Home Artists Posts Import Register

Content

Si estás leyendo esto es porque seguramente conoces mi Patreon, pero si no es así no pasa nada. Los que me conocen saben que los relatos que suelo subir son hentai, es decir, de personajes de Anime y Videojuegos haciendo cosas que normalmente no harían.

Esto que quiero compartir con vosotros es un poco diferente a lo habitual, pero si lo subo es porque sé que os gustará incluso más. He decidido que no voy a contar si esta historia fue real o no ya que no me gusta hablar sobre mi vida privada, pero sí se que esta historia os encantará.

Actualmente estoy escribiendo esta historia en forma de ''episodios'' pero cuando los termine volveré a reescribir todo para darle forma de novela. Además añadiré nuevos eventos y sucesos que en este formato episodico no encajan bien.

Ahora sí, voy a contaros como me transformé en una total Maid Sexual.


CAPÍTULO 1

EL COMIENZO


Esta historia pudo ocurrir hace unos 5 años. Yo era una chica joven con un prometedor futuro por delante. Estudiaba ciencias en la universidad con muy buenas notas, aunque también con mucho esfuerzo.

He de admitir que sabía que era guapa. Creo que soy de ese pequeño porcentaje de chicas que no usaba su potencial para follar con todo el que quisiese. Yo pensaba que era porque me creía muy digna y que no había un chico lo suficientemente bueno para mí, aunque con el tiempo descubrí que en realidad lo que me gustaban eran las chicas y tardé un tiempo en darme cuenta (a lo largo de esta historia podréis ver como lo descubrí).

Antes de continuar, creo que merecéis saber cómo era en aquel entonces (tampoco he cambiado mucho en realidad). Soy morena, con el pelo tan largo que si me lo dejase caer por delante de mis pechos podría tapar mis pezones. En aquel entonces solía llevar un flequillo corto, estilo egipcio, que tapaba totalmente mi frente y a veces incluso me tapaba los ojos si no me lo cortaba.

Mis ojos son marrones y siempre llevaba gafas. Eran unas gafas gruesas de pasta al más puro estilo secretaria ochentera. De hecho he estado buscando unas parecidas por internet, aquí os dejo una foto.

Estas son un poco más modernas, pero eran bastante parecidas.

Qué más puedo contaros… ojos marrones, nariz pequeñita. Solía pintarme los labios bastante rojos. Me gustaba parecer un poco ‘’putona inaccesible’’ y tener a los chicos fijándose en mí la verdad.

Lo más destacable de mí era sin duda mi figura. Llegaron a decirme que era complicado tener unos pechos tan grandes con lo delgada que estaba. Sip, soy bastante tetona. 

Si a mi cuerpo le sumabas el estilo camisa y falda que solía llevar a la universidad… era el combo total para saber que era la más deseada de clase y de la facultad.

Tenía amigas que siendo también muy guapas follaban mucho más que yo, y eso que los chicos que buscaban eran apuestos y guapos. A mí por alguna razón me gustaba más provocar que follar. Insisto en que cuando descubrí mi verdadera orientación sexual todo cambió.

Tras esta auto descripción, os contaré que un día decidí buscar trabajo. Podía vivir bien con las becas y la ayuda de mis padres pero pensé que quizás había algo interesante que encajase conmigo y con mi horario.

Todos los días leía que empleos iban saliendo por internet. Llamé y acudí a algunas entrevistas, pero o no me cogían o era a mí a quien finalmente no le convencía. Había un empleo que llamaba un poco mi atención pero era tan ‘’sospechoso’’ que ni siquiera llamé para preguntar. El anuncio decía algo así:

Se busca persona para trabajar en una mansión. Necesitamos alguien para limpiar, cocinar, etc. Horario flexible. Llamad al número XXX-XX-XX-XX para más información.

Tras varias semanas buscando decidí llamar. Al teléfono se puso conmigo un señor muy amable que no me contó mucho más de lo que decía el anuncio. Me dijo que si me interesaba que me pasase en cualquier momento por la mansión y que la dueña me atendería y me entrevistaría. Y eso hice.

Me presenté allí dos días después sin avisar, tal y como me comentaron que podía hacer. El lugar quedaba a 10 minutos a pie del piso donde residía para mis estudios y el barrio parecía bastante adinerado. Si me pagaban bien aquello parecía ideal. 

Al llegar a la casa dudé por un instante si tocar el timbre o no. Era una verdadera mansión. Un portón vallado me separaba de la vivienda que aun quedaba bastante lejos. Aquella situación me impuso un poco me lancé y pegué en el timbre. 

Pude observar que también había una cámara. Una voz sonó por el altavoz.

-Voz: Que desea.

-Yo: Vengo por la entrevista de trabajo.

-Voz: Un momento. Ahora le abro.

Un minuto después llegó un chico joven vestido de mayordomo que abrió la puerta manualmente. Al hablar deduje que fue con él con quien hable.

-Mayordomo: Acompáñeme.

Mientras le acompañaba pude observar lo grande que era el jardín, que además rodeaba toda la casa.

-Mayordomo: La señora de la casa le hará la entrevista en la terraza del jardín.

Llevamos a una preciosa terraza y me senté donde me indicó el mayordomo.

-Mayordomo: ¿Desea tomar algo mientras espera?

-Yo: Nada, muchas gracias.

-Mayordomo: Vale. Le aviso que tendrá que esperar un poco hasta que llegue la señora.

El mayordomo se fue y estuve allí unos 10 minutos. Tras la espera, apareció. Más que una señora era una chica. Podía tener treinta y pocos años y aquello me chocó un poco. Se sentó frente a mí y me saludo dándome la mano.

-Señora: Perdona la espera.

-Yo: Sin problema.

-Señora: Bueno, si te parece bien te cuento en qué consiste este trabajo.

-Yo: Estupendo.

-Señora: Te pido por favor que escuches todo lo que voy a decir porque quizás te sorprenda al principio. Si te sientes incomoda con lo que te cuento puedes marcharte en cualquier momento.

Aquello que dijo me puso muy tensa.

-Señora: Esta es una especie de mansión sexual. Las personas que trabajan aquí trabajan para mí y para satisfacer mis deseos. 

No dije nada, pero mi cara de sorpresa fue muy marcada.

-Señora: Realmente me gustaría que vieses como trabajamos aquí, para que veas cómo funciona esto. Mi propuesta es la siguiente. Trabaja aquí durante una semana como periodo de prueba. Durante este periodo te pagaré dos mil euros. Dos mil euros por una sola semana y durante toda esa semana nadie te tocará ni tendrás que hacer nada sexual. Solamente verás las cosas que hacemos dentro y harás algunas tareas de casa.

-Yo: Creo que no puedo aceptar. <<Estaba realmente impactada por lo que aquella chica me estaba diciendo>>.

-Señora: Déjame decirte algo. No me importa si vienes una semana de prueba y después no aceptas el trabajo, pero me gustaría que lo intentases.

-Yo: Creo que voy a marcharme. 

Me puse en pie al decir aquello.

-Señora: ¡Una última idea! ¡Entra ahora! Solo quiero que veas que podría gustarte trabajar aquí o incluso ser una espectadora durante una semana.

Mi corazón latía a mil por hora. Me quedé allí de pie, pensando.

Decidí aceptar. Lo que pasó después os lo contaré próximamente, en el capítulo 2. 

Podéis pulsar aquí para ir ya al capitulo 2. 

Comments

Anonymous

Finalmente soy patreon; Todo esta bien pero evita un poco la redundancia y no hagas que parezca una historia algo forzada. ¡Sigue así!

DaikoFextar

¡Muchas gracias! Voy a esforzarme totalmente en ello. Es uno de los mayores retos quizás a medio y largo plazo.