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Lo que vas a leer a continuación podría ser el comienzo de mi próxima segunda novela, una novela muy novedosa que te dará instrucciones de cómo y cuándo masturbarte. Además, para los que no os guste leer, podréis disfrutarla aquí en forma de audio JOI. Sí, subiré a la vez la versión escrita y la versión en audio.

Por ahora subiré solo un capítulo al mes a Patreon y dentro de poco haré una encuesta para conocer vuestra opinión sobre este proyecto.

Este proyecto lo empecé hace tiempo, los más veteranos lo recordarán, pero al final lo dejé aparcado… hasta ahora, aunque esta vez el enfoque es un poco diferente. ¡Ojo, la historia ha cambiado, no es igual a la original!

Poco más que decir. Si queréis leer el primer capítulo solo tenéis que seguir leyendo y si preferís escucharlo podéis pulsar aquí.

COMENZAMOS (En el prólogo voy a repetir algunas cosas, lo siento).


--------------------PRÓLOGO--------------------

Esta novela es bastante novedosa y peculiar puesto que la propia novela te dará instrucciones de cómo y cuándo masturbarte en función de los acontecimientos que van ocurriendo en la misma.

Cada capítulo está pensado para que te masturbes una vez hasta correrte, aunque quizás no siempre será así. Puede haber capítulos sin masturbación o capítulos donde tendrás que masturbarte varias veces. Si vas a leer esta novela con intención de masturbarte, un buen ritmo de lectura podría ser leer un capítulo al día (o el ritmo que consideres oportuno).

Importante: recuerda que esto es una obra de ficción, puedes seguir las instrucciones de la novela, pero siempre bajo tu propia responsabilidad.

En este relato tú eres el protagonista. Imagínate dentro de esta historia que está a punto de comenzar…



---------------Capítulo 1: Mundo de brujas---------------

En un lugar muy lejano existe un mundo donde viven en armonía dragones, hadas, elfos, hechiceras y un sinfín más de seres de fantasía. Tú también vives allí, un humano trabajador, responsable y muy respetado en la aldea. Vivir allí es sencillo y agradable, pero fatídico día…unas brujas atacaron el poblado donde vivías, arrasando con aquellos que oponían resistencia.

El ataque de las brujas era algo inaudito. El pueblo apenas tenía guerreros (no eran necesarios) y las brujas consiguieron hacerse con el control de la aldea rápidamente.

Tú conseguiste escapar, pero al buscar ayuda descubriste que las aldeas cercanas también habían sido atacadas, por lo que acabaste refugiándote en el bosque.

Pasaron los días y al volver al poblado descubriste una triste realidad: las brujas habían esclavizado a los habitantes del pueblo. Mujeres y niños eran forzados a trabajar para ellas mientras que los hombres ahora eran… esclavos sexuales. Al parecer las brujas hechizaban a los hombres y los hipnotizaban, por lo que ninguno oponía resistencia.

Observando con cuidado desde lejos pudiste observar que algunos varones eran tratados como ganado, incluso eran encerrados en establos (ellos no intentaban escapar). Otros eran tratados como mascotas y los más fuertes y apuestos solían estar cerca de las brujas como sus sirvientes.

El tiempo pasaba y tú pensabas posibles planes para intentar ayudarles, pero era imposible, un humano no podía hacer nada contra ellas y para colmo en todas las aldeas cercanas había pasado lo mismo. Finalmente tuviste que aceptar la realidad, no podías hacer nada, por lo que decidiste ir a vivir al interior del bosque.

Al principio vivías con poca cosa, una hoguera y los peces del rio eran suficientes para ti, pero los meses pasaban y se acercaba el invierno, así que terminaste construyendo una casa de madera cercana a un lago que tenía todo lo necesario para vivir sin problemas.

Los años pasaban y la soledad te abrumaba mientras que nada cambiaba en los pueblos cercanos. A veces incluso pensabas en rendirte y volverte un esclavo como los demás, al menos ellos parecían felices y vivían en compañía.

Un día de primavera fuiste al lago a pescar cuando encontraste algo que no esperabas, el cuerpo de una persona flotaba sobre el agua boca abajo. Sin dudarlo saltaste al agua, agarraste a esa persona y la llevaste hasta la orilla, pero tu sorpresa llegó cuando viste su cuerpo.

Aquella persona era una chica joven de unos 20 años. Sin duda había muchas cosas que llamaban tu atención, como su belleza, su pelo plateado o sus grandes pechos que se marcaban a través de su ropa mojada, pero lo que más te preocupaba era su inconfundible ropa negra, aquella chica seguramente era una bruja.

Estabas congelado sin saber qué hacer, ella parecía no respirar, pero ¿merecía ser salvada si realmente era una bruja?

Antes de tomar una decisión ella comenzó a toser con fuerza y a expulsar agua de su boca. Sacarla del lago la había salvado y eso te hizo sentir bien. En ese momento tomaste una decisión, ibas a ayudarla a recuperarse, aunque ella fuese una bruja.

<<Si esta bruja acaba hechizándome será que el destino así lo ha querido>>.

Mientras esperabas a que se recuperase, observaste que ella tenía sangre en la frente. Quizás se había golpeado y después había caído al rio, o tal vez se había golpeado con una de las piedras del rio hasta llegar al lago.

Ambos seguíais a orillas del lago y ella parecía recuperarse poco a poco, pero para tu sorpresa ella volvió a desmayarse. ¿Se estaba muriendo? Te acercaste a ella y parecía respirar con normalidad, seguramente solo se había desmayado. Había muchos motivos para que se desmayase, tal vez el golpe en la cabeza, el cansancio, el frio o incluso el hambre. No te quedó más remedio que llevarla a tu cabaña para dejar que descansase en tu cama, cerca de la hoguera.

Mientras la llevabas podías observar que su cuerpo estaba muy frio debido al agua primaveral del bosque. Si querías que ella entrase en calor ibas a tener que desvestirla. La idea no te agradaba especialmente, pero tenías que hacerlo si querías ayudarla.

Entraste en la cabaña, acercaste su cuerpo a la hoguera ya encendida y limpiaste su sangre con un trapo. La sangre había dejado de brotar de la herida, por lo que no parecía un golpe muy grave.

Seguías intentando ayudarla a recuperarse. Aunque la cabaña era cálida y ella estaba cerca de la hoguera, sus ropas mojadas seguían estando muy frías, por lo que finalmente decidiste quitarle la ropa. No sabías como hacerlo, era un traje complejo y tampoco querías moverla mucho, por lo que acabaste rompiéndole la ropa.

<<Espero que lo entienda>>.

Ella no llevaba sujetador, posiblemente ninguna bruja los usaba, por lo que pudiste ver sus hermosos y grandes pechos. Al mover su cuerpo un poco sus pechos se tambalearon y no pudiste evitar tener una erección. Aunque no tenía sujetador, ella sí que llevaba unas braguitas, las cuales estaban igual de mojadas. También tenías que quitárselas, aunque esta vez sin necesidad de romperlas. Mientras las retirabas podías ver su bonito coño, era casi hipnótico.

Toda aquella situación te estaba excitando, pero intentaste actuar con respeto. Tras desvestirla cogiste una toalla (que habías hecho con piel de ciervo) y secaste su cuerpo, algo que siguió excitándote. Frotar su pecho, su espalda, sus piernas y su entrepierna acabó poniéndote muy cachondo.

Su cuerpo parecía entrar poco a poco en calor y… de forma casi inconsciente, te llevaste la mano a la polla para empezar a masturbarte.

ACCIÓN: Comienza a masturbarte mientras sigues leyendo. No te corras hasta que otra acción te lo permita.

Llevabas años sin ver a nadie y tener a aquella chica tan guapa te estaba excitando muchísimo. Lo que hacías no era correcto, pero su cuerpo era hipnótico, sus pechos eran grandes y sus pezones estaban duros, además su coño también te atraía, no tenía mucho pelo y podías verlo con facilidad.

Comenzabas a pensar en tocar su cuerpo, pero sabías que aquello no estaba bien, por lo que lo mejor era terminar lo antes posible con aquella paja. Además, llevabas tanto tiempo sin ver a una mujer que sentías que ibas a correrte muy rápido. ¡Pero entonces ella empezó a moverse y despertar! ¡Justo en ese momento!

ACCIÓN: Deja de masturbarte.

- ¿Dónde estoy?... ¿Quién eres? – Dijo la bruja algo aturdida.

- Soy un humano que vive en el bosque. Te encontré flotando en el lago y te rescaté.

Pusiste la toalla sobre ella para que no se sintiese desnuda. Ella intentó levantarse, pero estaba muy débil y no pudo.

- ¿Sabes que soy una bruja verdad? ¿Por qué me ayudas?

- No puedo evitarlo, no puedo dejar morir a nadie, aunque seas mala.

Decir “mala” creó un pequeño e incómodo silencio. Ella parecía triste, aunque posiblemente era simplemente cansancio. Tras unos minutos volviste a hablar.

- ¿Vas a esclavizarme o a matarme verdad?

- Todavía puedes evitarlo. Podrías huir o matarme.

-Estoy cansado de vivir solo en el bosque. Todos los pueblos cercanos y lejanos han sido conquistados por las brujas. Haz lo que quieras conmigo, creo que seré más feliz así.

La bruja sonrió ligeramente, mostrando algo de amabilidad.

-Cualquier otra bruja ya te habría hechizado, pero yo no. No soy como las demás brujas.

Aquella respuesta te sorprendió. Al parecer no todas las brujas eran malas.

- ¿Por qué las otras brujas han esclavizado a los humanos?

- Bueno, eso es porque… vuestro semen nos da muchísimo poder mágico.

Aquella respuesta explicaba algunas cosas que habías visto. La bruja volvió a hablar.

-Humano, me encantaría seguir hablando contigo, pero tengo un problema. Siento pedirte esto, pero... ¿Podrías darme tu semen?

- ¿Cómo?

-Como ves estoy muy débil. Creo que tu semen es lo único que puede ayudarme ahora mismo.

- ¿No prefieres comer o beber algo?

-Eso no me ayudará a recuperar mi magia. Gasté demasiada magia al intentar salvarme cuando caí por la cascada. Necesito tu semen, aunque si no quieres dármelo lo comprendo.

Esa petición tan repentina te hizo tardar un poco en responder.

-Entonces… ¿Qué tengo que hacer? ¿Cómo te lo doy?

- ¿Podrías masturbarte y correrte en mi boca? Me encantaría ayudarte, pero no tengo fuerzas ni para mover mis manos.

Ella (que sigue en la cama tumbada) mueve la cabeza hacia un lado mientras abre la boca, indicando que solo tienes que masturbarte a su lado y correrte en ella. Esta situación comienza a excitarte de nuevo. Además hace solo unos minutos estabas masturbándote y no habías podido terminar, así que la idea realmente no te desagradaba.

-Bueno, en ese caso, si es para ayudarte, voy a hacerlo.

ACCIÓN: Ponte en pie, bájate los pantalones y tu ropa interior solo un poco, lo suficiente como para dejar tu pene al descubierto. Después comienza a masturbarte y sigue leyendo, pero no te corras hasta que otra acción te lo permita.

Allí estabas tú, masturbándote frente a una bruja porque ella te lo había pedido. La situación era tan insólita y extraña que estabas excitado, pero también un poco nervioso.

-Muchas gracias humano. Intenta que todo caiga en mi boca cuando te corras. Puedes metérmela en la boca cuando vayas a correrte, no te preocupes.

Sus palabras te pusieron más cachondo todavía.

-¿Estás bastante cachondo verdad? ¿Te gusta mi cuerpo? Déjame ayudarte al menos un poco.

La bruja apenas ponía moverse, pero pudo quitarse la toalla que tenía por encima, dejando su cuerpo desnudo para que pudieses verlo. Tu seguías excitándote cada vez más.

-No te pongas tan lejos, acércate a mi cara, no te preocupes.

Tú te acercaste más a ella, poniendo tu polla prácticamente frente a sus labios. Además, no podías dejar de mirar sus pechos, realmente eran grandes y hermosos.

-¿Te gustan mis pechos verdad? El próximo día te dejaré tocarlos si te apetece. Es lo menos que puedo hacer después de salvarme la vida.

Tu seguías masturbándote y sentías que el momento de correrte estaba cada vez más cerca. La bruja también podía sentirlo, así que abrió la boca esperando tu semen.

-Venga, dámelo todo, no tengas miedo.

ACCIÓN: Córrete y no sigas leyendo hasta que no comiences a correrte y eyacular.

Tu semen comenzó a salir y la bruja tuvo que acercarse un poco a ti para atrapar tu pene con sus labios y recoger todo tu semen. Hacía tiempo que no te corrías de esa forma, echando mucho más semen de lo habitual, pero la bruja parecía satisfecha. Al terminar de eyacular sacaste tu pene de su boca y pudiste sentir como la bruja se lo tragaba todo.

-¡Ahhhhh! Ya puedo sentir el poder de la magia. Muchas gracias humano. Me gusta tu semen, está muy rico y tiene mucho poder.

Tu no entendías nada de lo que ella decía, seguías disfrutando aquel momento y mirando su cuerpo.

-Espero que no te importe, pero ahora que me siento mejor creo que voy a dormirme un rato.

Ella cerró los ojos y se quedó dormida ipso facto. Tu volviste a taparla con la manta y te sentaste en una silla cercana mientras seguías mirándola. Sin duda hoy había sido un día especial y diferente.

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Esto es todo por ahora, espero que os haya gustado este primer capítulo.

Recordad que mi primera novela erótica "Cómo me convertí en Maid Sexual" ya está disponible en Amazon España y en Amazon Internacional.  Puedes leer gratis los 3 primeros capítulos pulsando aquí y si eres miembro de mi Patreon puedes leer la novela completa gratis haciendo click aquí.

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Comments

Anonymous

Muy interesante y novedosa la idea de la novela y muy excitante este primer capítulo. Espero más.

Anonymous

Deseando leer ya el segundo capítulo