Home Artists Posts Import Register

Content

Esta es una larga historia donde os contaré poco a poco como me convertí en una Maid sexual totalmente entregada. 

Te recomiendo comenzar a leer este relato por el principio (pulsa aquí para ir al primer capítulo). 

También puedes acceder de forma organizada y rápida a todos los capítulos si pulsas aquí. 

Cuando termine todos los capítulos comenzaré a reescribir esta misma historia en forma de novela e intentaré publicarla en físico (lo que viene siendo un libro). Es uno de mis objetivos marcados en Patreon si llegábamos a 100$, gracias por vuestro apoyo.

CAPÍTULO  15

BON APPETIT

Mi forma de entender el sexo había cambiado por completo en muy pocos días. ¿Quién iba a decirme a mí que iba a tener el deseo sexual de hacer un cunnilingus a Charlotte al poco tiempo de conocerla?

Hace solo una semana ni siquiera me había sentido atraída por una mujer, pero en tan poco tiempo he tenido tiempo de sentirlo, aceptarlo e incluso conseguirlo.

Allí estaba ella, sentada en el escritorio. Lanzó sus pantalones por la habitación y no llevaba bragas, por lo que podía ver por completo su vagina.

Lo he dicho muchas veces, pero creo que nunca conoceré a una mujer más hermosa. Físicamente era perfecta y su coño no era menos, estaba totalmente rasurado y sus labios apenas se notaban y sin embargo se mostraba húmedo y algo abierto.

Nunca había comido un coño pero era el momento de hacerlo como yo quería que muchos hombres me lo hubieran hecho en el pasado. Me acerqué a ella cara a cara y sin vacilar volví a besarla, un último beso antes del destino final.

Agaché la cabeza indicando que iba a hacerlo y ella dejó caer su cuerpo sobre el escritorio quedando prácticamente tumbada y sus piernas bien abiertas. Todo parecía estar en el lugar y la altura perfectas para que yo comenzase a hacerlo. Puse mis manos en su abdomen (que quedó un poco descubierto cuando ella se echó hacia atrás).

Ahora si llegó el momento, lo tenía muy cerca e incluso antes de tocarlo ya me estaba mojando. Me había tocado en casa varias veces imaginando una situación así pero no imaginé que se cumpliría tan pronto, sobre todo teniendo en cuenta que habíamos impuesto la regla de que nadie podía tocarme. Regla que estábamos a punto de romper.

Posé la punta de mi lengua en la parte superior su vagina y comencé a separar sus labios, intentando buscar desde primera hora su clítoris.

A los pocos segundos de comenzar a lamer pasó algo inesperado, me desconcentré saboreando su flujo. Podría estar escribiendo horas y horas sobre lo que me excitó el sabor de su vagina pero voy a ser buena y no voy a alargarme tanto. Creedme si os digo que su sabor era adictivo, no era especialmente sabroso, pero como si de tabaco o una droga se tratase deseaba seguir chupando y bebiendo su flujo como si fuese agua para una persona sedienta.

Mi objetivo inicial era buscar su clítoris, pero al dejarme llevar comencé a recorrer todo su coño con mi lengua, de arriba a abajo. No sé cuánto tiempo pasó pero sé que estaba dejando llevar mis impulsos y me estaba sintiendo muy caliente mientras lo hacía. En mi interior sentía que podía llegar a correrme sin ni siquiera tocar mi vagina, estaba tan cachonda que sentía como si estuviese recibiendo un cunnilingus en vez de hacerlo. 

Todo iba genial, no podría deciros como estaba lamiendo su coño porque mi consciencia estaba en blanco, solo me dejaba llevar, pero entonces escuché un pequeño gemido de Charlotte y eso cambió la situación. Escogí dejar mi placer a un lado y centrarme en hacer que se corriese.

A partir de este punto si recuerdo con más claridad lo que ocurrió, decidí buscar con mi lengua el clítoris de Charlotte y darle un orgasmo clitoriano. Todo parecía ir estupendamente bien, pero entonces Charlotte habló:

-Charlotte: ¿Podemos parar un momento?

Me quedé congelada, pensé que estaba haciéndolo mal.

-Yo: Es mi primera vez haciendo esto, lo siento.

-Charlotte: ¡Nada de eso! Es que quiero pedirte algo.

Charlotte se incorporó mientras se recolocaba un poco la ropa, estaba bastante despeinada tras tanto trote.

-Charlotte: Verás, estoy muy sorprendida. Como bien sabes, Cristina trabaja aquí casi exclusivamente comiéndome el coño cada día y lo hace muy bien pero quiero comprobar algo contigo. ¿Podrías sacar la lengua?

Estaba sorprendida pero accedí.

-Charlotte: Perdón, no me expliqué bien, sácala todo lo que puedas.

Ahora comenzaba a comprender lo que ocurría, saqué la lengua todo lo que pude y ella puso una cara entre sorprendida y fascinada.

-Charlotte: ¡Increíble! Ahí está la clave. ¡Tienes una lengua muy larga!

Ella tenía razón, alguna vez me lo habían dicho. Nunca había sido algo negativo ni positivo para mí, pero en esta situación resultó ser muy útil.

-Charlotte: Mientras chupabas sentía que podía llegar a correrme por completo, una corrida vaginal, pero vi que te centraste en mi clítoris y me parece genial, pero nunca he tenido un orgasmo vaginal con un cunnilingus y quería pedirte que siguieses buscando el interior de mi vagina.

Lo que ella estaba pidiendo era que usase mi lengua como un consolador, como si fuese una polla entrando en su coño, que me follase su vagina con mi lengua. No perdí ni un segundo más, en vez de hablar la empujé suavemente, indicando que se tumbase de nuevo. La segunda parte estaba a punto de comenzar.

Volvía a tener frente a mí su sexo y sin necesidad de mirar comencé de nuevo a chupar. Primero lamí como si fuese un perro toda la superficie, intentando recoger todo los fluidos que ella estaba soltando. (Realmente me estaba volviendo adicta). Esta vez había mucho más líquido vaginal, posiblemente acumulado por la excitación tras la pausa. Tomar tanto de su líquido me puso a mil.

Tras dejarlo todo bien limpio busqué de inmediato el interior de su vagina, lo encontré con facilidad y comencé a juguetear con mi lengua dentro de ella.

-Charlotte: Dioss, dioss, si si si. Ahí… ahí…

Volví a perder la cabeza al escucharla, la chupaba tan intensamente que realmente podríamos decir que me la estaba follando, algo que suena bastante impensable si no fuese porque mi lengua realmente era grande y larga.

Intentaba no solo lamer, movía mi lengua por dentro de toda ella, giraba y torcía la lengua como si buscase algo dentro de ella y al mismo tiempo volvía a sentir un increíble placer aunque no estuviese masturbándome.

Llegados a este punto tengo que confesaros algo. Os lo cuento ahora porque fue en este momento donde yo también lo descubrí (o lo comencé a sospechar). Si empático lo suficiente y la situación ayuda soy capaz de correrme sin necesidad de masturbarme de forma directa. Yo no lo sabía en ese momento, pero de alguna forma cuando juego con una vagina que no es la mía mi mente actúa imaginando que lo es y en ese momento pasó algo increíble. Algo parecido me ocurrió cuando masturbé a Lola cuando estaba atada y la azotaba.

Podía sentir como las piernas de Charlotte comenzaban a temblar y ella comenzó a gemir y por algún motivo yo también gemía con ella. Ella puso sus manos en mi cabeza y me atrapó con sus piernas, lo que me dificultaba un poco la respiración, pero en ese momento no me importaba no respirar, solo quería seguir chupando su sexo.

Por otra parte mis manos agarraban su cintura con fuerza, demasiada quizás, ya que estaba sintiendo que llegaba a mí un orgasmo y no era consciente.

-Charlotte: ¡Diosss! ¡Sigue! ¡Sigue! ¡Me voy!

Las piernas de Charlotte temblaron con mucha fuerza y después se abrieron, indicándome que se estaba corriendo. Yo comencé a temblar también y mis movimientos se volvieron más erráticos, Charlotte podía notarlo ya que me seguía agarrando.

-Yo: ¡Ahhh..! ¡Ahhh!

Me estaba corriendo con solo lamer su coño. Unos segundos después mi lengua seguía dentro de ella pero yo dejé de moverme, casi podría decirse que estaba descansando justo frente a su coño. Ella comenzó a acariciar mi cabeza y me preguntó extrañada.

-Charlotte: ¿Te has corrido?

-Yo: Creo que sí.

-Charlotte: ¿Pero cómo lo has hecho? Tenías las manos agarrándome la cintura.

-Yo: No lo sé.

Ella rió un poco con suavidad y me indicó que me levantase y me tumbase junto a ella para descansar.

-Charlotte: Ha sido increíble, de verdad, nunca me lo habían comido así de bien.

Oír aquello me alegró.

-Charlotte: Aún te queda un día de pruebas en esta casa, aunque yo estaría encantada de contratarte ya. ¿Tú qué opinas?

-Yo: Para mí sería un placer.

-Charlotte: Muy bien. Mañana celebraremos por todo lo alto tu último día de pruebas. Seguiremos imponiendo la regla de no tocarte, aunque hoy nos la hemos saltado bastante.

Ambas empezamos a reír. Tras aquel comentario estuvimos un rato mas allí las dos tumbadas descansando, sin duda fue uno de los días que causaron que me enamorase de ella con locura.

En el próximo episodio os contaré los eventos que ocurrieron en la mansión durante mi último día en prácticas.

Esta historia está llegando poco a poco a su final pero no acabará con el último día de prácticas,  también quiero contaros algunos eventos que ocurren después de ser contratada.

Y si todo va bien… comenzaré una segunda novela donde os cuento mi día a día siendo oficialmente una Maid en la mansión.

En cualquier caso os aviso que el próximo capítulo será muy interesante.

Si pulsas aquí podrás ver y leer el siguiente capítulo (excepto si este es el más reciente). Normalmente escribo un nuevo capítulo cada semana.

Files

Comments

No comments found for this post.