Home Artists Posts Import Register

Content

Antes de comenzar os recuerdo rápidamente que si prefieres escuchar este relato (como si fuese un JOI) en vez de leer, simplemente pulsa aquí (he subido a la vez la versión escrita y la versión audio).

Lo que vas a leer a continuación es el capítulo 12 de mi próxima novela, una novela muy novedosa donde el protagonista (tu) recibirás instrucciones específicas para masturbarte. Si no has leido los capitulos anteriores puedes hacer click aquí.

CAPÍTULO 12 – Rescate

Han pasado varios días desde aquel intenso trio con Larfu y Sabrina donde usasteis una gomilla para mantener vuestras pollas unidas. Esta vez Sabrina no ha dejado la aldea y habéis estado follando sin parar. ¿Era normal semejante apetito sexual? Empezabas a plantearte que quizás a las brujas les gustaba más el sexo que a las humanas normales. Su adicción al semen refutaba tu teoría.

-Hoy tengo que salir así que vais a masturbaros mientras no estoy para volver a llenar los frascos de semen, que apenas quedan y estos días no los habéis llenado.

Sabrina era tan insaciable que incluso tomaba semen de los frascos de reserva cuando vosotros no podíais seguir follando.

-Cuando vuelva os llevaré a casa de una amiga, vamos a hacer una orgía con otros esclavos así que quiero que os masturbéis todo lo que podáis ahora porque no quiero compartir vuestro semen. De hecho… empezad ya, quiero al menos dos frascos llenos cuando vuelva.

ACCIÓN: Mastúrbate lentamente mientras sigues leyendo.

Larfu cogió un par de frascos, te dio uno e inmediatamente comenzasteis a masturbaros mirando hacia Sabrina.

-Que monos sois mirándome para ayudaros, pero tengo que irme. En un rato vendré por vosotros. – Dijo Sabrina mientras cerraba la puerta.

Aunque estabais solos y ya no estabais hipnotizados, Sabrina os había dado una tarea complicada, así que seguisteis con la masturbación sin decir nada. Sin embargo, tras unos minutos Larfu decidió hablar.

-Llenar los frascos va a ser difícil.

-Imposible diría yo. – Dijiste mientras seguías masturbándote.

-Sabrina sabe que no los podemos llenar hoy, lo hace solo para que lleguemos cansados a la orgia.

-¿Has estado antes en alguna orgia con las brujas?

-Sí. La verdad es que son… interesantes.

-¿Algo que tenga que saber?

-Pues… - Larfu hizo un pequeño silencio intentando pensar. – Esto de hablar mientras nos masturbamos no me ayuda a pensar.

-Ok, cuando acabemos me cuentas.

-Vale.

Sin embargo, antes de que pudieseis terminar, golpearon la puerta.

ACCIÓN: Deja de masturbarte.

Tus eras el que estabas mas cerca, por lo que dejaste de masturbarte y procediste a abrirla, desnudo y con una gran erección, aunque ya estabas acostumbrado a que las brujas no se sorprendieran por esas cosas.

-Hola…

Era ella. Sin duda. La “anciana” del otro día, Elpha disfrazada. Cerraste la puerta y la abrazaste con fuerza. Ella se quedó congalada, no podía entender como habías roto la hipnosis, pero cuando lo entendió, al ver que la situación era segura, te devolvió el abrazo incluso con más fuerza. Tras un largo abrazo, os separasteis para hablar.

- ¿Cómo has conseguido romper la hipnosis? Por cierto, veo que te alegras de verme. -Dijo Elpha mirando a tu pene.

- Es una larga historia… y estoy así por Sabrina, quiere que le llene unos frascos con semen. Pero… ¿Y tu? ¿Cómo has hecho para parecer tan vieja?

- Es un hechizo cambiapariencias. Por cierto, ¿Qué pasa con él? – Dijo Sabrina señalando a Larfu. - ¿Podría decirle a Sabrina que he estado aquí cuando nos vayamos?

- Se llama Larfu y tampoco está hipnotizado, está con nosotros.

- Hola. - Dijo Larfu con amabilidad.

- ¿Has pensado algo para escapar? – Le preguntaste rápidamente con interés a Elpha.

- La verdad… nada, es decir, simplemente que salgamos andando del pueblo como si fueses mi esclavo y yo una bruja cualquiera.

-Vale.

-¿Salimos ya? -Dijo Elpha algo apurada.

- Si, pero antes… - Miraste a Larfu. -¿Podemos escapar también con Larfu? ¿Quieres escapar con nosotros Larfu?

- La pregunta sorprendió a ambos. Larfu, al ver la cara de sorpresa de Elpha, respondió intentando parecer despreocupado.

- No hace falta, llevo mucho tiempo aquí y estoy bien.

Elpha estaba nerviosa, pero empatizó con Larfu y respondió.

-Si quieres, puedes venir con nosotros, ¡Pero tenemos que irnos ya!

Larfu pareció decidir de forma impulsiva.

-Yo…. vale, bien. Vámonos.

-¿Estáis preparados? -Preguntó Elpha antes de comenzar la escapada. ¿Tenéis que coger algo?

-Nada. Vámonos. – Dijiste apurado, intentando aprovechar cada segundo.

-¿Vais a salir desnudos?

-Es lo mejor si no queremos llamar la atención.

-Muy bien. Salgamos pues.

Elpha abrió la puerta y miró a su alrededor para comprobar que no había nadie. La casa de Sabrina estaba apartada del pueblo y ver a alguien por allí por lo general era raro. Larfu y tú os pusisteis tras ella, como solía hacerse en aquel pueblo cuando se acompañaba a alguien y tras cerrar la puerta Elpha se dirigió lentamente al bosque, sin atravesar el pueblo mientras vosotros la acompañabais a la misma velocidad.

Aunque el cuerpo os pedía salir corriendo, Elpha estaba aparentando ser una bruja anciana, por lo que lo más discreto era moverse despacio, eso sí, cuando la frondosidad del bosque os cubrió por completo, comenzasteis a aligerar el paso.

-Ya no pueden vernos. – Dijiste mientras mirabas a tu alrededor.

Elpha chasqueó los dedos y volvió a su forma original. Al hacerlo, te miró y se acercó para besarte con fuerza. El beso duró poco, pues la situación todavía era muy peligrosa.

-¿Listos para correr? – Dijo Elpha mientras os miraba.

-Vamos.

-Seguidme.

Ahora sí que huíais con prisa. Elpha seguía siendo la que iba delante, parecía que tener una ruta de escape preparada. Por otro lado, las temperaturas del interior del bosque eran bastante bajas, por lo que el frio os empezaba a afectar en la escapada, aunque al menos correr a tanta intensidad contrarrestaba temporalmente vuestra sensación térmica.

-Ahora vamos a caminar a través del riachuelo para no dejar huellas.

Un pequeño arroyo pasaba a vuestro lado. Elpha fue la primera en entrar y pudiste ver que el agua solo le llegaba hasta poco más de los tobillos. Sin embargo, a Larfu y a ti entrar al riachuelo os afectó un poco más.

-¡Que fría joder! -No pudiste evitar quejarte.

-Esta es la máxima profundidad del cauce durante los próximos kilómetros. En cuanto el cauce aumente, podremos escapar en un bote de madera que he preparado.

-¿Varios kilómetros? ¿Cuánto kilómetros tenemos que andar por aquí?

-Muchos, pero no queda otra si queremos escapar.

En ese momento, unas lejanas campanas comenzaron a sonar a través del bosque. Larfu parecía reconocer ese sonido.

-El pueblo ha descubierto que no estamos, es el sonido de alarma. A partir de este momento comenzarán a buscarnos.

-¡Mierda! ¡Vamos! No hay tiempo que perder. – Dijo Elpha asustada.

Sin dudarlo ni un momento, comenzasteis a correr a través del rio. Mientras corríais Elpha siguió explicando.

-En esta huida no tienen que encontrarnos, con que me detecten es suficiente, las brujas podemos detectarnos con facilidad incluso a más de un kilómetro, por eso tenemos que alejarnos a toda costa. Ellas son muchas y con que una me detecte avisará a las demás para perseguirnos.

Elpha os explicaba la situación con detalle, pero a ti te comenzaban a fallar las fuerzas. Normalmente podrías aguantar mucho más corriendo, pero el frio del bosque y del arroyo era muy intenso y las piedras mojadas bajo tus pies descalzos lo complicaban todo todavía más.

-Elpha… creo que no podré seguir corriendo mucho más.

-¡No! ¡Venga tu puedes! ¡No desfallezcas ahora!

-Yo también estoy muy cansado. – Añadió Larfu.

-¿Es por el frio?

-Sí, el frio, el agua, las piedras del suelo. Necesito descansar. – Dijiste sin parar de correr.

-Todavía estamos lejos de la barca. ¿Si subiese la temperatura con un hechizo podríais seguir corriendo?

-Sí, creo que podría aguantar bastante más.

-Yo también. – Dijo Larfu.

-Vale, voy a intentarlo.

Sabrina pronunció unas palabras en voz baja, pero nada sucedía. Lo intentó algunas veces más, pero parecía frustrada.

-No puedo hacerlo, apenas me queda energía mágica para seguir haciendo hechizos.

- ¿Y si Seri te diese su semen ahora? – Preguntó Larfu.

Elpha se volteo para mirarte. Era la primera vez que escuchaba el nombre de Seri pero entendió que se refería a ti.

-¿Podrías hacerlo rápido? – Dijo Elpha algo dudosa.

-Yo… creo que no. Hace demasiado frío…

Pero, aunque te negaste, fuiste el primero en dejar de correr.

-¡Entonces no pares! – Exclamó Elpha.

-Es que, no puedo seguir… no puedo más.

-En ese caso…

Elpha se acercó a ti y agarró tu polla. Estaba más fría y pequeña que nunca, con los huevos muy contraídos y arrugados, pero su mano se sentía cálida y placentera.

ACCIÓN: Comienza a masturbarte lentamente, en pie, desnudo y con los pies descalzos.

-Vamos a intentar esto ¿Vale?

-Vale, pero ¿lo hacemos fuera del rio?

-¡No! No quiero dejar ninguna huella.

Elpha movía la mano lentamente y poco a poco sentías que tu pene se ensanchaba y entraba en calor. La suavidad y cariño con el que lo hacía eran muy distintos a lo que estabas acostumbrado en el pueblo. Además de ser placentero, lo hacía con mimo y cuidado.

-Me gustaría chupártela, pero no quiero arrodillarme en el rio. Lo haremos así hasta que te corras. Avísame cuando vayas a terminar para cogerlo todo con las manos.

-¿Y si follais en el rio? – Exclamó con interés Larfu, como si hubiese tenido una gran idea.

-¿Follar aquí? Sería la mejor opción, pero no podemos tumbarnos, y hacerlo de pie no sé si será lo más rápido.

-Yo te sujeto para que podáis hacerlo mejor.

Larfu hizo un gesto a Elpha, indicando que podía cogerla y levantarla del suelo. Ella no entendía muy bien la postura exacta que Larfu proponía para follar, pero la idea le parecía buena así que se acercó a él.

ACCIÓN: Deja de masturbarte.

Elpha se acercó a Larfu de frente, pero él le pidió que se diese la vuelta con un gesto y cuando la tuvo de espaldas la levantó del suelo agarrándola por las piernas, con un muslo en cada brazo. El resultado era bastante bueno, Elpha parecía flotar con las piernas abiertas con Larfu a su espalda agarrándola.

-No te preocupes por nada, soy fuerte, podría estar así horas.

-Esto es un poco vergonzoso. – Dijo Elpha sonrojada. – Pero efectivo.

Entendiendo la urgencia de la situación, te acercaste a Elpha para comenzar a follar. Su coño estaba un poco más arriba de lo normal para penetrarla, pero Larfu se dio cuenta y de inmediato bajó un poco su cuerpo para que pudieses hacerlo mejor.

Al intentar meterla, notaste que estaba apretado y difícil de penetrar. Habias estado follando con Sabrina estos días, por lo que la diferencia era grande, pero también lo habías hecho en el pasado con Elpha y sabías que estaba siendo más complicado de lo habitual.

ACCIÓN: Vuelve a masturbarte lentamente.

-¿Estás bien? – Preguntaste preocupado.

-Con este frio y los nervios no estoy muy mojada, pero no te preocupes, estoy bien, sé todo lo rudo que quieras.

-¿De verdad?

-Por supuesto. Hacerlo así no está tan mal.

Tras hablarlo, la metiste lentamente hasta el fondo. Aunque seguía apretado, viste que ella estaba bien, así que comenzaste a moverte y a penetrarla.

-Más rápido. – Pidió ella.

-¿Seguro?

-¡Joder! No estamos para tonterías, dame fuerte joder, llevo deseando tu polla todo este tiempo, no hace falta que lo hagas tan lento.

ACCIÓN: Mastúrbate a velocidad media.

Subiste el ritmo. La situación hacía que no fuese una penetración muy satisfactoria, pero Elpha lo encajó bien. Además, poco a poco su coño se sentía más mojado y lubricado.

-¿Os queda mucho? Preguntó Larfu preocupado.

-Creo que no… - Respondiste débilmente.

Posiblemente aun te quedaban algunos minutos. El frío y la presión no ayudaban y para colmo, Sabrina pareció asustarse repentinamente.

-Nos han encontrado. – Dijo Sabrina preocupada.

-¿Cómo?

-¡No pares! Me han detectado pero todavía tienen que cogernos, están a unos dos kilómetros. ¡Date prisa!

La tensión aumentó repentinamente…¡pero tenías que terminar! Por lo que comenzaste a hacerlo a gran velocidad. No había tiempo para hablar ni para distraerse, por lo que pusiste todos tus sentidos en intentar correrte lo antes posible.

ACCIÓN: A partir de este momento, intenta eyacular en menos de 3 minutos y no sigas leyendo hasta que lo consigas. Mira algún reloj para ayudarte a cronometrarlo.

Aunque fue difícil, lo conseguiste. Toda la presión del momento parecía irse momentáneamente al sentir que al fin tu semen comenzaba a salir. Lo hiciste con gran fuerza dentro de Elpha, apretando tanto las caderas contra ella que casi haces caer a Larfu. Tus impulsos sexuales te hacían sentir que mientras más profundo la metieses fuese mejor, como si al apretar más pudieses sacar más semen.

Aunque estabas preocupado por Elpha, ella pareció disfrutar del acto sexual, sobretodo en los últimos momentos, donde te pareció escucharla gemir con suavidad. En cualquier caso, en cuanto tus ultimas gotas quedaron dentro, ella hizo un gesto y Larfu volvió a ponerla en el suelo. Ella volvió a murmurar unas palabras y ahora sí, mágicamente, la temperatura a su alrededor subió de forma drástica.

-¡Ohhhhhh! – Exclamó Larfu. -¡Esto es mejor que follar!

Las palabras de Larfu os hicieron sonreír y casi reír, pero la situación apremiaba. También os llamo la atención ver que su pene estaba duro, consecuencia de sostener a Elpha mientras follabais.

-¡Vamos! – Gritó Elpha. – ¡Si llegamos a la barca habremos ganado!

Los tres volvisteis a correr. El “descanso” durante el sexo os había hecho recobrar fuerzas y ahora además ahora podíais mantener sin esfuerzo la temperatura corporal. Por otra parte, no había más oportunidades, las brujas os pisaban los talones, parar significaba volver a ser atrapados y castigados.

-------------------------------------

Esto es todo por ahora, espero que os haya gustado este capítulo.

Recordad que mi primera novela erótica "Cómo me convertí en Maid Sexual" ya está disponible en Amazon España y en Amazon Internacional y si eres miembro de mi Patreon puedes leer la novela completa gratis haciendo click aquí.

Files

Comments

No comments found for this post.