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Antes de comenzar os recuerdo rápidamente que si prefieres escuchar este relato (como si fuese un JOI) en vez de leer, simplemente pulsa aquí (he subido a la vez la versión escrita y la versión audio).

Lo que vas a leer a continuación es el capítulo 9 de mi próxima novela, una novela muy novedosa donde el protagonista (tu) recibirás instrucciones específicas para masturbarte. Si no has leido los capitulos anteriores puedes hacer click aquí.


CAPÍTULO 9 – La casa de Sabrina

Tu estancia en la granja fue fría y agotadora. Lo único que hacías allí era ser ordeñado sin parar por las brujas encargadas. Tu aspecto físico también comenzaba a verse algo resentido, como si fuese un reflejo de tu aletargado estado mental. El nivel de hipnosis que habías recibido era tan fuerte que ni siquiera te importaba cuantos días llevabas allí.

Para ti el día comenzaba abruptamente con el sonido de la campana de la granja. Sabías que cuando sonaba tocaba el primer ordeñado del día, pero esta vez, cuando la campana sonó, una bruja abrió la puerta de tu cuadra. Era la que te metió allí hace unos días.

-Bueno, ya han pasado 4 días, voy a llevarte de nuevo con tu ama. – Decía mientras ponía la correa a tu collar.

Tras colocar la correa, la bruja comenzó a tirar de ti. Como era lógico, saliste de allí completamente desnudo. La bruja parecía caminar con prisa y tras un par de tirones de correa, entendiste que debías llevar un paso ligero.

-Hoy tengo que hacer muchas cosas como para distraerme contigo. Vamos rápido.

El pueblo, aunque bullicioso, no era especialmente grande, por lo que en unos minutos llegasteis a lo que parecía vuestro destino, la casa de Sabrina. Aunque la mayoría de las casitas del lugar eran modestas, la casa de Sabrina era mucho más grande y de mejor calidad. Podía intuirse con solo su vivienda que Sabrina era una persona importante en la zona.

- ¡Sabrina! Vengo de la granja. Traigo a tu esclavo y todo el semen que le hemos sacado estos días. – Dijo la bruja mientras golpeaba la puerta.

- Adelante… entra… - Respondió Sabrina con voz entrecortada.

Al entrar pudisteis ver a Sabrina teniendo sexo con un hombre, seguramente otro de sus esclavos. Ella estaba a 4 patas sobre la cama y sus enormes pechos no paraban de moverse mientras el esclavo la agarraba por la cintura para follársela con fuerza. Aun así, la bruja que te había traído parecía no importarle aquella situación.

-Aquí tienes tu esclavo. Te dejo en la mesa sus frascos de semen y unos documentos.

- ¿Los frascos? ¿Ha llenado más de uno en 4 días? – Dijo Sabrina con tranquilidad mientras su esclavo la seguía follando.

- Sí, tiene un índice muy bueno de eyaculación. En los documentos podrás ver los detalles.

- Muy bien. ¿Algo más que deba saber?

- Sí. La calidad de su semen es extraordinaria. Yo personalmente no había visto nunca nada igual. Cuando ocurre algo así tenemos que avisar a la bruja Suprema.

- ¡No la avises! Te lo prohíbo. Quiero decírselo yo personalmente. – Exclamó Sabrina con algo exaltada.

- Muy bien. Entonces, eso seria todo.

- Estupendo. Puedes marcharte, cierra al salir. Y tú, esclavo, siéntate y espera mientras termino mi polvo matinal.

La bruja de la granja se marchó y tú te sentaste mientras veías como ellos seguían teniendo sexo.

- ¡Que pasa! ¿La visita te ha distraído? ¡No pierdas el ritmo! – Le dijo Sabrina al esclavo que la estaba follando.

Tras la advertencia, su esclavo comenzó a moverse mucho más rápido y con mayor intensidad. Él tenía la piel oscura, era muy alto y su apariencia física era similar a la de un culturista. Además, parecían llevar un buen rato follando a un ritmo bastante intenso, por lo que su cuerpo estaba algo sudoroso y sus músculos se marcaban tras tanto tiempo de esfuerzo. Posiblemente fuese un esclavo especializado en mantener una excelente forma física para el sexo.

-¡Más fuerte joder! – Gritó Sabrina.

El esclavo comenzó a follarla con una fuerza extraordinaria, tan fuerte, que no parecía que aquel acto sexual fuese placentero, al menos para él. Aun así, ella…

-¡Venga!... ¡Sigue así!... ¡Diossss!... ¡Me encanta!

Sabrina estaba disfrutando muchísimo con aquellas infernales embestidas.

- ¿No puedes… hacerlo… más fuerte? -La voz de Sabrina se cortaba ante semejantes embestidas.

Él, al escucharla, la cogió por las muñecas y con gran destreza y fuerza comenzó a follarla sin necesidad de que ella tuviese las manos sobre la cama.

-Jooo…derrr… ahora sí…

Los ojos de Sabrina parecían quedarse en blanco, como si estuviese sintiendo el placer más absoluto.

-Venga… déjame… tu semen… bien adentro. Córrete conmigo… -Le dijo Sabrina a su esclavo.

Solo unos segundos después, el esclavo empujó con fuerza su polla hasta el fondo de Sabrina y se quedó así unos segundos. Intuías que él estaba eyaculando en ese momento.

-¡Que gusto! ¡Por dios! -Exclamó Sabrina con fuerza.

Poco después, el esclavo soltó sus muñecas y dejó caer a Sabrina sobre la cama. Al caer, sus cuerpos se separaron y pudiste ver la polla del esclavo. Era enorme. Jamás imaginaste que pudiese existir un pene tan grande. Por otra parte, Sabrina calló rendida sobre la cama y por primera vez pudiste ver una ligera pero sincera sonrisa en su cara, una cara de puro placer.

-Lo tienes todo, eres un esclavo increíble. Que pena que tu semen sea triste Larfu. – Le dijo Sabrina a su esclavo (e intuiste que él se llamaba así). – Pero para eso está aquí mi nuevo esclavo. ¿Qué nombre te puse el otro día? Ahora no me acuerdo… ¡Ah sí! Seri.

Ella se refería a ti. Seri era tu nuevo nombre como esclavo de Sabrina.

-Larfu, este es Seri, mi nuevo esclavo. – Decía la bruja mientras se ponía boca arriba en la cama. – Vosotros dos sois mis esclavos personales, así que tendréis que aprender a llevaros bien. Larfu, tráeme uno de los frascos de semen que ha traído la bruja de la granja. El que tenga menos semen.

Larfu acató sin dudar la petición de su ama y cogió uno de los frascos que contenía tu semen. Cuando encontró el que tenía menos, se lo acercó a ella.

-Seri tiene lo que a ti te falta Larfu, un semen increíble con muchísimo poder mágico. Además, tengo ganas de probar cosas nuevas con dos esclavos sexuales a la vez, por ejemplo, vuestras dos pollas en mi coño al mismo tiempo. O tal vez te deje metérmela por el culo. La de Larfu es demasiado grande pero seguro que la tuya entra mejor y quizás lo disfruto, jajajaja. Pero bueno, ahora voy a probar tu semen, llevo toda la semana pensando en él.

Sabrina destapó el frasco y dejó caer todo el contenido en su boca. Lo hizo sacando ligeramente la lengua, esperando que el semen cayese lentamente sobre ella. Cuando el frasco parecía vacío, cerró su boca y lo tragó todo con gusto. Pudiste ver por segunda vez en ella una placentera sonrisa. Después, antes de cerrar aquel recipiente, pasó la lengua por la boca del frasco, intentando conseguir saborear un poco más de tu esperma.

-¡Jooderrr! ¡Impresionante! Quería el frasco con menos semen pero ahora quiero más. Larfu, tráeme otro frasco.

Larfu volvió a acercarse a la mesa donde la bruja de la granja había dejado todo.

-¡Espera! ¿Para qué quiero la leche del frasco si tengo aquí directamente a la vaca? Jajajaja, a veces parezco tonta. Venga Seri, acércate.

Tú te acercaste y te pusiste a su lado, sin llegar a subirte a la cama.

-¿Ya la tienes dura? ¿Te gusta verme follar con Larfu? No deberías tener erecciones sin mi permiso, pero bueno, eso lo iremos entrenando poco a poco. Venga, ahora vas a intentar follarme como lo ha hecho Larne. Ponte detrás y házmelo con fuerza.

Sabrina volvió a ponerse en posición y dejó su cintura al filo de la cama para ponértelo más fácil. Su coño estaba muy abierto, exageradamente abierto, seguramente debido a lo que había hecho segundos atrás con Larne. Además, podías ver cómo un poco de semen salía de su vagina y algunas gotas caían sobre la cama.

-Venga, estoy esperando. Quiero ver que eres capaz de hacer.

Acercaste tu polla lentamente y al entrar en contacto con su coño comprobaste que la penetración era exageradamente sencilla. Ella estaba muy abierta y mojada. No habías olvidado que tenías que hacerlo como Larne, así que agarraste su cintura con las dos manos y comenzaste a follarla con mucha fuerza.

Acción: comienza a masturbarte. Directamente rápido y fuerte.

-Bueno, no está mal para empezar. – Dijo la bruja bastante tranquila.

Sabrina parecía contenta, pero tú sabías que tu ritmo era muy inferior al de Larne y que si ella pidiese más intensidad, tú apenas podrías subir el ritmo. La bruja alargó la mano para coger la almohada de su cama y la puso en vertical justo bajo su cuerpo para tumbarse sobre ella. Su cara y sus pechos quedaron apoyados sobra la almohada, pero su espalda estaba ligeramente arqueada y su cintura quedaba a la altura perfecta para que pudieses seguir follandotela sin problema.

-Estoy cansada de que las tetas se muevan sin parar, así estoy más cómoda. Venga, sube un poco el ritmo.

Lo que para ella era una petición sencilla para ti era todo un reto. Ya estabas haciendo un gran esfuerzo, pero intentaste subir el ritmo.

Acción: Mastúrbate bien fuerte y exageradamente rápido, como un salvaje.

-Muy bien. Sigue así.

La bruja te felicitaba, pero no parecía estar tan complacida como cuando lo hacía con Larne.

-Espera un momento. Deja de moverte e intenta solo metérmela lo más profundo posible.

Acción: Deja de masturbarte, pero no sueltes tu polla, sigue agarrándola con fuerza.

Acataste la orden y apretaste tu cuerpo con fuerza todo lo posible contra ella mientras la agarrabas de la cintura.

-Lo que me temía. Tu polla es demasiado pequeña para mí. No voy a poder disfrutar tanto por mucho que me folles, pero bueno… al menos el ritmo no estaba mal. Venga, ahora intenta follarme lo más rápido posible.

Acción: Vuelve a masturbarte fuerte y rápido como un salvaje.

Volviste al ritmo que llevabas hace un instante, pero esta vez a ella no le parecía suficiente.

-¡He dicho lo más rápido y fuerte que puedas! quiero ver cuál es tu límite.

Acción: Mastúrbate como un auténtico salvaje, aunque suponga que no sea del todo placentero para ti.

El ritmo que intentaste alcanzar era tan frenético que ni siquiera te gustaba. Estabas totalmente concentrado en rendir al mayor ritmo posible. Además, era tan agotador que sabías que no podrías seguir así mucho tiempo, incluso comenzaba a faltarte el aliento.

-¿Esto es lo mejor que puedes hacer?...Bueno… no está mal. Y con entrenamiento podrás mejorar. Venga, sigue así un rato más, quiero ver cuando empiezas a cansarte.

Aun con todo tu esfuerzo, Sabrina seguía sin mostrar signos de placer. Sabías que tus embestidas no eran como las Larne, pero estabas dándolo todo por intentar complacerla. Poco a poco, el cansancio empezaba a hacer mella en ti. Tus movimientos eran cada vez más erráticos y torpes, pero te esforzabas en intentar disimularlo.

-Veo que estás empezando a cansarte. – Esgrimió Sabrina.

Incluso bajo la hipnosis, sus palabras herían ligeramente tu hombría e intentaste recuperar el ritmo. Agarraste su cintura con fuerza pensando que quizás moviéndola a ella en vez de tu cuerpo podrías recuperar fuerzas sin dejar de follarla, pero entonces, cometiste un gran error…

Entre tanto “mete y saca” salvaje… tu polla salió de su coño y accidentalmente… la metiste en el culo de Sabrina al volver a empujar.

No llegaste a meterla entera, pero casi. Sabrina dio un brinco de la cama al sentir como tu polla atravesaba su culo. Rápidamente, se giró, te miró y te abofeteó la cara con tanta fuerza que incluso te tiró al suelo.

Acción: Deja de masturbarte.

-Si te vuelve a pasar algo así, te mato. – Dijo muy enfadada.

Inmediatamente después, Sabrina se sentó en la cama pensativa con los brazos cruzados. No sabía que hacer contigo.

-Entiendo que ha sido un error, pero estoy muy enfadada.

Ella sentía la necesidad de castigarte, pero también se había quedado con ganas de probar tu semen. Tu seguías tirado en el suelo, esperando que ella te diese alguna orden. Tras unos instantes de incertidumbre, Sabrina volvió a ponerse a 4 patas sobre la cama.

-Venga, termina lo que has empezado. Ven aquí y córrete rápido.

Tú te levantaste rápidamente, como si aquel acto fuese una forma de perdonarte.

Acción: Vuelve a masturbarte. (A un ritmo rápido pero placentero).

En un momento volviste a la acción, pero tenías tanto miedo tras lo ocurrido que tu ritmo era claramente inferior.

-¡Rapidito Seri! Lo único que quiero es tu semen, así que córrete rápido.

Para ti sus palabras eran siempre una orden, por lo que tu mentalidad ahora era la de intentar correrte lo antes posible.

-¿A que esperas? ¡Si te digo que te corras te corres automáticamente! Que aburrimiento tener que entrenar ahora a otro esclavo. Voy a darte una cuenta atrás y como no te corras pronto voy a hacer que te arrepientas toda tu vida.

Acción: ¡Córrete ahora!

Sabrina comenzó a decir algunos números en voz alta pero tu entendiste rápido lo que debías hacer y empezaste a eyacular con fuerza dentro de ella. Además, intentaste hacerlo como lo hizo Larne, presionando con fuerza para llegar lo más profundo posible.

-¡Ahhhhh! ¡Por fin! Esto sí que se siente bien. -Eran las primeras palabras de placer que conseguiste sacar de Sabrina.

Tras recibir hasta la ultima gota de tu esperma, Sabrina se abalanzó sobre la cama para descansar, haciendo que tu polla saliese de ella como el corcho sale de una botella de vino. Poco después ella se volteó para mirarte.

-Que voy a hacer contigo… sé que ha sido un accidente, pero… tengo que enseñarte y castigarte. Larne, trae la fusta. Seri, ponte a 4 patas sobre la cama. No quiero lastimar tus maravillosos huevos así que me conformaré con darte unos buenos azotes en el culo.

Acción (opcional): Si eres de los que se atreven con los azotes, Sabrina quiere darte 50 azotes en el culo con la fusta, así que ya sabes lo que toca.

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Esto es todo por ahora, espero que os haya gustado este capítulo.

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