Home Artists Posts Import Register

Content

Antes de comenzar os recuerdo rápidamente que si prefieres escuchar este relato (como si fuese un JOI) en vez de leer, simplemente pulsa aquí (he subido a la vez la versión escrita y la versión audio).

Lo que vas a leer a continuación es el capítulo 15 de mi próxima novela, una novela muy novedosa donde el protagonista (tu) recibirás instrucciones específicas para masturbarte. Para leer los capitulos anteriores puedes hacer click aquí.



CAPÍTULO 15 – Reunión

Yara dejó de limpiar tu polla cuando le dijiste que chuparías su vagina.

-No es necesario. – Dijo ella con algo de timidez.

-Insisto, Tu me lo has agradecido así que ahora yo quiero hacer lo mismo.

Cuando ella entró por la puesta parecía ser misteriosa e inalcanzable, pero ahora se mostraba como un libro abierto. Podías notar que no se sentía preparada para que chupases su coño. Aun así, quisiste seguir con el engaño. En vez de insistir verbalmente, diste un pequeño brinco de la cama y te pusiste de rodillas en el suelo.

-Venga, ponte de pie y pon tu coño en mi boca, voy a agradecerte como una reina se merece.

Sacaste la lengua y alzaste la cabeza para que ella lo entendiese rápido.

-Yo…

Ella se levantó de la cama lentamente. Primero se sentó y después, con muchas dudas, se levantó. Agarraba su falda con una mano, intentando tapar tímidamente su vagina con ella, algo que parecía absurdo puesto que en unos segundos la iba a poner en tu boca.

-Humano… esto me supera, no puedo hacerlo, el corazón me late con fuerza, nunca me había sentido así. No puedo dejarme llevar tanto como me has pedido.

-Sí puedes.

Intentaste sorprenderla alzando las manos para agarrar su culo y llevar su cintura a tu boca, pero ella dio un brinco y dijo.

-Espera, parece que alguien viene.

Efectivamente, unos pasos comenzaron a sonar fuera de la habitación. Yara intentó recolocarse la ropa y recuperar su endereza mientras que tu solo pudiste sentarte en la cama desnudo. Eran las dos misteriosas mujeres de antes.

-Hemos venido porque ya ha pasado un tiempo y… hemos escuchado algunos ruidos.

-Sí, como os dije, acabo de yacer con él. Además, ya está todo solucionado, admite ser un humano sin hipnosis, solo estaba fingiendo.

Ella dejó bastante claro que no quería que ellas viniesen, pero no pareció enfadarse cuando lo hicieron, seguramente le pareció una buena forma de escapar de la situación.

-En ese caso, podríamos ir todos a la reunión que se está formando en la mesa principal del castillo. – Dijo una de las misteriosas mujeres encapuchadas.

-¿Qué opinas humano? ¿Te sientes recuperado para venir? – Dijo Yara mirándote a los ojos.

-¿Yo? ¿A una reunión?

Todavía te costaba entender la situación.

-Seguramente estén allí Elpha y Larfu.

-Muy bien,entonces vamos.

-Toma. -Interrumpió una de las encapuchadas mientras te daba unas telas.

Lo que ella te ofrecía era ropa. Ese gesto tan simple se te hizo importante. Las brujas no os dejaban llevar ropa por lo que recibirla era como recuperar parte de tu humanidad y orgullo. Además, al ponértela, comprobaste que era ropa elegante, posiblemente la vestimenta más cara que nunca habías llevado.

-¿Te queda bien? – Preguntó la otra encapuchada con una voz más tímida.

-Estupendo.

-En ese caso, vayamos a la reunión. – Dijo Yara con firmeza.

Al salir de allí comprobaste lo que una de ellas mencionó. Aquello parecía un castillo. Sus largos y oscuros pasillos de roca iluminados por velas y antorchas parecían no tener fin, aunque mientras más caminabais, más acogedor y elegante parecía todo lo que os rodeaba.

Antes de llegar al lugar de reunión, ya se veían algunas personas alrededor, gente que os miraba con algo de miedo y sorpresa, pero lo mejor era ver que parecían humanos que no estaban sometidos.

Tras superar algunos pasillos y puertas más, indudablemente llegaste al lugar de reunión. Unas 30 personas ocupaban la habitación, algunas sentadas en una gran mesa redonda y otras en pie mientras charlaban. Rápidamente viste dos siluetas acercándose a ti. Eran Elpha y Larfu. A Elpha le falto poco para saltar en tus brazos.

-¡Elpha! – Dijiste abrazándola.

-¡Por fin! ¡Estamos juntos de nuevo! – Respondió emocionada.

-Me alegra verte bien, le dijiste a Larfu mientras seguías abrazando a Elpha.

-A mí también amigo.

Era la primera vez que él te llamaba amigo, aun así, tú también lo sentías así.

-Ejem, ejem…

Una voz grave sonó por la habitación. En ese momento os disteis cuenta de que todo el mundo os miraba. No eran miradas de miedo o sorpresa, eran miradas de alegría y emoción, la gente se alegraba de veros.

-Siento arruinar este momento, pero Seri, Larfu y Elpha, voy a pediros que os sentéis con nosotros.

No te gustó especialmente que te llamasen Seri, solo las brujas te llamaban así, pero el señor que os pidió asiento intentaba ser amable, por lo que accedisteis sin rechistar.

Al sentaros, comprobaste que las 30 personas que allí había tenían un asiento en aquella enorme mesa gigante. Aun así, había claramente 2 asientos especiales, dorados y más grandes, en los que se encontraban el señor que os pidió asiento y Yara, que acababa de sentarse junto a él. Cuando todos tomaron asiento se hizo el silencio, aunque se pudo ver como Yara le decía algo al oído a aquel señor.

-Hoy es un día de júbilo, puesto que podemos confirmar que tenemos entre nosotros al elegido, aquel que llevamos tanto tiempo buscando.

La gente, repentinamente, se sorprendió y algunos se volvieron locos de alegría. Aplausos y abrazos entre todos los que allí se encontraban. Sabías que se referían a ti y eso te ponía nervioso. Elpha te dio la mano para transmitirte tranquilidad, como si ella supiese como te sentías. Tras unos momentos de alboroto, alguien alzó la voz.

-Bueno, bueno, silencio en la sala, yo también estoy muy contenta pero todavía queda mucho por hacer, este es solo un paso más en un largo plan para vencer a las brujas. – Dijo una mujer a un lado de la mesa.

-Así es. - Respondió el hombre que presidía la mesa junto a Yara. - Si os parece bien, creo que les debemos un resumen y una explicación de todo lo que está pasando a nuestros nuevos amigos. – Dijo él, refiriéndose a vosotros.

-Yo ya le he contado un poco de la historia al elegido, pero lo mejor será que se lo cuentes todo de nuevo con detalle, así podrán entender mejor nuestra situación. – Expresó Yara.

Un silencio se hizo en ese momento en la sala, como cuando los juglares y cuentacuentos del antiguo pueblo contaban sus historias.

-Hace unos 4 años las brujas invadieron el territorio humano y los esclavizaron. El resto de territorios del reino quedaron intactos, pero como es lógico, el resto de razas no apoyaron esta situación. Tras una gran planificación por parte del reino, se organizó el mejor ejercito jamás visto para rescatar a los humanos, pero entonces las brujas trazaron un terrible plan, mandar a los humanos al frente a pelear. Con la hipnosis, hombres, mujeres, niños y ancianos fueron llevados a la guerra contra el reino. Los humanos eran los seres a los que queríamos salvar, no masacrar. La hipnosis de las brujas era terrible, por lo que, tras sopesarlo detenidamente, decidimos no ir a la guerra para no matarlos.

La historia que aquel hombre contaba te sorprendió, no sabías nada de una guerra, pero te gustaba saber que el reino intentó salvaros y que valoró vuestras vidas.

-Aunque la guerra cesó, comenzó un nuevo proceso, el de infiltración en el reino humano para obtener información y salvaros sin derramar sangre. Ese ha sido siempre nuestro objetivo. Por eso estamos aquí. Por favor Yara, sigue tu. -Dijo aquel señor mirando a la reina de los elfos.

-Las infiltraciones fueron un éxito y descubrimos cual era el siguiente plan de las brujas. Su objetivo era encontrar al humano elegido y la bruja elegida para que yaciesen en el monte del destino. El objetivo de las brujas era pedir como deseo que todo el reino aceptase y asumiese como algo natural que los humanos fuesen esclavos de las brujas. Que fuesen tratados como una especie inferior, como si fuesen mascotas.

Aquello te puso los pelos de punta. ¿Realmente se podía pedir cualquier tipo de deseo? ¿Incluso algo tan descabellado como eso?

-Su plan parecía estar bajo control. Tenían bajo control a todas las brujas, a todos los humanos, y también el monte del destino, que está en territorio humano. Bueno, ahora territorio de las brujas. Pero algunas cosas se torcieron para ellas. En primer lugar, no encontraban al humano elegido.

Yara hizo una pausa antes de seguir con la historia. Te miró y preguntó.

-¿Cómo conseguiste escapar de las brujas durante tanto tiempo?

Todo el mundo se quedó estupefacto esperando tu respuesta.

-Cuando las brujas llegaron al pueblo escapé al bosque y viví allí durante 4 años.

La gente comenzó a hablar, parecían contentos y sorprendidos con tus palabras. Tú, complacido por el ambiente, hablaste un poco más.

-Vivir solo durante 4 años era un infierno, a veces me planteaba incluso ir al pueblo y ser hipnotizado. O incluso hacer algo peor… pero entonces Elpha apareció en el bosque y me cambió la vida.

En ese momento Yara volvió a hablar.

-Elpha es la bruja que veis junto al elegido. Está de nuestra parte, como las otras brujas de la isla.

¿Isla? ¿Estabais en una isla? ¿Hay otras brujas buenas como Elpha? Antes de que Yara volviese a hablar, alguien interrumpió en la sala. Una chica joven con una bata de laboratorio. Era bajita, su pelo era rubio y estaba recogido con dos largas trenzas, pero lo que más llamaba la atención eran sus enormes y redondas gafas, que curiosamente para tu gusto la hacían más atractiva.

-¿Es cierto que han llegado un par de nuevos hombres a la isla? – Gritó la chica enérgicamente.

-Sí, aunque ahora mismo no es el mejor momento para esto Pikan. -Respondió una voz anónima en la mesa.

-Sí lo es. Estamos demasiado cerca del territorio de las brujas, necesitamos mover la isla de nuevo y nuestros hombres están cansados tras la maniobra de búsqueda del elegido.

-Hum… - El hombre que presidía la mesa se quedó pensando. – Seri, Larfu, sé que es repentino, pero… ¿podéis acompañar a Pikan? Os lo ruego, vuestra ayuda es más importante de lo que podéis imaginar.

Miraste a Larfu y parecisteis quedar convencidos.

-Muy bien. – Respondiste.

Inmediatamente, Pikan os cogió del brazo a ambos y tiró de vosotros, por lo que no quedó más remedio que levantaros rápidamente para acompañarla.

-Vamos rápido. – Dijo la chica a paso ligero.

Tras abandonar la mesa, volviste a sentirte pequeño en aquel enorme castillo. Esta vez no tenías tanto tiempo para mirarlo, puesto que la pequeña mujer que os necesitaba andaba a toda prisa por los pasillos.

-¿Qué tenemos que hacer? – Preguntó Larfu.

-Necesitamos vuestro semen para mover la isla de sitio. Siento pedíroslo así, pero si las brujas nos descubren entonces sí que estaremos jodidos.

-¿Nuestro semen para mover una isla? -Dijiste asombrado.

-No sé si os lo han dicho ya, pero estamos en una isla flotante que puede moverse. La movemos gracias a la magia, particularmente gracias a brujas que están de nuestro lado y que usan su poder para moverla. Hace unas horas recibimos una débil señal del que podría ser el elegido, así que gastamos toda nuestra energía en mover la isla para acercarnos a él. Sin embargo, no podemos estar aquí más tiempo, no nos conviene estar tanto tiempo cerca de territorio enemigo. El problema es que a nuestras brujas apenas les queda magia y nuestros hombres ya lo han dado todo para mover la isla. Por eso os necesito.

Pikan no paró de hablar mientras la seguíais. Parecía cansada, como si no estuviese acostumbrada a hablar tanto y moverse al mismo tiempo. Por otro lado, los pasillos eran cada vez más fríos y oscuros, sentíais que bajabais cada vez más en el castillo, pero para vuestra sorpresa, cuando Pikan abrió la última puerta, el lugar al que llegasteis era luminoso y amplio, y estaba lleno de hombres y mujeres desnudos, además de una gran cantidad de camas.

-Aquí traigo a dos nuevos hombres. – Dijo Pikan en voz alta.

-Yo me encargo de uno. – Dijo una de las chicas que estaban por allí.

-Yo del otro. – Dijo otra.

-¡No! – Exclamó Pikan.- Yo me encargaré de uno de ellos. No hay tiempo que perder.

-Pero Pikan, hace tiempo que tú no te encargas personalmente de los hombres.

-Sí, pero ninguna de vosotras conoce las mejores técnicas de extracción de semen, hoy vais a aprender algo nuevo. – Dijo Pikan algo orgullosa.

Todo estaba siendo muy rápido y precipitado, unas 15 mujeres y también algunos hombres os miraban intrigados, tanto a Larfu y a ti como también a Pikan.

-¿Cuál de vosotros tiene el semen más energético? ¿Cuál proporciona más magia? ¿Lo sabéis?

-Creo que yo. – Dijiste tímidamente.

-Vaya, no lo parece.

Un comentario algo cruel por parte de Pikan, aunque no se podía negar que el físico de Larfu pudiese confundirla.

-Muy bien, yo me encargaré de ti. Susan, tú te encargarás del otro, pero quiero que intentes imitar la técnica que voy a aplicar.

Pikan parecía estar haciendo mención a un tipo de técnica sexual o de masturbación especial y eso te daba algo de miedo, más aun viniendo de una chica que parecía tan alocada y efusiva.

-Venga, desnudaos y sentaos en la cama. Chicas, quiero que agarréis sus brazos cuando se sienten para que no se puedan escapar.

Esos comentarios daban todavía más miedo. ¿Qué querían hacer con vosotros? Aunque Pikan os había pedido desnudaros, lo cierto es que las mujeres a vuestro alrededor eran las que se estaban encargando de eso.

Acción: Desnúdate.

En un instante, estabais desnudos y sentados en la cama. Aunque Pikan había pedido que agarrasen vuestros brazos, la forma de hacerlo te sorprendió. No lo hicieron de forma violenta, si no que una chica a tu lado cogió gentilmente una de tus manos, abrió las piernas, arrastró tus dedos muy cerca de su vagina y finalmente cerró los muslos para atrapar tu mano. Otra mujer hizo exactamente lo mismo con tu otra mano. Para colmo, esas mujeres estaban desnudas y apretaban sus cuerpos y sus pechos contra ti, lo que provocaba inevitablemente en ti una gran excitación.

Pikan, al ver la situación, se recolocó las gafas, como si le tocase enfrentarse a un complicado desafío. Tras unos segundos mirando tu cuerpo, se arrodilló frente a ti y comenzó a tocar tus huevos.

Acción: Masajea tus huevos. No lo hagas con delicadeza.

Sin duda Pikan era la jefa de todas aquellas mujeres que os rodeaban, pero al mismo tiempo, no parecía ser la más experta en la cama. Su forma de tocar tus huevos no estaba siendo delicada, si no que más bien parecía examinarlos como si fuesen algún tipo de objeto científico.

-¿Cuánto tiempo llevas sin correrte? – Dijo Pikan mientras miraba y examinaba tus huevos.

-Hace un rato lo hice con Yara.

-¿Con la reina? ¿En serio? -Dijo sorprendida una de las chicas que estaba a tu lado agarrando tu mano.

-Vaya, todavía peor, te han dejado con menos semen. Ya podría bajar esa reina a echarnos una mano. -Dijo asqueada Pikan.

Sin embargo, una idea pareció venir a ella.

-Espera…¿lo has hecho con Yara? ¿En serio? – Pikan parecía sorprenderse con efecto retardado. – Si lo has hecho con ella es porque… ¿Eres el elegido?

-Eso dicen. – Dijiste, intentando restarle importancia.

Se hizo el silencio en la sala, incluso Pikan dejó de examinar tus huevos. Todos parecieron alegrarse mucho.

-¡No puede ser! -Dijo una de las chicas a tu lado.

-¡Eres el elegido! – Dijo la otra.

Un pequeño bullicio se formó, pero Pikan pidió silencio y después habló.

-Estoy tan sorprendida como vosotras, me hace muy feliz que estes aquí elegido, pero tenemos que seguir con esto, no podemos distraernos ahora.

Ella dejó de tocar tus huevos y agarró tu polla para moverla lentamente.

Acción: Comienza a masturbarte lentamente.

Pikan seguía demostrando ser una inexperta. Podías notar que sus manos no se movían con la suavidad con la que otras mujeres te lo habían hecho.

-Vas a romperle a polla al elegido. – Dijo una de las personas que miraba la escena.

En ese momento, todos rieron. Todos, excepto Pikan, que parecía enfadada y también un poco triste, como si aquel comentario le hubiese herido.

-Me está gustando mucho, no te preocupes.

Sin duda estabas mintiendo, pero te dio pena verla tan humillada y en el fondo, tampoco lo hacía tan mal. Tus palabras parecieron reconfortarla.

-Quizás te gusta ahora, pero no sé si te gustará lo que te voy a hacer después. – Dijo Pikan con cierta mirada de preocupación hacia ti.

¿A qué se refería? Antes de poder preguntar, una de las mujeres que os estaba mirando comenzó a verter un poco lubricante sobre tu polla, lo que volvió aquella paja mucho más placentera.

Acción: Mastúrbate a una velocidad media.

La facilidad que proporcionaba el lubricante para la masturbación hizo de forma casi involuntaria que Pikan subiese el ritmo. Ahora su mano se sentía mucho mejor y realmente te daba mucho placer. Por su parte, ella parecía enfocada en hacerlo lo mejor posible y su cara se estaba acercando inconscientemente cada vez más a tu polla. No podías evitar pensar en lo guapa que te parecía y lo bien que te estaba haciendo sentir.

-Por ahora no estás haciendo nada especial. – Dijo la ayudante de Pikan que estaba masturbando a Larfu.

Estabas tan concentrado en tus asuntos que no habías reparado en Larfu. Él estaba en la cama de al lado y en la misma situación que tú, con dos chicas agarrándole sensualmente y otra entre sus piernas masturbándole.

-Si, por ahora es una paja normal. -confirmó Pikan. – Sin embargo, existe una forma de conseguir mucho más semen de lo normal cuando el hombre eyacula. Normalmente no es necesario usarla, pero en situaciones como la de ahora puede ser muy útil.

¿Realmente existía una forma de sacar más semen de lo habitual? ¿Requería magia o era una técnica normal? Aunque al principio te daba miedo, ahora tenías cierta expectación por saber que iban a hacerte.

-Por ahora, sigamos aumentando su excitación. Chicas, chupadle los pezones. Eva, tú encárgate de lamer sus huevos mientras le sigo masturbando.

No podías creerlo, pero, antes de poder reaccionar, las chicas que tenían tus manos atrapadas se inclinaron un poco y… comenzaron a chuparte y besarte. Una de ellas comenzó besando tu cuello y la otra, fue directa a tu pezón. Era la primera vez que te hacían algo así y te hacía sentir muy raro y perturbado. En comparación con las brujas, el trato que estabas recibiendo era completamente diferente, aquí tu eras el protagonista. Con los estímulos de aquellas dos chicas a tu lado y Pikan masturbándote, sentías que tu orgasmo podría llegar bastante más pronto de lo habitual.

-Hazme un hueco. – Dijo una voz.

Tu vista ya no enfocaba en ningún lugar, solo podías dejarte llevar, pero aún faltaba lo mejor, la otra orden que Pikan habían dado llegaba ahora. Comenzaste a sentir una lengua lamiendo tus huevos.

-Muy bien, primer paso completado, excitar al máximo al sujeto. Puedo notar su polla palpitando cada vez más fuerte. Es hora de pasar a la segunda fase.

Acción: Deja de mover la mano, pero sigue agarrando tu polla.

-Susan, cuando sientas que él pueda correrse, tienes que parar por completo la masturbación, como acabo de hacer yo ahora.

-Muy bien. -Respondió Susan.

-¿En serio? ¡Eso es muy jodido! ¡Pobre elegido! – Dijo uno de los hombres que os miraba.

-Lo es, y lo siento mucho elegido, espero que puedas aguantarlo.

¡Maldita Pikan! Todo se sentía muy placentero, pero ahora ella no estaba moviendo la mano ¡y lo peor es que el resto de chicas que tocaban tu cuerpo lo seguían haciendo! La chica que antes chupaba tu cuello ahora también había llegado a tu otro pezón y usaba la lengua para juguetear con él. También podías sentir la lengua de una de ellas pasando entre tus huevos sin parar, incluso tu mano comenzaba a mojarse porque las chicas que te tenían atrapadas también se estaban excitando.

No dijiste nada, pero mostrabas una clarísima cara de estar jodido.

-Cuando sientas que se está calmando, vuelve a masturbarle. – Dijo Pikan incluso un poco traviesa.

Acción: Vuelve a masturbarte a velocidad media.

-Uffff… - No pudiste evitar resoplar.

Tanta excitación sin poder explotar era una alocada mezcla de sufrimiento y placer que no sabías como gestionar, pero al menos las manos de Pikan volvieron a moverse.

-¿Qué vas a hacer con el semen cuando salga? – Preguntó una lejana voz femenina.

-Voy a recogerlo con la boca y después se lo daré a las brujas.

-Nunca he visto a Pikan tener sexo y justo hoy se va a llevar el semen del elegido. ¡Qué suerte!

Todo el mundo volvió a reír pero esta vez la broma también le gustó a Pikan.

-Es lo que tiene ser la jefa jajaja. ¿Qué tal vas elegido?

-¡Ufff! Creo que voy a correrte.

-¿En serio?

Acción: Comienza a masturbarte rápido.

Era la primera vez que ella se movía así, con mucha velocidad para intentar hacerte terminar. Para colmo, las chicas a tu lado comenzaron a gemir. Unos gemidos sin duda falsos, pero que te estimulaban todavía más.

Acción: Deja de mover la mano, pero sigue agarrando tu polla.

Otra vez…¡otra vez dejó de moverse! ¡Esta vez habías estado incluso más cerca de terminar! Tu polla palpitaba tan fuerte que incluso movía la mano de Pikan, que te agarraba con fuerza, pero sin moverse para no estimularte. Por primera vez hiciste un amago de levantar las manos para escapar de allí, pero las chicas te retuvieron.

-Aguanta elegido, tú puedes. Dijo Pikan.

Todo te estimulaba al máximo. Las chicas seguían chupando pero no podías evitar mirar fijamente a Pikan. Su boca estaba tan cerca de tu polla que casi sentías su aliento cuando ella hablaba. Querías terminar y estabas comenzando a volverte loco.

-¿Cuánto más dura esto? – Dijiste agobiado.

-La próxima te dejaré terminar, no te preocupes.

En vez de responder, cerraste los ojos y suspiraste agobiado.

Acción: Vuelve a mover la mano para masturbarte LENTO.

-¡Joder Pikan! -Exclamaste.

Era la primera vez que la llamabas por su nombre. Gritar así no había sido elegante, pero que ella moviese la mano tan despacio te jodía todavía más. Sentías que si te la sacudía un par de segundos a buen ritmo podrías terminar, pero ella solo lo hacía lento. Sin embargo, cuando viste su cara, de nuevo te apenaste un poco, ella parecía sentirse mal por lo que te hacía. De nuevo intentaste consolarla.

-Perdona, no quería gritar, pero esto es muy jodido.

-No te preocupes, se las consecuencias de esta técnica, entiendo que me odies después de esto. Por eso quería hacerlo yo, para que no lo pagues con ellas.

-Te aseguro que no te odiaré, no te preocupes. Puedes hacérmelo de nuevo si quieres.

Se vivieron unos momentos emotivos en el ambiente, aunque a ti poco te importaba en ese instante ya que seguían torturándote con aquella interminable paja. Para colmo, Pikan actuó de nuevo, añadiendo un nuevo componente sexual a todo lo que te estaban haciendo. Ella comenzó a chupártela.

Acción: Mastúrbate a velocidad media.

Pikan estaba entregada. No era la mejor mamada del mundo, ya que ella apena apretaba con los labios y no usaba la lengua, pero sí que era una de las situaciones más eróticas que habías vivido (y eso que en las últimas semanas no habían sido pocas). Para colmo, la inocencia y sinceridad con la que Pikan te lo hacía te hacía sentir todavía mejor. El hecho de que a ella no se le diese bien era todavía más frustrante ya que tenías muchas ganas de terminar, pero lo peor de todo era ver como ella se esforzaba en hacértelo lo mejor posible.

Tal fue su entusiasmo, que al intentar chupar un poco más profundo tuvo una pequeña arcada. Nada grave, pero le dio la tos y tuvo que parar una vez más.

Acción: Deja de masturbarte.

Al verla toser, podías ver como sus gafas se resbalaban por su nariz y su pelo parecía sudado.

-Termina con la mano si quieres. -Dijiste intentando ocultar que de alguna forma te hiciese terminar de una vez.

-No quiero, es demasiado arriesgado dejar que salga y perder alguna gota. Además, quiero hacerlo así.

En cuanto recuperó la compostura, volvió a chupártela de nuevo, esta vez incluso más rápido.

Acción: Mastúrbate rápido.

Nadie hablaba. Nadie decía nada. La situación era demasiado erótica como para interrumpirla. Todos parecían empatizar tanto contigo como con ella. ¿Te dejaría terminar de una vez por todas o seguiría jugando contigo? Cada vez sentías que había menos margen y que incluso si dejase de masturbarte acabarías por explotar.

Al fin, parecía que esta vez sí te dejaría terminar. Su boca se sentía especialmente bien y tu cuerpo se preparaba para soltarlo todo.

-Chicas, dejad de chuparle. Ahora.

Acción: Deja de masturbarte.

Pikan sacó tu polla de su boca para dar esa orden y en un instante todas pararon. Tus pezones, tus huevos… lo dejaron todo.

-¡Nooooo! ¡Déjame acabar! -Gritaste al borde del orgasmo.

Sacaste con fuerza tus manos de entre las piernas de las chicas, y te pusiste en pie, pero… no hiciste nada más. Fue un impulso natural, tu cuerpo te pedía terminar, pero volviste a recapacitar la situación.

-Por favor Pikan, déjame acabar en tu boca. No puedo más.

-Voy a contar hasta 20 y cuando acabe te la volveré a chupar.

-Pero esta vez déjame terminar.

-Vale, te prometo que note engañaré más, no te preocupes. Uno… dos…

Pikan comenzó a contar.

-Tres… cuatro… cinco…

Se te hacía eterno. Tenías muchas ganas de agarrar tu polla y terminar tú mismo, pero te contuviste y volviste a sentarte. Las chicas volvieron a abrazar tus brazos, aunque esta vez sin meter tus manos entre sus piernas.

-Seis… siete… ocho…nueve…

Miraste a tu alrededor. A Larfu también se la estaban chupando. Se la estaban chupando… y a ti todavía no…

-Diez… once… doce…

¿Estaba Pikan contando cada vez más lento?

-Trece… catorce…

Sin duda estaba contando cada vez más lento. Nunca habías tenido tantas ganas de enfadarte, nunca te habías reprimido tanto. Estabas rabiando por dentro. Era un enfado muy puntual por la situación que te estaban haciendo vivir, pero también era un enfado muy real.

-Quince…dieciséis…

-¡Ahhhhh!

Te apetecía gritar. Querías que llegase a veinte de una vez.

-Diecisiete… dieciocho.

-Por favor no vuelvas a dejarme así otra vez cuando empieces.

-¿Alguna bruja cerca? ¿Eva? Mira, está soltando bastante presemen, chúpaselo para recuperar algo de magia.

Pikan dejó de contar para hablar de tu presemen y Eva (la que chupaba tus huevos) lamió la punta de tu pene para saborearlo. Su lengua, se sentía exageradamente bien.

-¡Que es esto! – Exclamó Eva. - ¡Este semen tiene muchísimo poder! ¿Cómo es posible?

Eva estaba sorprendida por el poder de tu semen.

-Dicen que el semen del elegido es increíblemente poderoso. – Dijo una de las mujeres que os rodeaban.

-En un momento lo comprobaremos. -Dijo Pikan e inmediatamente volvió a meterse tu polla en su boca.

Acción: Mastúrbate rápido.

Esta vez Pikan hizo algo diferente, puso sus manos en tus piernas y te agarró usarlas como punto de apoyo para chupártela mejor. Así podía chupártela con más intensidad.

-Por favor Pikan, voy a reventar, déjame terminar.

Ella, en vez de responder, chasqueó los dedos. Un montón de mujeres se acercaron a ella, no entendías muy bien el motivo. Además, las chicas que te chupaban volvieron a hacerlo.

-Creo que esta vez te van a dejar terminar, nos ha llamado para darnos tu semen cuando acabes. – Dijo una de las mujeres que se acercaron a ella.

-Pikan, me está gustando mucho, sigue solo un poco más.

No solías decir ese tipo de frases y menos a una desconocida, pero querías decir o hacer cualquier cosa para que ella te dejase terminar de una vez. Sorprendentemente, tus palabras parecieron funcionar, comenzaste a notar una lengua más juguetona de lo normal.

-¡Ahhh! ¡Sigue!

Querías animarla a que siguiese así, te estaba encantando como lo hacía, seguramente porque llevabas ya un buen rato al borde de terminar. Ella también le puso más empeño, incluso volvió a sonar alguna arcada, pero esta vez no desistió y siguió chupando.

Ahora sí que ibas a correrte. No había vuelta atrás, incluso si ella dejaba de chupar tu semen saldría disparado, pero al menos esta vez ella no dejó de hacerlo. Eva, que estaba chupando tus huevos, paró y dijo:

-Ya va a terminar, prepárate Pikan.

Eva acarició la cabeza de Pikan y recolocó sus trenzas en su espalda. Las gafas de Pikan estaban empañadas, su cuerpo sudaba y tenía los ojos cerrados. Todo mientas seguían chupando tus pezones. No pudiste más, tu semen comenzó a salir disparado en su boca como nunca antes lo habías hecho.

Acción: Córrete.

Pikan cerró los labios con fuerza, sabía que tu semen era muy importante. Por tu parte, no podías parar de correrte. Una descarga, dos, tres, cuatro, cinco, seis, todas muy potentes. Siete, ocho… ¿Alguna vez te habías corrido tanto? La gente alrededor también parecía sorprendida.

Pikan parecía esforzarse en no dejar escapar nada y su pequeña boca parecía llenarse cada vez más. Incluso sus mejillas parecían hincharse. Finalmente consiguió contenerlo todo.

Lentamente, retiró tu polla de su boca y llamo a la primera de las chicas con un gesto. Ella se levantó y ahora eran las chicas las que se arrodillaban. Finalmente, a través de un beso, Pikan le dio un poco de semen a la primera de las chicas, después a la segunda, tercera, cuarta… así hasta 9 chicas.

-Increíble.

-¿Cómo es posible?

-¡Es como hacerlo con 10 hombres! ¡O 20!

Todas las brujas estaban asombradas con tu semen.

-Lo has hecho muy bien elegido. No te preocupes, no te volveremos a tratar así, lo siento mucho. – Dijo Pikan arrepentida.

-Perdóname tu. No he estado a la altura, debería haber aguantado mejor.

-Lo has hecho muy bien.

-Tú lo has hecho mucho mejor. Me ha gustado mucho. – Le dijiste, intentando hacerla sentir mejor.

-¿En serio? – Dijo sorprendida.

-Muchísimo.

Ella pareció ruborizarse y, al sentirse así, te dio la espalda avergonzada.

-¿Tenéis suficientes brujitas? – Preguntó amistosamente Pikan al resto.

-¡Sí! Con esto saldremos de aquí rápidamente.

-Estupendo, en ese caso, volvamos a la reunión.


----------------------------------------------

Esto es todo por ahora, espero que os haya gustado este capítulo.

Recordad que mi primera novela erótica "Cómo me convertí en Maid Sexual" ya está disponible en Amazon España y en Amazon Internacional y si eres miembro de mi Patreon puedes leer la novela completa gratis haciendo click aquí.

Files

Comments

No comments found for this post.