrarte con ella.

-Elpha, te quiero.

Dijiste esas palabras sin pensar demasiado. Ella dejo escapar algunas lágrimas al escucharte y apoyó su cabeza sobre tu pecho. Tú la abrazaste y comenzaste a acariciar su pelo. En esa posición, con todo el cansancio acumulado que teníais, os quedasteis dormidos.

Al día siguiente os trajeron el desayuno y poco después decidisteis explorar la isla. Para tu sorpresa, era enorme.

-La chica que nos trajo a nuestros aposentos dijo que la isla era pequeña. – Dijiste bromeando con Elpha.

-Quizás ella es una bruja.

-¿Y eso influye?

-Bueno, ella dijo que encontrarnos en la isla es fácil. Cuando tienes poderes, eso es muy cierto, al menos entre brujas.

Al final, aunque la isla parecía grande, los días comenzaron a pasar y al poco tiempo conocíais el lugar como la palma de vuestra mano. Durante vuestra primera semana en la isla os había dado tiempo a recuperar fuerzas, ánimos, y también vuestro deseo sexual como pareja. Follabais todos los días en los aposentos, varias veces al día, como lo hacíais en la antigua cabaña, de hecho, incluso de forma más salvaje que en aquel entonces.

Por otra parte, nadie os había buscado a Elpha ni a ti en todo este tiempo e incluso había días en los que ni siquiera veías a Larfu, aunque parecía feliz cada vez que te lo encontrabas. También habías podido conocer durante estos días a las personalidades más importantes de la isla, pero más allá de darte la bienvenida a la isla, no fueron conversaciones especialmente importantes.

Al octavo día, durante un paseo por la playa, os encontrasteis con Pikan, que parecía buscaros.

- ¿Qué tal parejita? – Dijo ella en tono jocoso.

-Muy bien. ¿Y tú? – Le dijiste a ella.

-Bien, pero tengo que hablar con vosotros. ¿Puede ser ahora?

-Sí, dime.

-Veréis, nos sabe un poco mal pedirle esto al elegido y a su pareja, pero en esta isla todos colaboramos de alguna forma para que todo siga funcionando bien.

-¡Sí! Llevamos ya aquí algunos días y queremos trabajar y ayudar todo lo posible. Si no hubieses venido tu hubiésemos preguntado nosotros a alguien que podemos hacer para colaborar.

-Estupendo, sin embargo, hay algo más que tengo que pediros. – Pikan comenzó a hablar un poco más débil y de forma más avergonzada.

-No te cortes. – Dijo Elpha a la joven chica.

-Veréis, normalmente cuando encontramos a un humano le damos libertad para escoger de qué forma quiere ayudarnos: cultivando hortalizas, cuidando de los animales, limpiando la isla, ejerciendo su anterior trabajo, etc. Además, otra opción que también solemos dar es la de colaborar en la sala de control de la isla.

Durante estos días de descanso aprendiste que la sala de control de la isla era el lugar donde Pikan te masturbó hace una semana, el lugar donde se controlaba la isla con ayuda de la magia de las brujas. Pikan siguió hablando.

-Sin embargo, me gustaría pediros personalmente a ambos que forméis parte del personal del equipo de control de la isla. Tanto al elegido por la increíble cantidad de poder mágico que contiene tu semen como a Elpha por ser una bruja, las únicas capaces de mover la isla.

Tras la petición de Pikan se hizo un improvisado silencio. Pikan, al darse cuenta volvió a hablar.

-¡Perdonad! Supongo que es algo que debéis hablar. No tenéis que responder ahora, eso sí, os pido personalmente por favor que nos ayudéis, nos vendría muy bien vuestra ayuda, cuando os decidáis, por favor, buscadme.

Pikan estaba preparada para marcharse, pero entonces Elpha habló.

-¡Espera! -Dijo Elpha para parar la marcha de Pikan. ¿Tú quieres colaborar verdad? – Dijo Elpha mirándote ahora a ti.

-Tener sexo con otras personas es sin duda una forma muy extraña de ayudar con esta guerra. -Le dijiste casi riendo con incredulidad a Elpha. - Pero si a ti te parece bien, me gustaría ayudar.

-No te preocupes por mí, no soy celosa. – Te dijo Elpha con una sonrisa sincera. Eso sí… ¿Te parece bien entonces que yo también ayude verdad?

-Faltaría más. Es más, me gusta la idea de que también estemos juntos en esto.

-¡Muy bien! – Interrumpió enérgicamente Pikan. - ¿Os gustaría venir ahora entonces a la sala de control? ¡Seguro que os dan una cálida bienvenida! ¡Jajajajaja!

El comentario de Pikan era una clarísima y erótica indirecta, pero a Elpha y a ti os pareció una buena idea.

-Es un poco repentino, pero por mi bien, dar tantas vueltas por la isla comienza a ser aburrido. – Dijiste en voz alta.

-Pienso igual, venga, vamos a la sala de control. – Respondió Elpha.

-¡Genial! Seguidme.

Una vez más, Pikan hizo de guía hasta la sala de control. Una vez allí Elpha se sorprendió con la calidez del lugar, su iluminación y… la cantidad de hombres y mujeres allí desnudos. A ti ya no te sorprendió igual puesto que ya habías estado allí, aunque seguía imponiendo encontrar un lugar como ese en lo más recóndito del castillo.

-¡Parad un momento lo que estéis haciendo! – Gritó Pikan en la sala.

-¡No estamos haciendo nada Pikan! ¡Te estábamos esperando! – Dijo una de las mujeres desnudas que estaban por allí.

Todo el mundo comenzó a reír. Era extraño como Pikan podía ser la jefa de todo aquello y al mismo que todos soliesen bromear un poco a su costa, aunque en el fondo hacía que aquello fuese un más acogedor, además de que a Pikan pareció no importarle en absoluto.

-Bueno, damas y caballeros. Lo he conseguido y ya han venido. Al elegido ya habéis podido conocerle, pero aquí tenéis también a la nueva brujita de la isla, dispuesta también a colaborar. ¿Seríais tan amables de desnudaros? La sala es muy cálida, no vais a pasar frio.

Aunque desnudarse frente a desconocidos podría parecer incomodo, cuando todos los desconocidos están desnudos lo que prefieres es desnudarte tú también lo antes posible y ser uno más.

Al desnudarte, observaste de ti mismo que aún no estabas erecto. No sabías si eso era algo bueno o malo, pero al alzar la vista viste que no había problema, ya que algunos hombres allí estaban bien duros y otros estaban con el pene flácido. Sin embargo, al mirar a los hombres uno a uno viste algo que llamó tu atención. ¡Era Larfu! ¡Estaba ya allí como uno más! Además, viste otra cosa que también llamo tu atención, todo el mundo estaba mirando al mismo sitio, a Elpha.

Al mirarla a ella de nuevo viste que ya estaba desnuda. Desnuda y bastante nerviosa. Incluso cubría un poco su vagina con las manos. Nunca la habías visto así de tensa. Ella ya se había desenvuelto al algunas situaciones sexuales muy extrañas y particulares, pero era comprensible que enfrentarse a una situación como esa por primera vez pondría nervioso o nerviosa a cualquiera.

-Vaya… cuerpazo. – Dijo Pikan realmente sorprendida.

Volviste a mirar a los demás. Posiblemente se sentían maravillados, como tú la primera vez que viste a Elpha desnuda. Su delgada figura era hipnótica, sus grandes pechos parecían sostenerse con una firmeza casi mágica y había puesto su largo pelo por delante de sus pechos para intentar taparlos un poco, pero sin éxito, ya que todos podían ver hermosos pezones, que estaban tan duros y apretados como el día que estuvisteis follando mojados sobre la barca.

Al seguir haciendo un recorrido por su cuerpo con la vista, viste algo vergonzoso. Ella no se estaba tapando la vagina por vergüenza. Bueno sí, pero no por una timidez infantil, sino porque le avergonzaba mostrar que ella… ya estaba excitada y mojada. Muy mojada.

Sabías que a Elpha le gustaba mucho el sexo, pero no conocías esa faceta suya, o al menos no esperabas que su cuerpo reaccionase así ante la situación que se os presentaba. Eso te excitó, lo que hizo que tu polla se comenzase a empalmar.

Algunas chicas se acercaron a Elpha para darle un poco de apoyo, pero también para seguir encendiéndola.

-No te preocupes, yo estaba nerviosa también la primera vez que estuve aquí. -Dijo una de las chicas a su alrededor.

-La primera vez que vine me puse tan nerviosa que salí de aquí desnuda y corriendo, pero con el tiempo me armé de valor y volví y ahora soy muy feliz en este lugar. – Dijo una segunda chica.

-Si en algún momento quieres irte puedes hacerlo, nadie va a retenerte, solo queremos que estes cómoda. – Dijo otra.

Todas parecían apoyarla con sinceridad, pero también la tocaban. Primero abrazándola y acariciándola, pero poco a poco comenzaron a besarla y a tocar partes de su cuerpo más sensibles y erógenas.

-Ahh…… - Suspiró Elpha.

Una de las chicas apartó las manos de Elpha y otra comenzó a tocar su vagina.

-Ahhhhhhhh…. – Volvió a suspirar Elpha un poco más fuerte.

-¿Te gusta? – Le dijo la chica que estaba comenzando a meter sus dedos en su vagina.

-Siii…… mucho……

En ese momento, Pikan llamó tu atención agarrándote de la mano.

-Sígueme. -Te dijo silenciosamente.

De un pequeño tirón, te hizo sentarte en una cama y ella se sentó a tu lado. ¿En qué momento Pikan también se había desnudado? Estaban pasando tantas cosas que solo podías dejarte llevar.

-El otro día las chicas ya te vieron en acción, ahora toca ver a Elpha. – Susurró Pikan en tu oído.

Al volver a alzar la vista, había tantas chicas rodeando a Elpha que apenas podías verla. Solo podías oírla y por su forma de gemir podías entender que ella estaba llegando al orgasmo. Tu polla se ponía cada vez más dura al ver tantas mujeres alrededor el Elpha dándole placer. Una de las chicas que estaba con Elpha comenzó a hablar.

-Elpha, ahora vamos a llevarte a la “camáquina”, no te preocupes, es un lugar muy cómodo.

Las chicas se separaron y llevaron de la mano a Elpha a un lugar que, más que una cama, parecía un potro. Es decir, uno de esos muebles de gimnasia con 4 patas y acolchados que suelen usarse para saltar por encima, aunque este parecía ser más cómodo y estar a más baja altura.

-Túmbate aquí boca abajo. – Dijo la chica que acompañaba a Elpha.

Elpha apoyó su cuerpo en aquel lugar y entonces… te excitaste todavía más. Entendiste rápidamente para que servía aquel aparato. Elpha estaba en la posición y altura perfecta para ser follada. Era como estar a 4 patas, pero no necesitaba hacer fuerza con las manos ni con los pies para sostenerse, aquel mueble permitía que ella estuviese mucho más cómoda, ya que lo único que tenía que hacer era apoyar allí su cuerpo. Y lo mejor de todo era ver como su cintura quedaba a la altura perfecta para que cualquiera pudiese metérsela estando de pie.

-¿Estás bien Elpha? ¿Cómoda? ¿Nerviosa? – Dijo la chica que estaba ayudando a Elpha.

-Estoy muy cachonda y nerviosa. ¿Van a follarme ahora verdad? -Dijo Elpha con algo de risa y nerviosismo mientras todos veían como su coño abierto chorreaba de excitación.

-Sí, ahora los chicos van a follarte, pero no te preocupes, son muy amables. Si en algún momento quieres parar o descansar solo tienes que decirlo. – Dijo la chica mientras acariciaba la espalda de Elpha.

-Muy bien. – Respondió Elpha.

-De todas formas, antes de empezar, quiero enseñarte algo. El lugar donde estas apoyada es el único lugar desde el que se puede controlar la isla. ¿Te atreves a intentar mover la isla ahora hacia delante?

-¿Ahora? – Dijo Elpha extrañada.

-Si. Aunque parezca que este lugar es solo una orgia loca, realmente te hemos traído porque necesitamos a más brujas para mover la isla.

-No sé muy bien cómo hacerlo.

-No es complicado, imagina que de verdad puedes mover la isla y usa tu magia.

-Muy bien, voy a intentarlo.

Tras unos segundos de concentración, repentinamente, un pequeño acelerón se sintió en la sala. Todo el mundo quedó sorprendido.

-¡Increíble! ¡Lo hemos notado! – Dijo alguien en la sala.

-¿Será por el semen del elegido? ¿O es ella una bruja muy poderosa? – Dijo otra persona.

-¿Lo hice bien? – Preguntó Elpha.

-Eres la persona que más rápido ha conseguido mover la isla, incluso hemos notado el movimiento. ¿Puedes intentar moverla más rápido?

-Creo que no, hoy no tengo mucho poder, todavía no lo he hecho con el elegido.

-Bueno, no te preocupes, para eso estás aquí tumbada. Ahora los chicos van a ponerte las pilas… si te parece bien.

-Vale… - Dijo Elpha tímidamente.

Elpha Seguía estando apoyada “a 4 patas” sobre aquel aparato y la chica que la acompañaba se sentó a su lado. Ahora, eran algunos hombres los que se levantaron y se pusieron a su alrededor.

-Hola Elpha, si te parece bien, voy a empezar yo. -Dijo uno de los hombres que se levantó.

-No puedo verte desde aquí, pero…vale. - Dijo ella.

De repente un escalofrío pasó por tu cuerpo. Sabías que algo así tenía que suceder, pero ahora ese momento se estaba materializando, un montón de hombres se iban a follar a Elpha delante de ti. No sabías muy bien como sentirte, pero tu polla estaba más dura que nunca y Elpha parecía muy excitada.

-No te preocupes, los conozco a todos, ninguno va a hacerle daño. -Te dijo Pikan mientras comenzaba a acariciar tu pierna a tu lado.

El hombre que iba a follarse a Elpha se puso detrás de ella, justo frente a su cintura, y se masturbó un poco delante de Elpha antes de meterla. El corazón te iba a mil por hora, seguías sin saber si te gustaba o no ver aquella escena. Elpha iba a ser follada por un montón de hombres.

-¿No puedo ir yo también? – Le dijiste a Pikan.

-Hoy no. Quiero que Elpha conozca a los chicos. Y no te preocupes, a cambio yo también te daré un poco de placer hoy. – Dijo Pikan acercando poco a poco sus caricias hasta tu polla.

Acción: Comienza a masturbarte lentamente.

Cuando Pikan comenzó a masturbarte miraste a tu alrededor. Nadie parecía prestaros atención, todo el mundo miraba con entusiasmo a Elpha y al hombre con el que iba a follar. ¿Por qué Pikan te estaba masturbando? No lo entendías muy bien, pero te gustaba mucho la suavidad con la que lo hacía.

Por unos segundos te dejaste llevar por el placer que la mano de Pikan te estaba dando, pero viste algo que reactivó tu atención. Aquel hombre junto a Elpha estaba a punto de meterla.

Desde el ángulo en el que estabas, no pudiste ver bien su pene, pero si podías ver su complexión. No era muy atlético y tenía poco pelo, pero parecía alguien amable y cordial por sus palabras y aspecto.

Aquel señor puso una de sus manos en la cintura de Elpha y la otra en su pene para atinar con más facilidad la penetración. Pudiste ver como su polla hizo contacto con los labios de su coño en busca de un lugar en el que hacerse hueco. No necesitó mucho tiempo para encontrarlo. Cuando su pene encontró el lugar, la metió con decisión.

-Ahhhhhh…… - Suspiró Elpha.

Al meterla, el hombre soltó su polla y usó las dos manos para agarrar a Elpha desde la cintura y empezar a follarsela. Ver aquello te puso más cachondo todavía.

-Ahora mismo la isla se está moviendo a 15 kilómetros por hora gracias a la magia que ha usado Elpha. – Dijo la mujer que estaba sentada junto a ella. – Cuando Jon se corra y te de su semen quiero que intentes ir un poco más rápido.

-¡Ahhh!... Vale…. – Respondió Elpha como pudo.

Para tu sorpresa, aquel señor, que había empezado a penetrar a Elpha a un ritmo suave, hizo algunos movimientos extraños durante el acto sexual y, tras esos movimientos, sacó su polla.

-Jon es bastante precoz, por eso suele empezar él. – Dijo Pikan.

Algunas gotas de semen salían del coño de Elpha. Jon se había corrido dentro de ella en un tiempo record.

-¡Siguiente! – Dijo la acompañante que estaba junto a Elpha.

Otro de los hombres que estaba por allí se acercó a ella. Curiosamente era un hombre bastante bajito, por lo que incluso necesitó un pequeño taburete para que su pene quedase a la altura del coño de Elpha.

Esta vez sí te dio tiempo a ver el tamaño de su pene, que te pareció sorprendentemente pequeño. No pudiste evitar pensar que quizás no fuese suficiente para Elpha, aunque tampoco estabas del todo seguro.

-¿No te gusta ver a Elpha con otros hombres? ¿Estás celoso? – Susurró Pikan traviesa mientras seguía masturbándote.

-No. Bueno, creo que no. No me importa.

-¿Y te gusta ver como otros hombres van a follarsela? – Dijo con aún más picaresca.

No pudiste responder por el simple hecho de que no sabías la respuesta. ¿Te gustaba ver como un grupo de hombres se la follaban sin parar? Al pensar en esas cosas, tu mente inconscientemente volvió a pensar en lo bien que se sentía la mano de Pikan.

-¿Por qué me estás masturbando? – Le preguntaste a Pikan.

-Yo… me siento mal por lo del otro día. Te hice sufrir bastante con mi técnica de masturbación, así que… quería compensarte.

Antes de que pudieses decir nada, Pikan se levantó de la cama, te separó las piernas, se puso de espaldas e hizo un amago de sentarse sobre tu polla. Sin embargo, al sentarse, no buscó que penetrases su coño, si no que atrapó tu polla cerrando los muslos de sus piernas. Una vez sentada sobre ti, volvió a hablar.

-Espero que esto te guste.

Acción: Mastúrbate a velocidad media.

Pikan comenzó a subir y bajar sobre ti, como si estuviese follando, pero no era una penetración lo que ella hacía, si no una especie de paja con sus piernas. De hecho, no era solo con sus piernas, también podías sentir los labios de su coño en la parte más superior de tu pene. Tu polla estaba atrapada entre sus muslos y su vagina. Lo que te estaba haciendo se sentía increíblemente bien.

Lo que tenías ahora en primer plano era la bonita espalda y el lindo pelo de Pikan frente a ti, unas vistas hipnóticas que te excitaban muchísimo, pero antes de quedar totalmente absorto escuchaste unas palabras que volvieron de despistarte.

-¡Siguiente!

¿Habían vuelto a correrse dentro de Elpha? ¿Había pasado mucho tiempo o era otra eyaculación precoz? Esta vez con las cosas que Pikan te estaba haciendo eras incapaz de saberlo, aunque lo que si pudiste ver era al siguiente tipo. Un hombre calvo y musculado con una polla enorme, como la de Larfu.

Cuando aquel hombre la metió en Elpha viste que no solo tenía una apariencia ruda, también fue rudo al meterla.

-¡AHHHH! Exclamó Elpha.

La conocías bien como para saber que aquello sí que le había gustado. Aquel tipo comenzó a follársela con mucho ímpetu y fuerza. En ese momento, también comenzaste a sentir algunas cosas en tu entrepierna. Era Pikan, que con sus manos libres comenzó a acariciar tus huevos mientras seguía subiendo y bajando sobre ti.

Acción: Acaricia tus huevos mientras sigues masturbándote a velocidad media.

Otra vez tu atención se perdió y volviste a centrarte en Pikan. Su torso delgado y pequeño frente a ti subiendo y bajando sin parar te estaba poniendo muy cachondo. Además, no eras el único. El hecho de que su vagina estuviese frotándose con tu polla estaba haciendo que ella también se estuviese mojando bastante, podías sentirlo. Casi inconscientemente, llevaste tus manos a sus pechos. Ella no pudo evitar gemir.

-Ahhhh…. – Exclamó Pikan.

Algunas personas os miraron. Pensaste que quizás estabas robándole el protagonismo a Elpha, pero al mirar a tu alrededor, viste que también otros estaban follando o masturbándose mientras veían a Elpha.

-¡OHHHHH!

Ahora era Elpha la que volvía a gemir con fuerza. La conocías lo suficientemente bien como para saber que estaba gozando mucho de aquel tercer polvo.

-Ahhhhhhhhhh…. Suspiró de nuevo Pikan.

La situación te estaba volviendo loco. Si todavía no te habías corrido era posiblemente por la extraña forma en la que Pikan te estaba masturbando, que, si bien era placentera, de alguna forma te permitía todavía aguantar.

-¡No hagas eso! -Dijo el tipo que estaba follando con Elpha.

Al mirarlo, viste como otra chica diferente se había acercado a aquel musculoso calvo, estaba metiéndole la mano entre las nalgas.

-Si no te hago esto no vas a terminar nunca. – Dijo aquella chica.

¿Había una mujer metiéndole un dedo en el culo a aquel tipo mientras follaba con Elpha? En cualquier caso, se notó como el subió el ritmo repentinamente para después parar en seco.

-¡Siguiente!

Aquel tercer hombre le había dado bastante caña a Elpha, pero la conocías bien como para saber que todavía podía y quería seguir. Una cuarta persona se acercó para follar con ella, pero cuando quisiste ver cómo era, Pikan volvió a distraerte con algo nuevo. Ella seguía teniendo tu pene entre sus piernas, pero había subido un poco más de lo normal y tu polla pareció escaparse del lugar donde estaba atrapada, sin embargo, sin perder la postura, Pikan cogió de nuevo tu polla para esta vez meterla directamente en su coño.

Poco a poco volvió a bajar su cuerpo y sentiste como tu polla, ahora sí, comenzaba a abrirse paso por su vagina. Una vez que empezó a entrar, ella soltó tu polla y puso sus dos manos en tus rodillas para bajar poco a poco sobre ti.

Su coño estaba especialmente apretado. ¿Era porque ella era pequeña? ¿Tal vez estaba nerviosa? No podías saberlo, pero se sentía muy bien y parecía que a ella también le estaba gustando.

-Aaa…aaaa…aaaaaa… - Decía Pikan temblando.

Ella consiguió meter tu polla hasta el fondo de su coño y después, poco a poco, comenzó a subir y bajar. Era increíblemente placentero que ella lo hiciese de espaldas a ti de esa forma en aquella situación. Podías sentir que no te quedaba mucho para terminar.

-¡Ummmmmmmm ohhhhhh!

Elpha dio el gemido más grande que habías escuchado hasta ahora, por lo que volviste a prestarle atención. El cuarto tipo con el que lo estaba haciendo parecía alguien normal, de mediana edad, moreno y de complexión delgada, pero no musculoso. Aun así, había algo que lo diferenciaba del resto, se estaba follando muy rápido a Elpha.

-¡Ah ah ah ah ah ah! -Suspiraba Elpha sin parar.

Sus gemidos parecían un afrodisiaco que afectaba por toda la sala, incluyendo a Pikan, que ahora parecía moverse también más rápido sobre tu polla.

Acción: comienza a masturbarte rápido.

El hecho de estar mirando de nuevo a Elpha te desconcentró tanto que durante unos segundos dejaste de tocar los pechos de Pikan, pero ella cogió de nuevo tus manos y las llevó de nuevo hasta sus pezones. Parecía que le gustaba como la estabas tocando.

-¡Ahhhhhhhh! -Gemió Pikan.

Sin embargo, cuando Pikan recuperó tu atención decidiste subir el nivel. Ahora no ibas a tocar sus pechos, ibas a agarrarla y a ser tú el que se moviese para follar. La abrazaste rodeándola con tus brazos hasta casi sostenerla y empezaste a mover la cadera. Pudiste notar de inmediato como eso la volvió loca.

-¡Ohhhhhhhhhhhhhhhh!

Pikan agarraba con fuerza tus brazos, intentando indicar que quizás lo estabas haciendo muy rápido, pero su forma de gemir no engañaba a nadie, le estaba encantando como lo estabas haciendo.

-¡Ummmmmmmmmmm!

Ahora era Elpha la que volvía a gemir. Para tu sorpresa, cuando volviste a mirarla, te sorprendió un nuevo panorama. Había dos hombres follando con ella. Uno seguía haciendolo desde detrás y el otro recibía una mamada de ella por delante. Ver eso te puso más cachondo todavía, por lo que subiste el ritmo.

Acción: mastúrbate muy rápido.

-¡A….a….a….a….!

Pikan estaba temblando. Posiblemente se estaba corriendo y estaba tan excitada que ni siquiera podía gemir.

-¡Ummmm ummmmmmmm!

Elpha si que gemía con gran fuerza y sabías lo estaba gozando como una loca, pero la polla que tenía en la boca hacía que sus gemidos no se escuchasen tanto.

-O…o…o….o…. – Suspiraba Pikan.

-¡Ummmmmmmmmm! -Exclamaba Elpha.

-¡Ohhhhhh! -Dijo Pikan temblando.

Definitivamente ibas a explotar, ya no podías aguantar más, por lo que cogiste a Pikan y la empujaste hasta el fondo al sentir que ibas a correrte.

Acción: Córrete.

El cuerpo de Pikan se sentía tan débil mientras te corrías que parecía que si no la sostenías podría caerse hacia delante, pero, aun así, su coño se sentía más apretado y mojado que nunca.

-¡AAAAAhhhhhhhhh!

La que si podías escuchar gemir como loca mientras te corrías era a Elpha, que también estaba llegando al orgasmo.

-…

Pikan seguía sin decir nada, pero sus piernas temblaban y su coño se contraía sin parar, sin duda estaba teniendo un gran orgasmo, aunque silencioso. Ella se echó hacia atrás con las fuerzas que le quedaban para apoyarse en tu cuerpo mientras tu podías sentir como todavía algunos impulsos de tu semen seguían saliendo dentro de ella.

-¿Puedes seguir Elpha? – Le preguntó la mujer que estaba a su lado.

Antes de que Elpha pudiese responder, otra mujer habló.

-Espera, será mejor que no siga.

-¿Por qué?

-Elpha está moviendo la isla muy rápido. A unos 50 Km/h, nunca habíamos ido así.

-¡Wow! Vale, hagamos una pausa. Aun así, si quieres podemos seguir Elpha, pero sin que sigas usando tu magia.

-Bueno, creo que prefiero un descanso. – Dijo ella mientras limpiaba algunos restos de semen en su boca.

-Muy bien. Lo has hecho con 5 hombres en un momento, no está nada mal, yo no pude con tantos la primera vez. ¿Puedes levantarte?

-Creo que sí.

Elpha se levantó con suavidad y un gran chorro de semen salió de su coño al hacerlo. Eran 4 buenas corridas las que había recibido en solo un rato. Al levantarse, se acercó a ti lentamente y te vio con Pikan.

-Veo que tú también lo has pasado bien. -Dijo Elpha algo cansada, tomándose la confianza de tirarse en la cama a tu lado para descansar.

Pikan, al verla, intentó recobrar la compostura y probó a levantarse, aunque le costó bastante. Se notaba que seguía disfrutando de lo que habíais hecho hace solo un momento. Además, aunque se levantó, no pudo evitar también tumbarse al otro lado de tu cama. Finalmente tú, también exhausto, te echaste hacia atrás para quedar tumbado entre ellas.

Te costaba computar todo lo que había pasado hace solo un momento, era una especie de fantasía sexual casi indescriptible que ni en tus más extraños sueños podrías haber imaginado. Para colmo, algunas chicas que estaban alrededor se acercaron a vuestra cama y una de ellas preguntó.

-¿Puedo hacerte una mamada?

-¡Yo también quiero! -Dijo otra antes de que pudieses responder.

Hagámoslo entre las dos. Bueno, si al elegido le parece bien. – Dijeron mirándote, esperando tu respuesta.

Tu, casi sin pensarlo, asentiste, aunque también avisaste de algo.

-Vale, pero acabo de correrme hace solo un momento.

-No pasa nada, nosotras nos encargamos. - Dijeron las dos chicas.

-Pikan, el elegido se ha corrido dentro de ti ¿verdad? -Preguntó, otra de las chicas.

-Sí. Chupa mi coño también si te apetece. -Dijo Pikan con naturalidad.

Por último, una última chica miró a Elpha.

-¿Puedo yo también? -Dijo con timidez.

-Vale. – Respondió Elpha.

En solo un instante, un montón de jóvenes y hermosas brujas y mujeres estaban allí chupando tu polla y el coño de Elpha y Pikan, que estaban a cada uno de tus lados. Definitivamente aquella orgia era mejor que el mejor de tus sueños.


----------------------------------------------

Esto es todo por ahora, espero que os haya gustado este capítulo.

Recordad que mi primera novela erótica "Cómo me convertí en Maid Sexual" ya está disponible en Amazon España y en Amazon Internacional y si eres miembro de mi Patreon puedes leer la novela completa gratis haciendo click aquí.

Files

Comments

No comments found for this post.