Home Artists Posts Import Register

Content

Antes de comenzar os recuerdo rápidamente que si prefieres escuchar este relato (como si fuese un JOI) en vez de leer, simplemente pulsa aquí (he subido a la vez la versión escrita y la versión audio).

Lo que vas a leer a continuación es el capítulo 11 de mi próxima novela, una novela muy novedosa donde el protagonista (tu) recibirás instrucciones específicas para masturbarte. Si no has leido los capitulos anteriores puedes hacer click aquí.

CAPÍTULO 11 – Despertar

Ha pasado un día desde que Sabrina regresó al pueblo. En ese tiempo ella apenas os ha dado un respiro, habéis estado follando sin parar. Cuando no lo hacías tu lo hacia Larfu y viceversa.

Sin embargo, esta vez algo era distinto, el hechizo de esclavitud que te poseía se había roto y habías recuperado el conocimiento y la voluntad. Aún así, lo mas prudente era fingir que seguías hipnotizado. Al contrario que la primera vez con Elpha, ahora si lo hacías de forma convincente y creíble. Sabrina no sospechaba nada.

Pero eso no era todo, ¡habías vuelto a ver a Elpha! ¡ella está bien y para colmo planea rescatarte! Volver a verla te hacía feliz, pero temías por ella. Infiltrarse en el pueblo solo para verte era muy arriesgado. ¿Cómo pretende sacarte de allí?

-Voy a salir un rato. Descansad porque cuando vuelva seguiremos follando. Tengo ganas de repetir la penetración doble. – Dijo Sabrina efusivamente.

Tras el comentario, ella salió de casa. Desde la ventana pudisteis ver como marchaba hacia las afueras del pueblo. Cualquiera que fuese el asunto que la hizo salir, no parecía que fuese breve. Larfu y tu volvíais a quedar a solas.

Tras unos minutos de descanso tu mente comenzó a llenarse de ideas y pensamientos. Querías mirar por la ventana, imaginando que Elpha estuviese por allí vigilándote, pero no convenía hacer movimientos sospechosos, aunque... ¿Qué ocurriría si actuases de forma extraña? Larfu no debería tener la capacidad de chivarse o sospechar…

Aunque querías tranquilizarte, no podías evitarlo, querías hacer algo para intentar facilitar el rescate de Elpha. Tras sopesarlo detenidamente, decidiste probar algo bastante sencillo, hablar con Larfu. Aunque parecía arriesgado, posiblemente no pasaría nada. Si su hipnosis era como la que habías tenido nada debería sorprenderle, aunque estuviese fuera de lugar.

Te acercaste a Larfu con sutileza y le dijiste:

-Hola.

Aunque fue una palabra simple y sencilla, pudiste sentir una ligera reacción en Larfu, como si por un instante hubiese abierto los ojos de sorpresa, pero no hizo nada más, lo que te hizo sentir que tu saludo no había funcionado. Aun así volviste a intentarlo:

-¿Cómo estás?

No hubo respuesta y decidiste abandonar. El resultado de tu experimento había fallado, aunque era lo esperable. Pero entonces…

-¿Has perdido la hipnosis? – Respondió Larfu.

¡Sorpresa! Larfu respondió a tu pregunta. ¡Pero su pregunta era muy peligrosa! Jamás imaginaste que él reaccionase así. En un instante, pasaste de tener valor para arriesgarte a cagarte casi literalmente de miedo. Tu reacción fue la de sentarte e ignorarle.

-Yo tampoco estoy hipnotizado. – Insistió Larfu.

-…¿En serio? – Le dijiste sorprendido.

-En serio.

La sorpresa era tal para ambos que no sabíais que decir. Al volver a mirarle viste que los ojos de Larfu parecían llorosos. Él, al percatarse, volvió a hablar.

-Que bien se siente poder hablar con alguien sin miedo, llevo 3 años fingiendo estar hipnotizado.

-¿Tres años? -Tu sorpresa era cada vez mayor.

-Sí. ¿Y tú?

-Yo perdí ayer la hipnosis, mientras lo hacíamos con Sabrina.

-¡Vaya!

De nuevo un pequeño silencio, ambos necesitabais digerir toda la información.

-Creo que sé que es lo que pudo quitarte la hipnosis. – Dijo Larfu.

-¿El qué?

-El beso que Sabrina te dio. Yo también perdí la hipnosis con un beso suyo.

Lo que decía tenía sentido, tus primeros momentos de lucidez fueron tras su beso.

-¿Y tú? ¿Por qué no has escapado en 3 años? -Le dijiste extrañado.

-¿Escapar? ¿En serio crees que se puede escapar de las brujas?

-Pues… -No supiste que más decir.

-Aunque tampoco me guste del todo, al menos aquí tengo comida, techo y sexo. Además, voy a poder hablar contigo a partir de ahora. Eso me gusta bastante.

Con su respuesta te diste cuenta que la mentalidad de Larfu era la de estar allí para siempre.

-Tengo que contarte algo más. – Le dijiste algo preocupado. -¿Recuerdas la bruja anciana de ayer?

-Sí.

-Esa bruja… no sé ni como explicar todo esto. Esa bruja vivo para buscarme, era una bruja con la que vivía en el bosque sin estar hechizado.

Larfu quedó estupefacto.

-¿Tenías familia o pareja antes de conocerla? ¿Antes de la llegada de las brujas? -preguntó Larfu con curiosidad.

-No, no tenía. ¿Y tú?

-Yo tampoco. Pero tú, entonces… ¿Ella te obligaba a vivir juntos?

-No. Todo fue una serie de casualidades.

-Entonces…

Larfu no paraba de repetir la palabra “entonces”. Era lógico, la historia que le estabas contando sorprendería a cualquiera.

-Entonces... eres un tipo con suerte. – Concluyó Larfu.

-Bueno… si, supongo que sí.

-¿Y… te gusta? ¿Incluso siendo tan vieja?

-¡No! Ella en realidad no es vieja, es muy hermosa, no se cómo consiguió parecer vieja.

-¿Cómo?

La confusión fue lo suficientemente divertida como para conseguir haceros reír a ambos. Era la primera vez que reías así en mucho tiempo.

-¡Eres un maldito tipo con mucha suerte!

-¿Te gustaría intentar escapar conmigo?

Tu repentina pregunta le hizo dudar.

-Yo… no lo sé. Creo que es demasiado arriesgado. Incluso también lo pienso para ti, aunque tu al menos tienes algo por lo que luchar.

-Piénsalo. De todas formas, no sé lo que Elpha habrá pensado para escapar, quizás no podamos ayudarte.

-No te preocupes. Agradezco tu oferta, pero necesito pensarlo.

Larfu y tu seguisteis charlando un buen rato, como si hubieseis sido amigos de toda la vida. Aunque vuestra libertad estaba completamente limitada, la conversación os hizo sentó muy bien tras tanto tiempo sin poder hablar con normalidad con otro humano.

-Alguien viene, debe ser Sabrina. – Dijo Larfu mientras miraba por la ventana.

-Separémonos un poco.

Ambos os sentasteis donde solíais desacansar y os mentalizasteis para volver a parecer hipnotizados. Cuando Sabrina llegó, lo hizo con fuerza, dando un portazo y hablando alto.

-¡Ya estoy aquí! Que ganas de llegar a casa. Estamos teniendo un problema con una fugitiva y estoy harta.

Seguramente se refería a Elpha. Te preocupaba que siguiesen buscándola, pero por sus palabras intuías que todavía no habían dado con ella.

-Mientras volvía he estado pensando lo que podemos hacer ahora para follar y he tenido una idea. Venga, vamos a la cama.

Larfu y tú os levantasteis con firmeza, pero sin saber muy bien que hacer, esperando órdenes más detalladas de Sabrina.

-Vamos a intentar de nuevo una penetración doble, pero esta vez de otra forma. Quiero que os subáis a la cama y os sentéis en ella mirándoos de frente.

Acataste su orden de forma literal y te sentaste en la cama con las piernas cruzadas mirando hacia Larfu, que se puso al otro lado de la cama. Sin embargo, Larfu hizo algo diferente, se sentó con las piernas abiertas mirando hacia ti.

-Parece que Larfu ya lo está pillando. Ahora que estáis así, quiero que juntéis vuestras pollas para poder meterme las dos a la vez.

ACCIÓN: Busca un objeto con forma fálica (o simplemente alargado) para simular el pene de Larfu antes de seguir leyendo. Después, siéntate desnudo sobre la cama como se describe a continuación.

Para hacer lo que Sabrina había pedido no tenías más remedio que abrir las piernas como había hecho Larfu. Una vez en esa posición ambos os acercasteis bastante, pero para conseguir que vuestros penes estuviesen juntos teníais que entrecruzar vuestras piernas. Tu flexionaste un poco las piernas y Larfu estiró las suyas para que pudieran pasar por el hueco que habías dejado al flexionarlas. Ahora sí vuestros penes estaban mucho más cerca, aunque todavía no lo suficiente.

-Bueno, parece que hoy os entendéis mejor, pero todavía no es suficiente. Quiero vuestras pollas se toquen. ¡Venga! Juntad vuestras pollas de una vez, necesito que estén pegadas para poder meterme las dos a la vez.

La situación se te hacía ligeramente incómoda (con la hipnosis no te hubieses sentido así) pero tenías que obedecer para no parecer sospechoso. Larfu y tu seguisteis acercando vuestros cuerpo hasta el punto de sentir que vuestros testículos se tocaban. Agarraste tu polla un poco para acercarla a la de Larfu y él hizo lo mismo. Ahora sí que estaban juntas, era lo que ella quería. Mirasteis a Sabrina y su cara lo decía todo, estaba deseando comenzar. Aún así, se distrajo un momento para buscar algo en un cajón.

-Con esto creo que será más divertido.

Sabrina tenía en su mano lo que parecía una gomilla, una gomilla para el pelo. La abrió bastante y la acercó a vuestras pollas. Su intención era que la gomilla las mantuviese unidas.

-Veamos si funciona.

Ella puso la gomilla en su muñeca y agarró vuestras pollas con esa mano. Después usó la otra mano para deslizar la gomilla lentamente hasta la base de vuestros penes.

-¿Os aprieta?

-No.

-Tampoco.

Sabrina lo había conseguido. Tenía para ella dos pollas juntas y erectas preparadas para ser cabalgadas sin necesidad de que nadie las agarrase. Además, la gomilla era bastante suave y flexible, no hacía nada de daño. La situación pasó de ser ligeramente incomoda a ligeramente excitante, al menos para ti.

-Vamos a empezar, lo estoy deseando.

Sabrina comenzaba a masturbarse de pie mientras miraba vuestras pollas, preparando así su coño para antes de comenzar. Unos segundos después, se subió en la cama, pero antes de continuar le surgió una duda.

-¿Hacia quién debería mirar?

Sabrina no sabía como colocarse, si follar mirando hacia Larfu o hacia ti. No podías evitar pensar que querías que lo hiciese hacia Larfu, verla a ella desnuda te excitaría más y quizás no podrías controlar cuando eyacular ahora que no estabas hipnotizado. Para tu desgracia, Sabrina se decantó hacia tu lado. Antes de seguir se quitó la ropa y ahora sí levantó la pierna y quedó de rodillas sobre la cama con vuestras pollas justo debajo. Sus enormes pechos y su cuerpo desnudo era lo único que podías ver ahora que la tenías delante. Comenzabas a estar bastante excitado.

-Siento darte la espalda Larfu, la próxima vez lo haremos al revés para ver cómo me gusta más. Bueno, vamos a comenzar.

Sabrina bajó un poco su cadera hasta que la punta de vuestras pollas rozaron su coño. Ella siguió bajando con suavidad pero… algo fallaba y esta vez la culpa no era vuestra. Tu polla no entraba, ella no estaba lo suficientemente abierta. La polla de Larfu era más larga y había sido la primera en entrar, pero la tuya, que iba después, no conseguía penetrarla.

-Mierda…¡Mierda! Un momento.

Ella agarró vuestras pollas y comenzó a moverlas un poco por su coño mientras con la otra mano seguía masturbándose, intentando excitarse así con rapidez.

-Parece que en esta posición no es tan fácil. -Decía frustrada.

Pero mientras se quejaba, tu polla entró. Lo hizo de forma algo violenta ya que ella misma se estaba forzando a que entrase haciendo bastante fuerza con su cuerpo.

-¡Ahhhhh!

Sabrina se quedó parada momentáneamente. Parecía que lo había dolido un poco, pero estaba preparada para continuar. Tras unos segundos comenzó a cabalgar vuestras pollas.

-Ahhhh, ahhhhh, sí…….

ACCIÓN: Mastúrbate lentamente. Agarra el objeto que habías preparado con la misma mano con la que te masturbas (como si estuvieses agarrando dos pollas, la tuya y otra). Imagina que son las dos pollas que están penetrando a Sabrina.

En la doble penetración anterior Larfu y tu erais los que os movíais, pero esta vez os tocaba ser pasivos, Sabrina era la encargada de moverse y para vuestra sorpresa, lo estaba haciendo más lento que de costumbre.

-Ahhhhh….. esto…. me gusta mucho.

Ella puso sus manos en tu cuerpo como punto de apoyo y empezó a moverse un poco más rápido. Sentir sus dedos en tu cuerpo consiguió excitarte todavía más.

ACCIÓN: Sigue masturbándote como lo estás haciendo, pero ahora a velocidad media.

-¡Ufff! Esta posición también me gusta. Ahhhh si…..

Sabrina estaba descubriendo su nuevo fetiche con vosotros, la penetración doble. Poco a poco seguía subiendo el ritmo y parecía que cada vez le gustaba más.

-Voy a intentar algo.

Sabrina pausó sus movimientos momentáneamente y bajó su cuerpo hasta que vuestras pollas la penetraron al máximo. Aunque seguía en una postura arrodillada, había dejado caer todo su peso sobre vuestras pollas. Estaba siendo penetrada al limite por vuestros penes. No pudo evitar mirar al techo y tocarse los pechos al sentir semejante placer.

-¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!

Inmediatamente recuperó el ritmo y volvió a moverse, pero esta vez el placer era mayor, estaba follando llevando vuestras pollas hasta el fondo.

-¿Podéis moveros vosotros también?

Intentaste acompasar tu movimiento al suyo y Larfu intentó lo mismo. No fue difícil y ahora el acto era más profundo e intenso. El placer seguía multiplicándose para todos.

-¡Esto va a volverme loca!

Sabrina empezó a agarrar su pelo y su cuerpo, estaba totalmente descontrolada. Tu comenzaste a temer no poder controlar tu eyaculación y acabar demasiado pronto.

ACCIÓN: Mastúrbate rápido sin dejar de agarrar el objeto que tienes en la misma mano.

Sabrina empezó a exigir con sus movimientos corporales el ritmo habitual de sexo cuando lo hacéis con ella, es decir, rápido y a lo bestia. Estaba descontrolada.

-¡Ahhhhhh! ¡Dios! ¡Seguid así! ¡Rompedme el coño!

Larfu se incorporó un poco para abrazarla y tocarle los pechos. Era algo que Sabrina no le había ordenado pero no le importó. Tu también estabas perdiendo el sentido común y cogíste sus manos para entrecruzar vuestros dedos. Sabías que no podrías aguantar mucho más, pero seguramente ellos tampoco.

-Si, sí, sí, sí, sí. ¡Vamos!

Sabrina comenzaba a gritar y podías ver como Larfu le estrujaba los pechos con fuerza. Lo único que podías hacer era moverte mas fuerte y agarrar sus manos con más intensidad. Ella respondía tu gesto agarrando incluso mas fuerte hasta el punto de haceros daño, pero no os importaba, el climax estaba llegando.

ACCIÓN: Mastúrbate muy rápido sin dejar de agarrar el otro objeto.

Sabrina soltó tus manos y volvió a ponerlas en tu cuerpo, necesitaba ese punto de apoyo para una cabalgada final, quería volverse loca en este ultimo Sprint. Estaba tan excitada que hincó sus uñas en tu pecho con tanta fuerza que incluso rasgaba tu piel, aunque eso a ti poco te importaba ahora, de hecho, aprovechaste que soltó tus manos para agarrar su cintura y follar incluso más fuerte.

-¡JODER! ¡JODER! ¡AHHHHHHH AHHHHHHHH!

ACCIÓN: A partir de este momento puedes correrte cuando quieras mientras sigues leyendo.

Sabrina comenzaba a correrse. Su voz la delataba y sus piernas, que temblaban con fuerza, también. Ella perdió endereza con sus primeros orgasmos, pero Larfu y tu podíais mantener el ritmo unos segundos más. De hecho, Sabrina relajo su cuerpo y podría haber caído sobre ti si no fuese porque Larfu aún la abrazaba.

Tu seguías sosteniéndola por la cintura, por lo que seguiste follando con fuerza un poco más. Sabrina seguía gimiendo como loca.

-¡Ahhhh! ¡Ahhhhh! ¡Ahhhhh!

Sus ojos volvían a quedarse ligeramente en blanco, estaba sintiendo un placen inmenso. Ahora sí, Larfu y tu comenzasteis a correros en su interior.

-¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!.......................

Sabrina parecía un maniquí, su cuerpo estaba tan relajado que a Larfu le costaba sostenerla. Además, sentías que había demasiados fluidos en su coño. No podía ser solo semen, Sabrina estaba teniendo un intenso Squirt.

Tras la corrida, Larfu la soltó, confiando en que tu podrías sostenerla. Efectivamente cayo hacía ti y pudiste agarrarla y apoyarla sobre tu cuerpo. Al hacerlo vuestras pollas salieron de su coño y un montón de fluidos salieron. El Squirt seguía y estaba manchándolo todo, vuestras pollas y la cama. Si la gomilla no siguiese puesta en vuestras pollas seguramente Larfu se hubiese separado un poco de ti, pero estaba tan exausto que prefirió descansar dejando su polla pegada a la tuya. A ti te pareció bien puesto que estabas igual, cansado y relajado tras aquella penetración doble.

Seguisteis así unos minutos, tumbados con el cuerpo de Sabrina sobre ti. Lo primero que te activó de nuevo fue sentir los labios de Sabrina en tu cuello. Parecía que quería repetir.

-------------------------------------

Esto es todo por ahora, espero que os haya gustado este capítulo.

Recordad que mi primera novela erótica "Cómo me convertí en Maid Sexual" ya está disponible en Amazon España y en Amazon Internacional y si eres miembro de mi Patreon puedes leer la novela completa gratis haciendo click aquí.

Files

Comments

No comments found for this post.