Home Artists Posts Import Register

Content

Esta es una larga historia donde os contaré poco a poco como me convertí en una Maid sexual totalmente entregada. 

Te recomiendo comenzar a leer este relato por el principio (pulsa aquí para ir al primer capítulo). 

También puedes acceder de forma organizada y rápida a todos los capítulos si pulsas aquí.

Cuando termine todos los capítulos comenzaré a reescribir esta misma historia en forma de novela e intentaré publicarla en físico (lo que viene siendo un libro). Es uno de mis objetivos marcados en Patreon si llegábamos a 100$, gracias por vuestro apoyo.

CAPITULO 9

MASTURBACIÓN INDISCRETA

Os recomiendo leer el capítulo anterior para entender este mejor.

Me acerqué a la mesa y vi los juguetes que Lola había traído. Estaban alguno de los que yo había limpiado y esterilizado hoy mismo. Nunca había usado un juguete sexual y todos llamaban mi atención, algunos ni siquiera sabía cómo funcionaban y otros creo que no podrían entrarme.

Fijé mi atención en los más sencillos, comenzaba a visualizarme introduciéndome alguno de esos juguetes. Estaba nerviosa y excitada, iba a masturbarme delante de seis personas. Por primera vez tomé la iniciativa y hablé hacia ellos con bastante picardía:

-Yo: Nunca he usado uno de estos juguetes, pero hoy voy a hacerlo.

Charlotte se acercó a mí:

-Charlotte: ¿Puedo recomendarte alguno?

-Yo: Vale.

Ella cogió un pequeño consolador rosa. Era pequeño, medía unos 15 centímetros (en total, es decir, no podía meterme esos 15cm) y no tenía forma totalmente fálica, era más bien una bala alargada y algo doblada, pero no intentaba imitar a un pene, tampoco era especialmente grueso.

-Charlotte: Si nunca has usado uno de estos me encantaría que probases este. No es grande pero tiene vibración.

Al parecer en la base tenía una rueda y no tenía botones, además no era muy rígido, la cubierta exterior era blandita.

-Charlotte: Solo tienes que girar la rueda, si la gira al mínimo se apaga y al máximo vibra bastante.

Ella me dio el vibrador y giré la rueda. Estaba muy cachonda, no presté mucha atención a la vibración y solo lo miraba pensando lo que iba a suceder dentro de poco.

-Yo: Muy bien, creo que lo usaré.

Lola se acercó y me dio un tarrito de lubricante y tras la entrega ella y Charlotte se alejaron de nuevo un poco.

-Charlotte: Ninguno de nosotros tiene permitido masturbarse mientras tú lo haces, ahora mismo tú eres nuestro espectáculo.

Todos estaban mirando intentando mostrar una cara amigable y sincera, transmitiendo que aquello sería divertido y que no tenía de que preocuparme. Es muy posible que fuese la vez que vergüenza estaba pensando e incluso mi cara estuviese colorada, pero quería hacerlo, me apetecía sentirme así… me excitaba sentirme así… 

Me apoyé en la mesa y levanté una pierna para subirme, estaba un poco alta pero no hubo problema, en pocos segundos estaba preparada para comenzar. Me envalentoné y hable:

-Yo: Siento mucha vergüenza pero espero que os guste lo que vais a ver.

Los miré mientras hablaba, todos sonrieron casi riendo. Tras mirarlos volví a mirar a mi cuerpo, era hora de empezar.

Lo primero que hice fue tumbarme boca arriba y después doblé un poco las rodillas y abrí las piernas. El traje de maid permitía que en aquella posición se viesen mis bragas pero aun así levanté la parte inferior del traje para poder acceder mejor a aquella zona y que los demás pudiesen verme.

Llevaba unas braguitas azules que al mojarse pasaban a ser de un azul mucho más oscuro. No estaba especialmente mojada pero los fluidos de mi vagina estaban allí marcados y todos pudieron verlo.

Levanté las piernas y con mis manos me quité las bragas. Ahora que lo pienso es posible que al hacer aquello llegasen a ver mi ano durante unos segundos, que vergüenza.

En cualquier caso tras quitármelas  todos vieron mi vagina. Estaba depilada, sabía que llegaría el día donde tendría que exponerme en aquella mansión y quería estar preparada.

Mi coño es de esos que no llaman la atención y no ven muchos pliegues ni se muestran especialmente abierto, incluso cuando estoy cachonda, pero cuando me masturbaba me gustaba separar con mis dedos los labios de mi vagina para abrirla aun más… y eso hice.

Les mostré a todos un poco mejor el interior de mi húmedo coño. Todos me miraban. Algunos ponían su mano en su entrepierna, indicando que tenían que calmar la excitación que les estaba produciendo y eso me ponía aun más cachonda, pero lo que más me excitó fue ver la pícara sonrisa de Charlotte, realmente lo estaba disfrutando.

Como ya expliqué en otros capítulos, a veces disfruto más jugando con mi clítoris que con el sexo vaginal, pero pensé que era más llamativo que metiese mis dedos y que preparase el camino para después meterme aquel consolador.

Comencé a meter dos dedos dentro de mí, es como solía hacerlo. Estaba dejándome llevar y cada vez sentía menos la presión de las miradas. Mi respiración era cada vez más marcada y me masturbaba cada vez con más intensidad mientras más pasaban los segundos.

Exhalé un pequeño suspiro con entonación de orgasmo que me sirvió para despertar. ¡Todavía quedaba el juguete!

Cesé momentáneamente y cogí aquel vibrador que en ese momento estaba apagado. Estaba muy mojada por lo que no necesitaba lubricante, llevé aquel consolador a mi vagina y el primer contacto me sobresaltó un poco porque estaba frio.

Lo metí más lento de lo que quería por su temperatura, pero era estimulante sentirlo de aquella manera. Cada vez que miraba a mis espectadores me ponía más caliente, por lo que prefería dejar de mirarlos por ahora ya que estaba muy cachonda de por sí con aquel juguete.

Lo introducí todo lo que pude y la temperatura del vibrador se equilibró con la mía. Era el momento de meterlo y sacarlo. Podía hacerlo cómodamente usando solo 3 dedos de la mano y comencé suavemente.

-Yo: Ah…

Había tenido penes mucho más grandes dentro de mí que me golpearon con más violencia, pero aquella situación tan novedosa para mí me estaba haciendo suspirar de placer.

-Yo: Ahh….. Ah…. Si….

Me estaba dejando llevar, posiblemente con un minuto más hubiese sido suficiente para llegar hasta el final, pero Charlotte hablo.

-Charlotte: No olvides la vibración.

Ella tenía razón, todavía me quedaba lo más divertido de aquel juguete.

Activé la rueda sin pensar. ¡MADRE MIA! No imaginé que me daría tanto placer aquella vibración.

-Yo: ¡Diossss! ¡Ahhhhhh!

La libración posiblemente solo estaba al 30% pero nunca había experimentado nada parecido. Estoy segura que todas las sensaciones que estaba sintiendo estaban siendo amplificadas por la situación, pero aquello era indescriptible para mí.

-Yo: Uf….. joder……

Yo no solía decir palabrotas, no era mi estilo, pero aquello era brutal.

-Yo: Ah….

Decidí volver a girar la rueda para darle más intensidad, posiblemente lo activé al 60%. Aquella decisión me llevó prácticamente al orgasmo.

-¡AHHH! ¡SIIII!

Mis piernas temblaban con violencia delante de aquellas personas y yo me llevé una mano a la boca, como si quisiese tapar los escandalosos orgasmos que estaba teniendo.

-¡SIIII! ¡POR DIOS! ¡ME CORRO!

Levanté la cadera temblando unos segundos y después volví a apoyarla en la mesa mientras apagaba el vibrador. Ya solo respiraba con fuerza, recuperando energías mientras miraba al techo.

-Yo:…

Sinceramente os lo digo, fue una sensación maravillosa, sabía que me habían visto 6 personas. Es como si hubiesen compartido mi felicidad durante aquellos instantes. Tenía la mente en blanco pero entonces Charlotte hablo.

-Charlotte: Me he puesto muy muy cachonda, imagino que vosotros también (ella se refería a los empleados que vieron el espectáculo con ella). Si queréis masturbaros tenéis que darme placer mientras os masturbáis.

Es cierto que Charlotte habló pero yo no le hice mucho caso, estuve posiblemente un minuto mirando el techo con una sonrisa en mi boca mientras disfrutaba el momento pero cuando me alcé vi algo que volvió a activar mi lívido.

Cristina estaba de rodillas haciendo un cunnilingus a Charlotte (parece que es la especialidad de Cristina), Lola y la otra mujer chupaban los pechos de Charlotte que ahora estaban expuestos, el mayordomo la estaba besando y el cocinero estaba lamiendo sus pies, pero lo más llamativo de todo es que todos estaban masturbándose mientras trataban a Charlotte.

Solo podía mirar y contemplar aquella maravilla. Charlotte me enamoraba, era tan poderosa, tan guapa y tan erótica que me sentía seducida por ella.

-Charlotte: Tú aún no puedes venir aquí, pero puedes masturbarte de nuevo si quieres.

No lo dudé. Esta vez me senté en la mesa para ver aquel espectáculo cogí el consolador y comencé a masturbarme de nuevo.

Yo había tenido el placer de sentir a 6 personas mirándome, pero ella tenía 5 personas teniendo sexo con ella. ¿Cómo de insuperable podía ser esa sensación? Solo imaginarlo me ponía a 1000.

-Charlotte: Si superas la semana de pruebas y aceptas quedarte, tu podrás sentir lo que yo estoy sintiendo ahora, todos mis trabajadores y yo tendremos sexo contigo de la forma que tu elijas.

Aquella frase me marcó desde aquel momento de forma fulgurante. Quería sentir esa cantidad de placer.

Es muy posible que fuera justo a partir de aquel momento cuando yo lo acepté mentalmente deje de engañarme. Quería trabajar allí.  

Continuará en el próximo capítulo.

Si pulsas aquí podrás ver y leer el siguiente capítulo (excepto si este es el más reciente). Normalmente escribo un nuevo capítulo cada semana.

Files

Comments

No comments found for this post.