Home Artists Posts Import Register
Join the new SimpleX Chat Group!

Content

Esta es una larga historia donde cuento poco a poco como me convertí en una Maid sexual totalmente entregada. 

Te recomiendo comenzar a leer este relato por el principio (pulsa aquí para ir al primer capítulo). 

También puedes acceder de forma organizada y rápida a todos los capítulos si pulsas aquí. 

Cuando termine todos los capítulos comenzaré a reescribir esta misma historia en forma de novela e intentaré publicarla en físico (lo que viene siendo un libro). Es uno de mis objetivos marcados en Patreon si llegábamos a 100$, gracias por vuestro apoyo.

CAPÍTULO 22

EL ÚLTIMO ORGASMO

Charlotte se acercó y me miró a la cara muy de cerca. Ella era más bajita que yo, pero imponía más que cualquiera, es parte de su magia y su encanto.

-Charlotte: ¿Y esa confesión de amor que me has hecho hace un momento?

¿Cómo? ¿Yo había hecho una confesión? Empecé a recordar todas las cosas que había dicho mientras follaba con Roberto y… efectivamente había dicho que ella me gustaba.

-Yo: En realidad ya lo sabías ¿no es cierto?

Ella sonrió de forma pícara, dándome la razón en mi afirmación.

-Charlotte: ¿Te quedan energías para seguir follando?

-Yo: Estoy deseando saber que quieres hacer conmigo.

-Charlotte: Ahora mismo, el deseo sexual más grande que tengo contigo es que trabajes en esta mansión para mí, pero imagino que ese ya puedo darlo por hecho ¿no?

-Yo: A partir de hoy tú eres mi ama.

La sorprendí con esa frase. Me gusta cuando me apunto un tanto a mi favor y consigo sorprenderla.

-Charlotte: Voy a pasármelo muy bien pensando cual va a ser tu lugar en esta casa. Todos tienen un cometido diferente y quiero que tú también ocupes un lugar especial aquí.

Eso era cierto, todos tenían un papel especial y único en aquella casa. ¿Qué rol podía quedar para mí?

-Charlotte: Bueno… ya decidiremos eso más adelante, ahora me toca jugar contigo.

Ella puso su mano tras mi cabeza y la empujó con suavidad hacia su cara para besarme, comenzando un beso apasionado y sin frenos, comiéndonos la boca por todas partes y jugando con nuestras lenguas sin parar.

Tras un minuto ella paró y volvió a hablar.

-Charlotte: Por tu forma de besarme noto que de verdad me deseas, espero estar a la altura y poder corresponder tu amor.

Lo que sentía por ella era puro deseo, pero nunca pensé que para ella eso pudiese llegar a ser una carga o una responsabilidad. No supe que decir, pero mientras ella dijo esas palabras empezó a deslizar sus manos por mi cuerpo hasta llegar a mi coño.

-Charlotte: Bueno, estás muy mojada, eso me gusta. Si estuviese en tu lugar creo que estaría ya cansada.

-Yo: Eres tú la que ha hecho que me moje de nuevo con ese beso.

En vez de responderme con normalidad, ella me metió un dedo en el coño y entonces empezó a hablar, mientras me masturbaba y me miraba a la cara.

-Charlotte: Bueno, creo que los orgasmos que has tenido antes han sido maravillosos. Los demás se han esforzado mucho en que te lo pasases bien y tú también te has portado muy bien así que hoy vamos a hacer algo nuevo que no he hecho todavía con ninguno de los demás trabajadores.

Automáticamente los demás se exaltaron un poco, ilusionados por saber que tenía Charlotte pensado para mí. Automáticamente volví a ponerme nerviosa, como las quinientas veces anteriores cada vez que me enfrentaba a una nueva sorpresa sexual. 

-Charlotte: Túmbate en la mesa boca arriba. Llévate el cojín para estar más cómoda.

Al terminar de hablar, ella sacó su dedo de mi coño y comenzó a chuparlo y a saborear mis flujos. Verla hacer eso me excitó bastante más de lo que ya lo estaba, pero me centré en lo que me pidió y me acomodé en la mesa boca arriba.

-Charlotte: Abre y flexiona las piernas.

Mientras me daba esa orden ella comenzó a desvestirse. Su forma de quitarse la ropa parecía magia, simplemente desplazó sus tirantes fuera de sus hombros y su vestido cayó al suelo con suavidad de una forma muy elegante, quedando solo en ropa interior.

Yo estaba poniéndome nerviosa y decidí mirar al techo y relajarme, pero para mi sorpresa Charlotte (que ya se había quitado todo) se subió conmigo.

-Charlotte: Esto no es un 69, es simplemente para poder meterte mis dedos mejor. Por cierto, necesito que los demás se acerquen, también van a participar.

Charlotte dijo un montón de cosas que me desconcertaron. ¿Todos iban a participar? Seguía sin entender muy bien que ocurría pero mientras los demás se acercaban Charlotte se subió sobre mí al revés de forma que su sexo desnudo quedaba justamente frente a mi cara.

-Charlotte: ¿Alguna vez has sentido un squirt?

-Yo: No, alguna vez lo he intentado en la ducha pero no sé bien cómo hacerlo.

-Charlotte: ¿Te gustaría sentir uno?

-Yo: Si.

Mi respuesta fue muy escueta, pero realmente lo deseaba.

-Charlotte: Lo más importante es que si sientes ganas de orinar no las contengas, el squirt y las ganas de orinar suelen confundirse, no te preocupes.

Decirlo era más fácil que hacerlo, pero tenía que mentalizarme en lo que había dicho, aunque no podía parar de mirar y desear el coño que tenía frente a mí. Realmente estábamos en la posición de 69, pero aún no habíamos empezado.

-Charlotte: Ahora voy a meterte mis dedos, en esta posición puedo meterlos mejor para provocarte un buen orgasmo. Tú no tienes que hace nada, solo disfrútalo.

Esta vez ella metió dos dedos en mí y comenzó a moverlos y a jugar en mi interior con ellos. Ni que decir tiene que ya se sentía increíblemente placentero. Meterme los dedos en esa posición le permitía a ella tocarme de forma más cómoda, como si lo hiciese en ella misma. No pude evitar empezar a gemir.

-Charlotte: ¡Oye! ¡Qué esto todavía no ha empezado!

Sabía que lo que me sorprendería no había llegado aún, pero sentir sus dedos era increíble.

-Charlotte: Bueno, llegó la hora de la verdad, espero que te guste lo que vamos a hacerte.

¿Vamos? Es cierto que dijo que todos iban a participar y la verdad es que estaban bastante cerca mirando lo que hacíamos, aunque ellos tampoco sabían lo que iban a hacer. Mi curiosidad seguía transformándose en excitación.

-Charlotte: Vamos a ver quién va a empezar a ayudarme… tu misma Lola.

-Lola: Muy bien. ¿Qué tengo que hacer?

-Charlotte: Mete un dedo tu también.

Lola empezó a meter un dedo dentro de mí mientras los de Charlotte seguían dentro. Se sintió increíblemente bien. Además el de Lola entró más adentro ya que lo tenía más fácil por su posición.

-Charlotte: ¿Qué tal se siente?

-Yo: Increible. Ah…

Volví a gemir de placer. Realmente me excitaba mucho sentir a dos personas dentro de mí.

-Charlotte: ¿Estás preparada para más dedos dentro de ti?

-Yo: Creo que sí.

-Charlotte: Vamos Nuria y David, es vuestro turno, un dedo cada uno.

Dejé de mirar el coño de Charlotte y me incorporé un poco para ver a los demás. Lola estaba en el centro y David y Nuria se pusieron uno a cada lado para meterme un dedo cada uno. Lo hicieron lentamente pero a la vez y ahora si estaba empezando a disfrutar de verdad de la situación.

-Yo: Ah…. Si…

-Charlotte: ¡Oye! Que quería meterte más dedos, intenta aguantar un poco.

Al fin entendimos en qué consistía el juego de Charlotte. Quiere que todos metan un dedo dentro de mí. Solo con pensarlo volvía gemir con más fuerza.

-Charlotte: Venga, vamos a moverlos un poco.

Me volví loca, se sentía realmente bien. No eran movimientos muy coordinados y no llegaban muy al fondo, algunos movían su dedo en círculos y otros lo metían y sacaban con suavidad, pero los que más notaba eran los de Charlotte, que buscaban estimular la parte superior del interior de mi vagina.

-Yo: Ahhh… siii… diosss. Creo que voy a correrme.

-Charlotte: Muy bien, pero es un orgasmo normal ¿verdad?

Ella se refería al squirt y efectivamente no lo era, lo que sentía era algo más parecido a uno de mis orgasmos más habituales, aunque igualmente placentero.

-Yo: Si… no noto nada especial ni diferente.

-Charlotte: Yo quiero provocarte un squirt. Si quieres puedes correrte pero vamos a seguir un poco más después. ¿Te parece bien?

-Yo: Si… ahhh… vale…

Ella cambió su actitud y empezó a ser más agresiva con sus dedos y los demás lo entendieron e hicieron los mismo. Me moría del placer, cada uno parecía buscar un punto de placer dentro de mí y mi cuerpo se volvía loco con esa sensación. Era como tener cuatro pequeños consoladores dentro de mi moviéndose a distintos ritmos e intensidades. 

-Yo: Diossssssss, madre mía, ¡Joder! Siiiii. 

Estaba teniendo un orgasmo y creo que los demás pudieron sentirlo a través de mi vagina y los temblores que estaba teniendo alrededor de mi cintura.

-Yo: Ahhhhhh……

Los temblores cesaron y empecé a sentirme muy relajada y exhausta. Por su parte ellos también cesaron sus movimientos, pero sus dedos seguían bien dentro de mí.

-Charlotte: Tienes que estar ya muy cansada después de tanto follar. Te prometo que el próximo orgasmo será el último… y el mejor.

Yo simplemente miraba hacia arriba, donde se encontraba ese coño que canto me gustaba y que tenía tan cerca y para mi deleite una gota de sus flujos cayó en mi cara.

-Yo: De verdad que me gustaría volver a probar tu coño. Déjame comértelo mientras seguís jugando conmigo.

-Charlotte: No suelo conseguir correrme en esta posición.

-Yo: No importa, con poder saborearte me vale.

Ella en vez de responder, bajo su cadera hasta que su sexo tocó mi cara. Yo puse mis manos en su culo y apreté esa parte de su cuerpo contra mi cara. Mi sueño volvía a hacerse realidad y podía volver a probar ese manjar que tenía entre sus piernas. Ella intentó permanecer impasiva, pero sabía que le estaba gustando.

-Charlotte: ¿Crees que te cabe otro dedo?

-Yo: Creo que sí, intentadlo.

-Charlotte: Roberto, vamos, ahora tu.

Empezaba a no haber espacio frente a la mesa y Roberto se puso a un lado, teniendo que pasar su brazo por debajo de una de mis piernas (que estaban flexionadas). 

No sé si fue que cada vez había menos espacio o si el dedo de Roberto era más grueso, pero ahora sí que empezaba a sentir mi coño apretado de una forma que no lo había sentido nunca antes.

-Yo: Vais a intentar meterme todo un dedo ¿verdad?

-Charlotte: Solo si tu quieres. 

-Yo: Sí, sí, vamos a intentarlo.

-Charlotte: Ahora Cristina.

Cristina se puso en la misma posición que Roberto pero al otro lado de la mesa. Esta vez la cosa no iba tan fluida. El dedo de Cristina me tocaba, pero le costaba entrar y creo que ella no quería hacerme daño.

-Cristina: No me veo capaz, está ya muy dilatado.

-Charlotte: Vamos a empezar a mover los dedos otra vez. Si le damos placer podemos dilatarlo un poco más.

Ellos volvieron a moverse y madre mía, ahora si era una locura. Pasé de estar en modo relajada a cachonda muy rápido. Seis dedos moviéndose dentro de mí era algo muy intenso.

-Yo: Dios. ¡Esto es muy placentero! <<Dije casi gritando>>.

Algo extraño comencé a sentir.

-Yo: Charlotte, creo que ahora sí, empiezo a sentir algo diferente.

-Charlotte: Prepárate porque es una sensación increíble.

-Yo: ¡Wo wo wo wo! ¡Dios! ¡Qué placer!

Cristina había conseguido meter también su dedo y se sintió bestial. 7 dedos dentro de mí.

-Lola: Creo que yo ya no toco su vagina, estoy rodeada por vuestros dedos.

Los demás tuvieron que reír con el comentario de Lola, pero yo estaba flipando. Mi mente no podía centrar en nada, ni siquiera en lamer el coño de Charlotte que tenía frente a mí.

-Charlotte: Creo que ya no caben más dedos y hemos dejado a Felipe fuera, pero aun queda una opción B. Marta, ¿alguna vez has probado el anal?

Dios mío, yo estaba ya extasiada de nuevo por el placer y ahora había sacado el tema del anal. Una práctica sexual que nunca había hecho y no parecía ahora el mejor momento, aunque empezaba a darme todo igual.

-Yo: No lo he hecho nunca… pero sé por dónde vas… Felipe, méteme tu dedo por el culo.

-Charlotte: Felipe, se delicado y usa lubricante. Ponte agachado delante de Lola para llegar mejor.

Iban a romperme el culo por primera vez con un dedo mientras tenía otros 7 dentro de mí. Estaba empezando a volverme loca de placer.

-Yo: Charlotte, creo que me orino, no es squirt, son ganas de orinar.

-Charlotte: ¡Vas bien! Confía en mí. Incluso si sientes que te orinas no pasa nada, de verdad, tienes que probarlo.

Mientras hablaba con Charlotte la sorpresa llego y empecé a sentir el dedo lubricado de Felipe alrededor de mi ano, sin llegar a penetrarme, pero preparándose.

-Yo: ¡Ahh! ¡Siii! ¡Dioss! ¡Qué locura!

Felipe intentó apretar un poco, pero no consiguió entrar.

-Charlotte: Hay personas que para practicar el anal tienen que mentalizarse y relajarse mucho, quizás este no sea el mejor momento si nunca lo has hecho.

-Yo: ¿Merece la pena que me meta ahora un dedo por ahí?

-Charlotte: Totalmente, confía en mí. Respira hondo y relájate, es una sensación rara pero déjate llevar.

Todos dejaron de moverse y me centré en relajar mi culo y antes de darme cuenta, el dedo de Felipe se deslizó muy dentro de mí.

-Yo: ¡Ahhhhhhh! ¡Esto es demasiado placentero! ¡Voy a volverme loca!

Todos volvieron a mover sus dedos y esta vez iban más rápidos, ahora sí que me estaba volviendo loca.

-Yo: ¡Charlotte! ¡Voy a orinarme! ¡De verdad! ¡Qué vergüenza!

Mis piernas volvían a temblar y me inundaba un placer que nunca antes había sentido, era increíble. Dedos por todas partes follandome incluso el culo.

-Charlotte: Orinate si hace falta. Voy a empezar mi truco final para darte el mejor orgasmo de tu vida.

Charlotte apoyó su cuerpo en el mío, perdiendo su punto de apoyo que era su otro brazo. Unos segundos después entendí lo que hacía, quería usar su otra mano para tocarme el clítoris.

-Yo: ¡DIOSSSS! ¡DIOSSS! ¡TE QUIEROO! ¡JODERRR TE QUIEROOO CHARLOTTE! ¡ME MEO ME MEO! ¡QUE VERGÜENZA!

Empecé a sentir que algo salía de mi interior y que los mojaba a todos. Me daba igual. Una electricidad increíblemente placentera recorría mi cuerpo, perdí la fuerza en mis piernas y los ojos casi se me quedaban en blanco mientras que sentía como seguía expulsando un líquido por mi coño.

-Charlotte: Sacad los dedos poco a poco, de uno en uno.

No sentía nada ahí abajo, sacaron sus dedos, pero mi coño seguía muy abierto y semi-anestesiado, había sido el mejor orgasmo de mi vida. Me quedé allí tumbada un rato disfrutando de aquel momento tan increíble y Charlotte se quedó a mi lado, abrazándome.

Creo que los demás estuvieron allí follando un rato más en el salón mientras yo yacía allí tumbada y adormilada. Fue el mejor momento de mi vida.

EPÍLOGO

Dos días después volví a la mansión y firmé el contrato para trabajar allí. Pude alternar sin problemas mis estudios universitarios con aquel trabajo e incluso mi rendimiento académico mejoro. Considero que esta fue la etapa más feliz (y sexual) de mi vida. 

Antes de firmar el contrato, Charlotte y yo tuvimos una charla sobre el amor donde le explique lo que yo sentía hacia ella. Le confesé que era puro deseo, pero era muy real. Ella me explicó que en mayor o menos medida, todos los empleados de la casa estaban enamorados de ella y que ella nos quería también a todos. Según Charlotte, su relación con nosotros era ‘’una relación de poliamor muy difícil de explicar’’, pero al igual que con el resto de empleados, ella también sentía algo por mí. 

Con el tiempo entendí mejor su concepto del poliamor y descubrí que realmente nos deseaba a todos los que trabajamos allí. Nunca intenté tenerla solo para mí y los demás tampoco lo hicieron. Sin duda era una mujer única capaz de enamorar a los que la rodeaban y con el poder de dictar nuevas reglas sobre el amor y el sexo.

Llegados a este punto yo me convertí en una maid sexual totalmente entregada y por eso considero que este es un buen punto para terminar con esta parte de la historia, pero creo que aún quedan muchas cosas por contar, por ejemplo ‘’como me convertí en una gatita sexual’’, pero eso os lo contaré en mi próximo libro. 

FIN

Files

Comments

Anonymous

Hola, soy un poco nuevo, ¿has hecho algún Audio en el que seas la novia del que escucha y tengáis sexo como una pareja? Podría ser una serie en la que en pareja vais probando cosas, lo digo por dar ideas, por si acaso <3 (un relato romántico seria genial uwu)

DaikoFextar

Me lo apunto. Alguna vez he hecho algo un poco parecido pero tal y como lo cuentas tiene que estar bien.